Un estudio que analiza los lagos de Europa destaca que las masas de agua superficiales cercanas a áreas con actividades humanas tienen cuatro veces más microplásticos que aquellos situados lejos de ellas. Los autores creen que esta investigación puede ayudar a atajar el problema de contaminación



La constante escorrentía que se acumula en lugares en los que el líquido elemento tiene una vía de escape limitada terminan por construir lo que denominamos lagos. Ahora bien, esa misma cualidad que los define también actúa época actual como su particular Talón de Aquiles por haberse convertido en focos de acumulación de desechos antropogénicos.
La eutrofización es la consecuencia más conocida de la acumulación de fertilizantes procedentes de los campos a través del agua. Sin embargo, los lagos también son grandes vertederos de microplásticos al ser el agua la autopista por la que viajan estos desechos desde los continentes hasta los océanos.
De hecho, este problema de contaminación plástica está al mismo nivel que la eutrofización al constituir una amenaza para la calidad del agua natural y la propia vida ya que los peces y otros vertebrados pueden llegar a alimentarse de los diminutos fragmentos de plástico. Dada la envergadura del escenario, Andrew Tanentzap, de la Universidad de Cambridge, decidió bucear a fondo para predecir dónde se pueden acumular los desechos antropogénicos en los ecosistemas acuáticos para su control y remediación ambiental.Para realizar su misión, él y su equipo de expertos rastrearon las aguas superficiales de 67 lagos europeos situados a una latitud de 30 grados entre abril y septiembre de 2019. En ellos contaron las micropartículas bajo un microscopio y con análisis químicos y midieron la calidad del agua del lago.
Después, los autores ajustaron un modelo a sus datos de campo, así como datos sintetizados y publicados de más de 2.100 redes de arrastre. También analizaron si la contaminación era más común en lagos que estaban rodeados por tierras donde se generaban más desechos, de acuerdo con un modelo informático existente.
Con todo esto descubrieron que la concentración de micropartículas de agua se cuadruplicó en áreas con más actividad humana y se duplicó en áreas con menor cobertura forestal. Asimismo, observaron cinco veces menos micropartículas en lagos con microorganismos más activos, lo que sugiere que algunas especies naturales pueden ayudar a eliminar la contaminación.
No obstante, cabe destacar que el excluyó las macropartículas mayores de cinco milímetros que aún pueden ser nocivas para el medio ambiente, lo que puede haber llevado a una subestimación de la acumulación de plástico.
«La mayor parte de nuestra atención sobre la contaminación plástica se centra en los océanos, pero descubrimos que los lagos de Europa, nuestras fuentes de agua potable, están igualmente contaminados por plásticos microscópicos y fibras artificiales», cometa Tanentzap
“Nuestro estudio proporciona una base de evidencia valiosa para ayudar a priorizar el monitoreo y la mitigación de los desechos antropogénicos en los lagos del mundo. Dado que los desechos antropogénicos continúan contaminando el medio ambiente, nuestros datos ayudarán a contextualizar el trabajo futuro, y nuestros modelos pueden informar los esfuerzos de control y remediación”, concluye Andrew Tanentzap.
