Cumbre de Alta Montaña: proteger las fuentes de agua

Cumbre de Alta Montaña: proteger las fuentes de agua de la mitad de la humanidad

La Cumbre de Alta Montaña reúne en Ginebra a más de 150 partes interesadas de todo el mundo para identificar acciones prioritarias que apoyen un desarrollo más sostenible, la reducción del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático de áreas de alta montaña que suministran agua dulce a la mitad de la humanidad


La Organización Meteorológica Mundial celebra desde hoy la Cumbre de Alta Montaña que reúne en Ginebra a más de 150 partes interesadas de todo el mundo para identificar acciones prioritarias que apoyen un desarrollo más sostenible, la reducción del riesgo de desastres y la adaptación al cambio climático tanto en áreas de alta montaña como río abajo.

Las regiones montañosas cubren una cuarta parte de la superficie terrestre del planeta y sus cuencas suministran agua dulce a más de la mitad de la humanidad
Las regiones montañosas cubren aproximadamente una cuarta parte de la superficie terrestre de la Tierra y albergan alrededor de 1.100 millones de personas. A menudo se les conoce como las «torres de agua del mundo» porque las cuencas de los ríos con cabeceras en las montañas suministran agua dulce a más de la mitad de la humanidad.

La criosfera de montaña,  glaciares, nieve y permafrost,  son cada vez más vulnerables a los efectos del aumento constante de las temperaturas globales, amenazando la seguridad alimentaria, el suministro de agua dulce y el transporte fluvial.

“La aceleración del derretimiento de los glaciares, el hielo y la capa de nieve es quizás el signo más visible del cambio climático. Ha habido un impulso en el derretimiento de 31 glaciares principales, especialmente durante las últimas dos décadas”, asegura en un comunicado el secretario general de la OMM Petteri Taalas.

Picos icónicos como el Monte Everest, el Mont Blanc, el Kilimanjaro y las Montañas Rocosas se están viendo afectados
Añade que la distribución de las precipitaciones está cambiando, al igual que la cantidad y la estacionalidad de la escorrentía en las cuencas fluviales dominadas por la nieve y alimentadas por glaciares.

A corto plazo, esto puede significar un aumento de los riesgos, mientras que a largo plazo se espera que aumente el estrés hídrico y los impactos negativos en la agricultura, la seguridad alimentaria y el suministro de energía.

«Las observaciones, la información y los servicios hidrometeorológicos basados en la ciencia son clave para la resistencia y adaptación al clima y para informar a los responsables de la formulación de políticas sobre la asignación y el uso de los recursos, en relación con la seguridad del agua y la gestión de riesgos, a nivel nacional, local y comunitario», asegura Taalas.

Acciones prioritarias

La Cumbre busca promover un enfoque intersectorial integrado sobre acciones prioritarias e inversiones que aborden los impactos del cambio climático en las zonas de alta montaña; identificar pasos prácticos para mejorar la provisión de servicios hidrológicos, meteorológicos, climáticos y de predicción para optimizar las observaciones de la criosfera y el acceso a los datos para avanzar en la investigación científica.

También busca identificar hojas de ruta para riesgos climáticos y sistemas de alerta temprana para amenazas específicas de montañas y transfronterizas, incluidos eventos extremos, inundaciones de arrecifes de lagos glaciares, avalanchas, riesgos relacionados con el deshielo del permafrost, tormentas de viento tipo Foehn, contaminación del aire y otros.

La OMM asimismo espera promover vínculos más estrechos e interactivos entre la ciencia y la política en todos los niveles de gobernanza, asegurando aportes basados en la ciencia para el desarrollo de políticas y estrategias de adaptación a largo plazo.



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