33 millones de personas afectadas y mil muertos son las escalofriantes cifras que dejan las inundaciones que han asolado Pakistán debido a las agresivas lluvias monzónicas. El país reclama ayuda internacional para enfrentar la destrucción



En Pakistán las inundaciones han dejado casi 1.000 muertos, incluidos niños. Las devastadoras inundaciones han desplazado a más de 3,1 millones de personas y dañado más de medio millón de hogares en varios distritos de todo el país. El país calcula que las inundaciones afectan a más de 33 millones de personas. Además, miles de kilómetros de carreteras y puentes están destrozados. La Cruz Roja Internacional ha descrito la destrucción como «similar a un terremoto».
La región del sur de Asia se enfrenta a lluvias sin precedentes en esta temporada de monzones que han causado inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra que también han provocado estragos en Bangladesh, India y Nepal.
El gobierno de Pakistán ha pedido ayuda internacional para hacer frente a la emergencia: las anegaciones han dejado un tercio del país bajo el agua. Por ello el ministro de Relaciones Exteriores, Bilawal Bhutto-Zardari, dijo el domingo por la noche que el país necesitaba ayuda financiera. Las inundaciones provocadas por semanas de lluvias monzónicas extremas y el derretimiento de los glaciares empeoran la ya de por sí grave situación económica de Pakistán
«En el futuro, espero que no solo el Fondo Monetario Internacional, sino también la comunidad internacional y las agencias internacionales comprendan realmente el nivel de devastación», dijo Bhutto-Zardari.
«No he visto una destrucción de esta escala, me resulta muy difícil expresarlo con palabras… es abrumador», admitió Bhutto-Zardari. Muchos cultivos y casi 710.000 cabezas de ganado se dan por perdidos, estos proporcionaban gran parte de los medios de subsistencia de la población, agregó el ministro. «Obviamente, esto tendrá un efecto en la situación económica general», dijo.
El presidente de la Media Luna Roja de Pakistán, Abrar ul Haq, dijo al respecto de la situación: «La situación empeora día a día. Estas inundaciones torrenciales han restringido severamente el transporte y la movilidad. La amenaza del Covid-19 y los daños a los vehículos, la infraestructura y la conectividad hacen que nuestros trabajos de ayuda de emergencia sean aún más casi imposibles. La mayoría de los afectados también están inmóviles o abandonados, lo que nos dificulta llegar a ellos».
Riesgos diversos
«Tememos que lo peor está por venir, ya que este tipo de aguas podrían significar que el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua se cierne sobre las cabezas de nuestra gente», admitió ul Haq.


Imagen: EFE/ Waqar Hussain
La lluvia y las inundaciones actuales han afectado a las ya miles de comunidades vulnerables y desfavorecidas, donde muchas aún no se han recuperado de los efectos del coronavirus. Ahora están en una situación aún peor después de estas inundaciones. Los efectos agravantes de la pandemia están dificultando que las organizaciones humanitarias aborden y respondan de inmediato a las necesidades de los afectados.
El Jefe de la Delegación de la FICR en Pakistán, Peter Ophoff, dijo: «Pakistán está experimentando lluvias monzónicas anormales, casi diez veces más voluminosas de lo habitual, lo que resulta en inundaciones urbanas e inundaciones repentinas incontrolables, deslizamientos de tierra en todo el país. Obtener una imagen completa de la escala del desastre es difícil, ya que muchas áreas afectadas siguen siendo inaccesibles debido a las redes viales inundadas y dañadas» .La devastación que se ve está dando recuerdos aterradores de las devastadoras megainundaciones de 2010 que afectaron a 20 millones de personas.
