Día Mundial del Reciclaje: la circularidad está en nuestras manos

Día Mundial del Reciclaje: la circularidad está en nuestras manos

Día Mundial del Reciclaje: la circularidad está en nuestras manos

Los ciudadanos, los responsables públicos y las empresas deben hacer su parte para lograr cerrar el círculo de la sostenibilidad y ganar la batalla a los residuos y la escasez de recursos. El reto es enorme y el agua regenerada es una de las soluciones a la vanguardia


El Ágora
Madrid | 17 mayo, 2022


Celebramos un año más el Día Mundial del Reciclaje, una de las acciones de sostenibilidad más cercanas a la ciudadanía y que más efectos tiene en el cuidado del planeta. Este día, promulgado por la UNESCO, trata de concienciar sobre la importancia de este gesto que nos beneficia a todos.

Pero ¿qué es el reciclaje? Muy simple: es el proceso de tratamiento de materiales desechados para reintroducirlos en el ciclo de producción. Y para lograr cerrar este círculo todos debemos hacer nuestra parte y trabajar de manera colaborativa. Así, el reciclaje empieza con la efectividad de la sociedad al desechar los residuos de una manera adecuada, sigue con la acción de los Gobiernos para implementar y legislar una gestión oportuna de estos desechos y termina en las empresas que aprovechan estos residuos, bien para convertirlos en otra cosa, como por ejemplo energía, o para fabricar a partir de los materiales reciclados, reduciendo la necesidad de materias primas vírgenes.

Porque no podemos olvidar que a nivel mundial se producen más de 2.100 millones de toneladas de desechos cada año y que tan solo un 16% (323 millones de toneladas) de esa basura es reciclada. Lo que supone un triple castigo para nuestro planeta: los residuos ahogan los ecosistemas y acaban con la biodiversidad; seguimos consumiendo recursos cada vez más reducidos y explotando una tierra agotada; y finalmente continuamos consumiendo energía y emitiendo gases de efecto invernadero para producir más y más objetos nuevos.

Y es que reciclar ahorra más de 700 millones de toneladas en emisiones de CO2 al año. ¿Te imaginas lo que se ahorraría si subiera la tasa de reciclaje de ese pobre 16% a nivel mundial?

día mundial medio ambiente, infografía, reciclar

Pero la demanda de recursos naturales es más alta que nunca y continúa creciendo: comida, ropa, agua, aparatos electrónicos… La extracción de recursos y el procesamiento de materiales ha aumentado más del triple desde 1970, y ya es responsable de la mitad de las emisiones mundiales y de más del 90% de la pérdida de biodiversidad y el estrés hídrico.

Si la población mundial continúa creciendo como se prevé y alcanza los 9.600 millones en 2050, podríamos necesitar el equivalente a casi tres planetas para disponer de los recursos naturales que harían falta para sostener el estilo de vida actual. En países de alto ingreso, la huella material per cápita, es decir, la cantidad de materias primas necesarias para satisfacer nuestras necesidades, es más de diez veces mayor que en países de bajo ingreso, según Naciones Unidas.

El reciclaje de los materiales es el único camino para detener esta explotación sin control de un planeta que ya está exhausto y al borde del colapso.

Las tres ‘R’

Para lograr una ciudadanía con hábitos sostenibles en materia de residuos, el reciclaje («papel al azul, plástico al amarillo, vidrio al verde»…) no es suficiente: debe ir acompañado también de las otras dos «erres»: reducir y reutilizar.

Estos dos gestos son primordiales, en especial en aquellos desechos más contaminantes como el plástico o los aparatos electrónicos. Gestos tan simples como pasarse a las bolsas de tela que podemos reutilizar nos harán reducir los residuos plásticos o utilizando un año más nuestro teléfono móvil en vez de renovarlo podríamos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en cuatro millones de toneladas anuales.

Sin duda, salvar el planeta pasa por reducir nuestros hábitos de consumo y no adquirir bienes de manera indiscriminada y poco reflexiva. A más consumo, más explotación de materias primas, más emisiones, más residuos, más peligro para los ecosistemas.

En países como Estados Unidos, la palabra reducir sería el objetivo principal a cumplir. Y es que el país norteamericano produce un 12% de los desechos mundiales o cerca de 239 millones de toneladas, con solo el 4% de la población global. En comparación, China o India, que juntos constituyen alrededor de un tercio de la población mundial, generan 27% de los residuos globales. Estas cifras revelan que un estadounidense produce en promedio tres veces más desechos que una persona que vive en China y siete veces más que un residente en Etiopía, por ejemplo.

Reciclaje del agua

Ante la sequía, la próxima pandemia según Naciones Unidas,  la apuesta por la economía circular del agua y la reutilización de aguas residuales depuradas aparece como una solución indispensable, ya que hablamos de un suministro confiable que además es bastante independiente de la sequía estacional y la variabilidad climática, por lo que es capaz de cubrir los picos de demanda de agua. En este sentido, es cierto que España es ya por derecho un ejemplo a nivel mundial en aguas regeneradas por volumen, pero en realidad si miramos el cuadro completo, vemos que el aprovechamiento tampoco es tan grande. De los 4.066 hectómetros cúbicos (hm3) que se depuran al año (lo que se traduce en 1.350.000 piscinas olímpicas y 245 litros de agua depurada por habitantes y día), solo se han reutilizado en España 289 hm3, es decir, un 7,1% del agua depurada.

La mejora en las últimas décadas del tratamiento terciario en las Estaciones de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) ha permitido que el agua que salga de estas instalaciones tenga una calidad altísima que posibilita su nueva utilización. Los usos más extendidos son el riego agrícola y de zonas verdes, su uso contra incendios o en operaciones de limpieza (lavado de automóviles, limpieza de ventanas en grandes edificios), utilización en fuentes ornamentales, uso en refrigeración y procesos industriales, regeneración de ecosistemas y llenado de estanques recreativos… Un sinfín de nuevos usos en los que el agua tiene una segunda oportunidad, reduciendo así el gasto de este recurso. Pero aún debe potenciarse más el reciclaje del agua.

Agbar, líder en el sector en reutilización de agua, impulsa proyectos innovadores como la inyección de agua regenerada en acuíferos y humedales, la generación de agua ‘a la carta’ con características determinadas para agricultura e industria o la creación de pilotos en una simulación de un episodio de sequía extrema para suministrar agua regenerada con uso pre-potable.

Pero la ‘R’ de reciclaje no solo está presente en el sector del agua en la reutilización del líquido elemento. También existen proyectos a la vanguardia en la valorización de residuos que vuelven a poner al agua en el centro de la circularidad.

Un ejemplo de ello es la iniciativa Smart Farm BioGas La Palma en Canarias que busca valorizar entre 10-20.000Tn/año de residuos orgánicos para producir entre 3-6 GWh/año de energía primaria verde destinando su uso al ciclo integral del agua para reducir la huella de carbono de la Isla.

Además de la valorización de residuos, las propias depuradoras de agua son una fuente de materias primas como demuestran dos proyectos que se están desarrollando en la biofactoría de Ourense: ECOVAL y WalNUT.

El primero de ellos, liderado por Cetaqua Galicia, está desarrollando distintas tecnologías para la valorización de residuos orgánicos urbanos y fangos de depuración para la obtención de bio-productos. Entre estas tecnologías exploradas por el proyecto ECOVAL, destaca una que permite modificar las condiciones de la digestión anaerobia que se produce en los procesos de depuración y el tratamiento de lodos de depuración para detenerla en un momento determinado y obtener ácidos grasos volátiles, uno de los subproductos obtenidos del petróleo y que se utilizan en infinidad de objetos cotidianos, plásticos, lubricantes y pinturas.

Por su parte, el proyecto WalNUT que busca la recuperación de nutrientes y la posterior producción de biofertilizantes, previniendo así la contaminación de las masas de agua y promoviendo la circularidad en la industria de los fertilizantes en el marco de la Unión Europea.

Y para los residuos no reciclables, el sector también tiene soluciones. En abril de 2022 la Comisión Europea otorgó financiación al proyecto español Ecoplanta. El proyecto, impulsado por Agbar, Repsol y Enerkem, producirá de manera sostenible metanol circular a partir de residuos sólidos urbanos no reciclables. Ecoplanta es una iniciativa puntera que utilizará tecnología de gasificación. Este es uno de los siete proyectos escogidos por la Comisión entre casi 300 propuestas. Ecoplanta destacó debido a la innovación que propone, así como su escalabilidad. La planta, que estará ubicada cerca de El Morell en Tarragona,  producirá 240.000 toneladas al año de metanol y recuperará el 70% del carbono presente en los materiales no reciclables.



Se adhiere a los criterios de transparencia de

Archivado en:
Otras noticias destacadas