Dinapsis es la red de centros encargados de canalizar el proceso de transformación digital en favor del desarrollo humano. Uno de estos hubs, el de Barcelona, se encarga de obtener ingentes cantidades de información para su posterior puesta en valor y así ayudar a la ciudadanía, administraciones y empresas a gestionar un recurso tan valioso como el agua



Las ciudades se presentan como enormes canalizadores de los impactos del cambio climático y al mismo tiempo como fuentes que alimentan este fenómeno mundial. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las ciudades, ocupando menos del 2% del territorio mundial, consumen 78% de la energía mundial y producen más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que después empobrecerán la vida de sus habitantes.
El agua no estará exenta de estos impactos. En el caso de España, los cambios en el Mediterráneo están aumentando la frecuencia e intensidad de los fenómenos extremos que azotan las ciudades costeras, al tiempo que sufren una disminución de la disponibilidad del agua por la demanda del recurso, la sobreexplotación y contaminación de los acuíferos y la irónica ausencia de precipitaciones.
Por este motivo, durante los últimos años ha nacido en las ciudades una nueva tendencia que apuesta por una transformación radical que pueda seguir el vertiginoso ascenso de la demanda de recursos e impactos del cambio climático, al tiempo que se blinda la vida de sus ciudadanos y actividades. En este proceso de adaptación, la industria ambiental, a la que pertenece el sector del agua, está llamada a posicionarse como el gran actor de la transformación para el futuro, de la mano de la digitalización como palanca de desarrollo y canalizador de innovación.
Dinapsis es la respuesta de Agbar a ese proceso de transformación digital por la resiliencia en las ciudades. Compuesto por una red de hubs operativos, este entramado digital aporta servicios y, sobre todo, soluciones adaptadas a las necesidades de gestión sostenible del agua y la salud ambiental de cada territorio. Aunque es mucho más que eso, como nos explica Claudio Cosentino, Director de Smart Metering de Agbar.
“Por supuesto que Dinapsis es una suite de servicios digitales que nos ayudan a ser cada vez más eficientes y mejorar los servicios que estamos ofreciendo a la ciudadanía y a a la administración por la resiliencia. Pero también es un espacio de colaboración”, detalla el experto.
En este sentido, señala que la cooperación, las alianzas y el acercamiento a la administración, ciudadanía, empresas y otros agentes constituyen el espíritu de Dinapsis al crear, en base a estas sinergias, la llave que les permite ser “más rápidos, eficientes y más creativos a la hora de seguir evolucionando para ofrecer servicios más interesantes, atractivos y de mejor calidad a todo el ecosistema”.
Barcelona, un hub lleno de información
Agua Resiliente e IoT 4 Climate Change, nombre que recibe el hub de Barcelona, se centra en los proyectos de despliegue de dispositivos IoT (Internet of Things) sobre el campo de acción, la red de comunicaciones necesarias y la supervisión y mantenimiento de esta infraestructura para asegurar “una perfecta adquisición” de información y su posterior puesta de valor a través de las herramientas, en este caso, focalizadas a mejorar el ciclo urbano del agua, aunque también la sostenibilidad y medio ambiente de las ciudades.
Cooperación entre Dinapsis
La infraestructura de Dinapsis Barcelona se concibe para que el hub funcione como un generador de datos y una palanca de transformación digital. Dentro de este ecosistema, el resto de los centros de Dinapsis se aprovechan también de la información que se genera en Barcelona para generar valor, dejando ver una vez más “el espíritu de colaboración” que sostiene a Dinapsis.
Ahora bien, ¿de qué dispositivos e información estamos hablando? La respuesta está dentro de la sala informatizada de Dinapsis Barcelona. En la única estantería que decora la habitación, Cosentino nos enseña un pequeño aparato. Se trata de un contador digital, una herramienta simple que facilita en gran medida el registro del uso del agua, pero que en las manos correctas puede ofrecer información muy valiosa.
En este punto, argumenta Cosentino, se visualiza una de las grandes brechas de la transformación digital ya que el éxito del progreso no se encuentra en la misma tecnología de comunicación, sino qué usos se puede atribuir a estas nuevas herramientas, como extraer valor a la información gracias a la algoritmia y la Inteligencia Artificial.
“La tecnología de comunicaciones que da vida al contador digital que da vida al contador digital no es un problema. Hace años que se desarrolló. La dificultad aparece cuando se empieza a gestionar el caudal de información que es capaz obtener este aparato. Esta es la principal brecha que constituye el proceso de transformación digital”, aclara Claudio.
“En este sentido, la información base que aportan los contadores es realmente limitada ya que estamos hablando de los consumos y de los caudales que pasan por los contadores. El desafío que se ha abordado desde Dinapsis ha sido tratar esa información como un conjunto para desarrollar herramientas y flujos de datos que sean de provecho para la ciudadanía, administración y empresas. Con el método adecuado, la telelectura de los contadores funciona como una grandísima palanca de transformación digital”, añade.


La apuesta por esta estrategia queda plasmada en el enorme conjunto de pantallas que ocupan Dinapsis Barcelona. En una de ellas se pueden visualizar los 1,9 millones de contadores que tienen desplegados sobre el territorio, así como el flujo de los más de 50 millones de datos diarios que recibe el centro. Y es que un solo contador digital es capaz de aportar en un mismo día la misma información que su homólogo analógico entre cuatro y seis años.
Desde este “ojo que todo lo ve” se puede gestionar toda la red hasta el punto de poder resolverse las posibles contingencias a golpe de clic. En este sentido, Cosentino subraya que es remotamente improbable vivir un colapso dentro de la red de Dinapsis Barcelona ya que, si bien los contadores trabajan de forma individual, la red de comunicaciones que se encarga de aglutinar la información y enviarla a los centros de mando lo hace como un conjunto, por lo que, si una antena falla, otra podrá sustituirla.
“En cualquier caso, las posibles contingencias se resuelven entre 48 horas y 72 horas habitualmente, ya sea a través de trabajo de campo o desde el mismo centro. Cómo está planteado, Dinapsis ayuda a que la red se mantenga viva. Solo hemos tenido un episodio relevante y fue al principio de la pandemia debido a un desabastecimiento eléctrico y, aun así, no supuso un problema que afectase al servicio”, detalla Cosentino.
Herramientas, canalizadores de información
El concepto de Dinapsis va más allá de lo que son los centros físicos, sino que también es un conglomerado de soluciones o herramientas digitales que ayudan inherentemente a marcar el camino de la transformación digital.
Desde los centros se ofrece una suite de servicios digitales a los ámbitos territoriales recogidos en las verticales donde actúan, ya sea agua o ciudades. Y en ellas quedan reflejadas las distintas herramientas con las que se administra y se pone en valor la información recogida por Dinapsis.
Una de ellas, por ejemplo, es Revenue Assurance Near Real Time (RA-NRT), que gestiona los datos de telelectura del sistema comercial para reducir sus pérdidas de agua. “Básicamente esta herramienta ayuda a reducir el agua no registrada a nivel comercial”, detallan desde Dinapsis.
Tenemos la información y la tecnología, pero ¿Qué consigue Dinapsis Barcelona con todo este material? Cosentino en este apartado nos explica que gracias a la información que suministran a sus clientes y a las herramientas que han desarrollado en base a esa información han conseguido un amplio abanico de beneficios tanto para la sociedad, como para las administraciones y gestoras de agua.
Por ejemplo, gracias a los datos sobre consumo, la administraciones municipales ha logrado reducir un 5% el gasto de agua, consiguiendo así la preservación de este recurso tan valioso. Evitar los desplazamientos de sus técnicos también ha propiciado una disminución de la siniestralidad en la carreta, en concreto ha evitado 16 accidentes potenciales, así como evitar al emisión de 436 toneladas de dióxido de carbono al año.
Los ciudadanos han visto como se ha blindado su privacidad y comodidad, y más en pandemia, ya que no hace falta que nadie acceda a sus casas para registrar los datos de sus contadores. “Si paso al ámbito más cercano a la gestión operativa de las redes del agua, los datos nos permiten hacer balances hidráulicos en tiempo real, por lo que podemos saber en qué zonas hay fugas. En el ámbito de perdidas comerciales podemos ir supervisando a los grandes consumidores para ver si hay consumos anómalos. En resumen, los datos proporcionados por la telelectura permiten volver más eficiente el proceso de gestión de agua e incrementar nuestra resiliencia”.


A pesar de todo este abanico de beneficios, Claudio Cosentino nos asegura que aun queda potencial que explotar y es que este es solo un camino que acaban de abrir y que tienen que seguir allanando y explotando con ayuda de algoritmos, Inteligencia Artificial y otros tipos de tecnologías «en las que estamos avanzando gracias a la gran apuesta por la innovación de Agbar”.
“Realmente el contador es la gran fuente de datos para una compañía de agua, pero estas herramientas se pueden combinar con otros tipos de sensores, como detectores de calidad de agua o aire que nos brindarán más información con la que, en definitiva, aumentar el valor de Dinapsis”, señala Cosentino.
“Y de aquí volvemos a esta reflexión: la transformación digital no tiene que tener por objetivo extraer la máxima información para solo posteriormente pensar que se hace con ella, sino al revés, identificar previamente unos beneficios esperados, agrupados en casos de usos, y a partir de allí determinar cuales son los datos y procesos que es necesario digitalizar”, aclara Claudio.
“Actualmente gestionamos casi dos millones de contadores con un ámbito de actuación en España, Portugal y países de Latinoamérica. La experiencia se ve en cómo estamos trabajando en cada región», enfatiza.
Y es que de la experiencia se aprende, del mismo modo que del trabajo conjunto. Por esto Cosentino expone que el futuro de Dinapsis dependerá de la colaboración con el resto de los centros de la red y, sobre todo, de la cooperación y alianzas con agentes externos para seguir demostrando que Dinapsis y su hub de Barcelona son mucho más que datos, sino beneficios para las sociedades.
