La Comisión Europea ha comunicado oficialmente su decisión de no modificar la Directiva Marco del Agua (DMA) y de dedicar sus esfuerzos a que los Estados pongan en marcha las medidas para proteger y mejorar la salud de los ríos, humedales y acuíferos de aquí a 2027



Después de cinco años de trabajo en lo que constituye una revisión fundamental de la política comunitaria en materia de aguas y tras intensas negociaciones a lo largo de los últimos meses, el Consejo y el Parlamento Europeo, reunidos por segunda vez en el Comité de Conciliación, tras haber celebrado una primera reunión el 23 de mayo, lograron finalmente en la madrugada de este domingo un acuerdo sobre la propuesta de Directiva, por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas.
Esta Directiva establecerá un marco para la protección de todas las masas de agua superficial, continentales, de transición y costeras y subterráneas.
La reunión del 28 y 29 de junio estuvo copresidida por D. James Provan, Vicepresidente del Parlamento Europeo, y por el Presidente en ejercicio del Consejo, D. Pedro Silva Pereira, Secretario de Estado de Ordenación Territorial y Conservación de la Naturaleza de Portugal.
Ambas instituciones tendrán que corroborar ahora este acuerdo, por mayoría absoluta de los votos emitidos el Parlamento y por mayoría cualificada el Consejo, tras lo cual la Directiva será adoptada definitivamente.
Desde la introducción del procedimiento de codecisión, el debate de la propuesta de Directiva marco de aguas ha sido uno de las más difíciles, según reconoce la propia Comisión.
Sin embargo, a pesar de la naturaleza compleja de la propuesta legislativa, del número de modificaciones presentadas por el Parlamento Europeo, más de 66, y de las posiciones ampliamente divergentes, el procedimiento de codecisión ha demostrado que funciona incluso en tan difíciles circunstancias, y ello debido también a la buena cooperación interinstitucional.
Contaminación de las agua subterráneas
La conciliación se ha centrado, en particular, en los artículos 1 y 4, que establecen el objeto y los objetivos ambientales de la Directiva; el artículo 11, relativo al programa de medidas; el artículo 16, que establece las estrategias para combatir la contaminación de las aguas, y el nuevo artículo 16 bis, que introduce el principio de una directiva derivada dirigida a prevenir y controlar la contaminación de las agua subterráneas, así como en la definición de sustancias peligrosas del artículo 2.
La finalidad de la Directiva marco de aguas es evitar que siga deteriorándose el estado de las aguas, así como una mayor protección y mejora del medio acuático.
Además, tratará de prevenir la contaminación en general, previendo a este respecto la reducción paulatina de la contaminación química, en particular el cese o la reducción paulatina de los vertidos, las emisiones y las pérdidas de sustancias peligrosas prioritarias, que entrañan un riesgo inaceptable para el medio acuático o a través de él.
El calendario para la actuación a este respecto no superará los 20 años, una vez adoptada la lista de sustancias definida.
Además, como resultado de la conciliación, los calendarios para la aplicación de los diversos aspectos de la Directiva se han reducido -en la mayoría de los casos a un año- con respecto a la posición común.
- Desarrollar unas políticas integradas y coherentes en materia de aguas,
- Ofrecer una «red de seguridad» destinada a distinguir las cuestiones relativas a las aguas que todavía no se abordan adecuadamente y que requerirán acciones para solucionar la situación,
- Sentar una base sólida para la recopilación y el análisis de una importante cantidad de información sobre el estado del medio acuático, a fin de proporcionar la información esencial sobre cuya base las autoridades competentes puedan desarrollar unas políticas acertadas y sostenibles,
- Exigir transparencia basada en la publicación y difusión de información y en la consulta a la opinión pública.
La Comisión Europea afirma que “la Directiva Marco del Agua es una norma fundamental de la legislación comunitaria para proteger el medio ambiente y debe mantenerse fuerte y ambiciosa como hasta ahora”.
Un mensaje importante para los ríos, humedales y acuíferos de toda Europa.
Este mensaje fue transmitido en la reunión de Directores del Agua de los Estados miembros de la pasada semana, y corroborado formalmente en declaraciones a los medios por el Comisario de Medioambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, que considera que la DMA es una pieza fundamental de la legislación ambiental de la Unión Europea y está aquí para mantenerse en su forma actual.Según la Fundación Savia en España, una coalición de 138 organizaciones de la sociedad civil, mostraron su apoyo a esta norma en el Manifiesto en defensa de la DMA en 2019, han recibido con gran satisfacción esta decisión por parte de la Comisión Europea.
Los firmantes consideran que la DMA es una pieza clave de la legislación ambiental europea que tiene por objetivo el conseguir el buen estado de todos los ríos, humedales y acuíferos europeos para el año 2027.
A pesar de que aún queda un largo camino hasta lograr estos objetivos, exigen a los Estados miembros que dejen atrás las excusas y se pongan a trabajar para cumplir con estas obligaciones.
Estas 138 organizaciones, que forman parte de la coalición Living Rivers Europe, quieren lanzar un claro mensaje de que “ésta es una victoria importantísima para la sociedad civil, que ha mostrado su compromiso por la defensa del bien común, y que hoy más que nunca necesitamos una Directiva fuerte que garantice el agua que necesitan las personas y la naturaleza”.
Las entidades de la campaña solicitan al Ministerio para la Transición ecológica y el Reto Demográfico que, este mensaje de la Comisión Europea, debe reflejarse en la revisión del tercer ciclo de planificación ya iniciado.