Doñana a examen: la Unesco investiga su estado de conservación - EL ÁGORA DIARIO

Doñana a examen: la Unesco investiga su estado de conservación

La explotación del acuífero de Doñana y sus efectos en la biodiversidad están haciendo peligrar su estatus de Patrimonio de la Humanidad, declarado en 1994. Una delegación de la Unesco y otras entidades internacionales visita el parque esta semana para comprobar el estado de conservación del humedal más grande de Europa


En el mes de julio del pasado año la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) anunció su decisión de vigilar uno de los espacios verdes más emblemáticos de España, el parque natural de Doñana (Huelva). La preocupante situación del acuífero y su impacto en la biodiversidad de este entorno privilegiado están haciendo peligrar el estatus de Patrimonio Mundial de la Humanidad que obtuvo en 1994.

Así lo advirtió este verano el organismo internacional durante la 43ª sesión del Comité del Patrimonio Mundial de la Humanidad en Baku (Azerbaiyán). La Unesco fue clara: si la situación no se revierte, podría suponer un “daño potencial a los actuales valores universales excepcionales que motivaron su declaración como Patrimonio de la Humanidad”.

Como parte del compromiso de vigilancia adoptado, una delegación compuesta por representantes de la Unesco, la Red Ramsar y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) está de visita esta semana en Doñana para examinar in situ el estado de conservación del parque. Además, los miembros de la misión tendrán reuniones con representantes de la administración, empresarios, organizaciones agrarias y ONG conservacionistas, como World Wildlife Fund (WWF) que participa en calidad de observador.

La entidad se ha reunido hoy con la delegación visitante para presentarle un informe de la situación de Doñana en el que destacan los problemas en la gestión del agua, su calidad y cantidad, y los reiterados robos de agua para el regadío.

La lucha por el agua

El humedal más importante de Europa se encuentra cercado por más de 8.000 hectáreas de cultivos intensivos bajo plástico. De ellas, más de 1.600 hectáreas se encuentran en “situación claramente irregular”, según denuncia WWF.

Este verano la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir cerró en el entorno de Doñana 77 pozos declarados ilegales por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y se procedió al sellado de dos balsas de acopio y distribución.

El pasado mes de enero, en el desarrollo de la operación Mizu del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, se detectaron 28 excavaciones y 37 pozos ilegales y se procedió a la investigación de 13 personas jurídicas y 16 personas físicas.

Balsa de riego clausurada en Doñana. | Foto: Jorge Sierra / WWF

En cuanto a la lucha judicial contra los infractores, precisamente se acaba de hacer pública la sentencia de dos años de cárcel  en segunda instancia a dos empresarios por la extracción ilegal de agua para sus respectivas actividades agrícolas, sin autorización alguna por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).

En este sentido, el portavoz de WWF en Doñana, Juan José Carmona, destaca el «buen trabajo» de la Fiscalía de Huelva para atajar estos delitos medioambientales así como las operaciones de cierre de pozos ilegales. Sin embargo «todavía hay una asignatura pendiente: el cierre de las hectáreas de cultivo ilegales«, competencia de la Junta de Andalucía. «Se cierran los pozos pero no las explotaciones agrícolas, por lo que buscan el agua en otro sitio y el problema no se acaba», lamenta Carmona.

Además de la explotación incontrolada del acuífero, Doñana se enfrenta a otros problemas que amenazan su sosteniblidad. Es el caso del «preocupante» proyecto de reapertura de la mina de Aznalcóllar, que en 1998 provocó un desastre ecológico por un vertido de lodos tóxicos en el parque natural de Doñana, o las iniciativas de construcción de grandes infraestructuras de almacenamiento de gas natural. También se sigue insistiendo en la construcción de una autovía entre Cádiz y Huelva y en aumentar la autovía que une Sevilla con las playas onubenses. «Son iniciativas que quieren llenar Doñana de asfalto. Es incomprensible que en un espacio que debería estar a la cabeza en sosteniblidad se intenten implementar soluciones que ya se han demostrado ineficaces en otros lugares», lamenta Juan José Carmona.

Consecuencias en la biodiversidad

La presión de la agricultura y la proliferación de extracciones ilegales de agua del acuífero de Doñana han puesto al parque en una situación complicada que ya está afectando a la biodiversidad , empezando por «los más débiles». El portavoz de WWF habla de pérdida de especies de insectos, anfibios y reptiles en la zona de lagunas por la falta de agua. «Es un ecosistema al que se le están quitando piezas y tendrá consecuencias en cadena», advierte Carmona. Las plantas también están cambiando y se están imponiendo especies más resistentes a la sequía, cambiando el hábitat para muchos otros seres que habitan las marismas.

La situación también está afectando a las poblaciones de aves que cada año recalan en el parque para reproducirse, alimentarse, invernar o descansar en sus rutas migratorias. La ONG SEO/BirdLife ha denunciado en repetidas ocasiones la situación que califica de “extrema” y alerta de que la mitad de las aves amenazadas que se refugian en Doñana, presentan una “tendencia negativa” en la población reproductora.

Las organizaciones ecologistas esperan que, a raíz de esta visita, la Unesco, Red Ramsar y UICN exijan al Gobierno y a la Junta de Andalucía medidas concretas que pongan fin a las amenazas a este enclave natural. Sin duda, un patrimonio de un valor incalculable que la humanidad debe proteger.



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