Por segundad semana consecutiva la reserva hidráulica se mantiene sin variaciones en el 64,2% de su capacidad de embalsamiento por el final del efecto Filomena y el deshielo de la nieve que dejó en casi toda la península



El comienzo de la primavera ha dejado a Filomena en el olvido y sus efectos, por el deshielo de la capa de nieve que dejó a su paso, han desaparecido de la reserva hidráulica que, por segunda semana consecutiva, se mantiene en el 64,2% de su capacidad.
Según los datos facilitados por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico los embalses almacenan actualmente 35.877 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, disminuyendo en la última semana en 11 hectómetros cúbicos (el 0,0% de la capacidad total actual de los embalses).
Durante los últimos siete días las precipitaciones han sido escasas en la vertiente atlántica mientras que han afectado principalmente a la mediterránea, con la máxima recogida en Alicante: 42,4 litros por metro cuadrado.
Por zonas, en Cantábrico Oriental la reserva se encuentra al 90,4%; el Cantábrico Occidental al 80,5%; el Miño-Sil al 82,8%; Galicia Costa al 81,6%; Cuencas internas del País Vasco al 100%; Duero al 83,1%; Tajo al 72,7%; Guadiana al 41,6%; Tinto, Odiel y Piedras al 81,7%; Guadalete-Barbate al 47,4%; Guadalquivir al 42,2%; Cuenca Mediterránea Andaluza al 51,4%; Segura al 42,1%; Júcar al 60%; Ebro al 80,6%; y Cuencas internas de Cataluña al 88,3%
La recuperación de agua de los embalses del Alto Guadiana, que llevan febrero y marzo subiendo de nivel a costa de las nevadas que dejó la borrasca Filomena (sobre todo en el norte) acaba de dar los primeros síntomas de estancamiento: 0,4 hectómetros cúbicos en la última semana.
En términos porcentuales los embalses del Guadiana en Ciudad Real, la principal cuenca hidrográfica, solo están tres puntos por encima de la marca del año pasado por estas fechas.