Empeora el conflicto entre Egipto y Etiopía por la presa del Nilo

Empeora el conflicto entre Egipto y Etiopía por la presa del Nilo

El Gobierno de Etiopía acusa a Egipto de «obstinarse» en defender distribuciones del agua de carácter «colonial» y las negociaciones entre ambos países siguen bloqueando el comienzo del relleno de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD)


En punto muerto y sin atisbo de solución: así está la negociación para resolver la disputa de la construcción de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD) en el Nilo Azul, que enfrenta a Etiopía y Egipto. Estas dos potencias de África llevan años enfrentados por la construcción de este embalse, que el Gobierno etíope empezó a edificar en 2011 con el objetivo de garantizar recursos hídricos a este país del Cuerno de África y exportar electricidad para impulsar su desarrollo. Egipto reclama sus «derechos históricos» sobre el Nilo y considera la presa una «amenaza a la seguridad nacional» porque teme que reduzca notablemente el caudal del río que riega el país árabe y que le proporciona en torno al 90% de su agua dulce.

Este domingo, el Gobierno de Etiopía ha asegurado que ve «inaceptable» la postura de Egipto en la negociación sobre la GERD y acusa a ese país de «obstinarse» en defender distribuciones del agua de carácter «colonial». El Ejecutivo de Abiy Ahmed se ha pronunciado así después de que este sábado Egipto acusara a Adís Abeba de «intransigencia» y asegurara que no espera avances de la nueva ronda de negociaciones que se inició esta semana de forma virtual por iniciativa de Sudán, el tercer país implicado en el diálogo sobre el proyecto.

Aunque Egipto, Etiopía y Sudán acordaron en 2015 que la construcción del megaproyecto no debía afectar a la economía, al caudal del río y a la seguridad hidroeléctrica de ninguno de los tres Estados ribereños, desde entonces han prevalecido las desavenencias y los etíopes acusan a Egipto de valerse de normas que datan de la colonización británica para legitimitar su postura. De hecho, el Acuerdo sobre las Aguas del Nilo de 1959, firmado por Egipto y Sudán bajo el auspicio británico, otorga a estos dos países el control del caudal del río, pero Etiopía no reconoce ese pacto.

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Cascadas en el Nilo Azul a su paso por Etiopía.

«Cualquier intento de confundir a la comunidad internacional o de hacer campaña para ejercer máxima presión sobre Etiopía para aceptar tratados de base colonial«, que implica limitar lo que el país etíope ve como su legítimo derecho de usar el Nilo Azul  «es inaceptable«, ha señalado este lunes el Ministerio de Agua, Irrigación y Energía etíope. En cualquier caso, y a pesar del tenso ambiente, las negociaciones deberán continuar este lunes de forma virtual, con observadores internacionales.

El primer ministro etíope, galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 2019, ha subrayado que actualmente su objetivo prioritario es atajar la amenaza existencial del coronavirus, «pero eso no debería impedirnos acabar nuestra presa, que es nuestro sustento». «Salvar vidas es nuestra prioridad, pero la segunda es la GERD«, que es «símbolo de la soberanía y la unidad nacional», ha zanjado Abiy.

Negociaciones estancadas

El último intento dialogado de solventar el contencioso fueron las negociaciones desarrolladas en enero y febrero de este año en Washington, bajo auspicio de Estados Unidos y el Banco Mundial (BM). La mediación estadounidense no ha servido por ahora para solucionar el conflicto e incluso ha podido llevar a un distanciamiento de las posiciones. Todo, porque el Departamento del Tesoro de Estados Unidos reclamó que «las pruebas finales y el relleno no deberían tener lugar sin un acuerdo» entre los tres países, una exigencia que molestó sobremanera a Etiopía, que quiere empezar con el relleno en julio próximo.

«A lo que Etiopía se opone es a los roles cambiantes de Estados Unidos como facilitador o mediador. Solo aceptamos los papeles de Estados Unidos y el Banco Mundial como observadores y queremos que se adhieran sólo a eso», espetó el ministro etíope de Recursos Hídricos, Seleshi Bekele, quien dijo apostar aún por el diálogo. Sin embargo, esa actitud negociadora pero sin concesiones reales se ha visto siempre en Egipto como una táctica obstruccionista de Etiopía.

Río Nilo. | Foto: Ron Porter.

Desde entonces, la tensión entre Etiopía y Egipto ha ido en aumento hasta el punto de que el Ministerio de Exteriores egipcio amenazó con usar «todos los medios necesarios» para proteger sus «intereses», en una velada referencia al posible uso de la fuerza. Según William Davison, experto del International Crisis Group (ICG), «las posiciones de las partes se han endurecido desde el colapso de las conversaciones a fines de febrero, y las circunstancias actuales parecen demasiado acaloradas para permitir un acuerdo integral a corto plazo».

El ICG, sin embargo, cree posible un «acuerdo provisional» que rija los dos primeros años de llenado del embalse, durante los cuales Etiopía almacenaría sólo agua suficiente para probar las turbinas. La reanudación de las negociaciones esta semana es un primer paso en la buena dirección, aunque las declaraciones previas de ambos países no estén ayudando a crear un clima propicio para el acuerdo.

El Nilo Azul fluye desde Etiopía a Sudán, donde se une al Nilo Blanco cerca de la capital, Jartum, para formar el Río Nilo. El 85% de las aguas del Nilo se originan en Etiopía desde el Nilo Azul, uno de los dos principales afluentes del Nilo.



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