El Consejo de Ministros ha autorizado la realización de un trasvase de un máximo de 4,99 hectómetros cúbicos desde el embalse del Ebro para el abastecimiento de Santander, de forma excepcional y para este año hidrológico. La medida aviva la guerra del agua que enfrenta a Cantabria y Aragón por los recursos del río



El Consejo de Ministros ha autorizado un trasvase de un máximo de 4,99 hectómetros cúbicos desde el embalse del Ebro para cubrir las necesidades de abastecimiento de Santander y de las comarcas aledañas durante el presente año hidrológico, una vez agotados los recursos de los sistemas de abastecimiento propios.
La medida del gobierno llega después del enfrentamiento que en los últimos meses han protagonizado los gobiernos de Aragón y Cantabria respecto a este trasvase. El agua provendría del embalse del Ebro, que se encuentra en Cantabria, comunidad autónoma donde nace el río. Sin embargo, la ciudad de Santander no pertenece a la cuenca del Ebro sino a la del Cantábrico, razón por la cual cualquier movimiento de aguas del río más caudoloso de España a la capital cántabra tiene la consideración técnica y jurídica de un trasvase entre cuencas, algo para lo
El acuerdo aprobado por el Consejo de Ministros abre la posibilidad de transferir 4,99 hectómetros cúbicos desde el embalse del Ebro en el presente año hidrológico y en el supuesto de que exista riesgo para el abastecimiento debido al agotamiento de recursos en los sistemas ordinarios de estas poblaciones.
Así, el acuerdo del Consejo de Ministros atribuye a la Dirección General del Agua, una vez oídas las confederaciones hidrográficas del Ebro y del Cantábrico, la encargada de concretar, en función de las circunstancias hidrológicas y las necesidades de abastecimiento, el alcance y condiciones de la transferencia hasta un máximo 4,99 hm3, que no podrá rebasarse.
Este trasvase hídrico estará sometido al principio de recuperación de costes por el que los usuarios de la transferencia quedan obligados a abonar los cánones y tarifas.
En todo caso, la transferencia se hará en caso de que haya riesgo de desabastecimiento y durante el tiempo que sea estrictamente imprescindible para completar las necesidades de la población de Santander y comarcas cercanas.
El volumen que se autorice se entenderá como el máximo anual medido en los puntos de toma de la cuenca cedente, situados en el embalse del Ebro, en los que será preciso establecer el adecuado control que garantice que no se supera el volumen máximo autorizado.
Además el Ejecutivo ha definido las infraestructuras hidráulicas asociadas al trasvase. En concreto se realizará una captación del embalse del Ebro y una tubería de transporte en Y, con dos ramales de conexión a los sistemas de abastecimiento de Santander y Torrelavega.
Reacciones enfrentadas
La decisión del Consejo de Ministros ha suscitado la reacción en ambos gobiernos autonómicos. Para el ejecutivo de Cantabria el acuerdo es «insuficiente», ya que su aspiración es que el trasvase sea «indefinido» y ligado como es el caso al año hidrológico.
El ejecutivo cántabro, en nota de prensa, considera que el acuerdo alcanzado «da mucha tranquilidad de cara a lo queda de verano», porque se podrá tomar el agua que se necesite del pantano del Ebro «hasta esa cantidad sin necesidad de devolverla”. No obstante, ha solicitado una reunión “urgente” con la Secretaría de Estado de Medio Ambiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, para conocer las motivaciones del texto aprobado.
Por su parte, el ayuntamiento de Santander ha exigido al Gobierno una solución “definitiva” para el abastecimiento de agua a la ciudad, dado que la autorización del Consejo de Ministros para el trasvase de 4,99 hectómetros cúbicos del Ebro tiene vigencia únicamente hasta el 30 de septiembre, ya que los años hidrológicos se computan de 1 de octubre a 1 de octubre.
La concejala de Medio Ambiente, Margarita Rojo, aunque ha valorado positivamente la medida aprobada por el Consejo de Ministros la ha considerado “claramente insuficiente”. “Una necesidad tan básica e imperiosa para los santanderinos no puede resolverse con un apaño de un mes y medio, dado que nos obliga a estar continuamente con la espada de Damocles sobre la cabeza”, ha señalado según informa Efe.
Por parte aragonesa, el presidente Javier Lambán ya anunció que Aragón recurriría a la vía judicial si se autorizaba el trasvase. Lo haría, explicó, en defensa del Estatuto de Autonomía de la Comunidad y en virtud de la Ley de Aguas y Ríos de Aragón. Para Lambán, recurrir judicialmente este tipo de trasvases responde a su “legítimo derecho a que el agua del Ebro transcurra íntegramente y se utilice exclusivamente dentro de la cuenca del Ebro“.
