México es un país grande y complejo. Aún quienes nacimos en él y lo recorremos por turismo, necesidad o trabajo, dejamos de conocer rincones que esconden maravillas casi inconcebibles, que la ciencia y su difusión nos van revelando y motivando la búsqueda que a veces se retrasa, hasta que se da la oportunidad.
La zona de Cuatro Ciénegas es para mí un referente que permaneció escondido, hasta que la oportunidad me permitió llegar a ella. Un viaje de trabajo de compañeros cercanos me permitió unirme a ellos y escapar de la oficina para recorrer en helicóptero la zona y poder tomar fotos de paisajes increíbles, poco accesibles por otros medios.


Como trabajadores de la Comisión Nacional del Agua en 2015, hicimos el viaje para recabar información sobre los daños a los ecosistemas, la sobreexplotación de los acuíferos únicos de la zona y sobre los conflictos entre agricultores y organizaciones protectoras del medio ambiente.
Ubicada en el estado de Coahuila, al noroeste de Monclova, la zona de Cuatro Ciénegas debe su nombre a sus abundantes manantiales que forman extensas ciénagas en medio del desierto. Es el resultado de un mar que hace millones de años emergió al mismo tiempo que la Sierra Madre Oriental, y las rocas marinas plegadas y fracturadas formaron la mayoría de sus sierras y lomas. Lo que los ojos pueden ver en sus alrededores desérticos son blancas arenas, pozas azules, ríos de aguas cristalinas, paredes de mármol, montañas verticales. Toda una combinación única y fabulosa.


Cuatrociénegas es uno de los 38 municipios del estado de Coahuila de Zaragoza, en el norte de México, en la Región Centro Desierto de Coahuila. Su cabecera municipal es la ciudad de Cuatrociénegas de Carranza.
La zona se considera la Galápagos mexicana por su biodiversidad y alto índice de endemismos. En noviembre de 1994 el gobierno decretó que el valle de Cuatrociénegas se protegería como Área de protección de flora y fauna Cuatrociénegas. Los manantiales, que constituyen una reserva de la biosfera, forman un ecosistema único con especies endémicas.
Un hábitat rico en endemismos
Sus condiciones geológicas favorecen el endemismo y la presencia de especies únicas, por lo que, para su protección, está prohibido introducirse en sus aguas.
A primera vista parece un grupo de pozas en una zona desértica rodeada de cultivos de alfalfa. Pero en el agua de este oasis existe una vasta diversidad de microorganismos, similares a los que existieron en la primera época del planeta. Un lugar único en el mundo.


En este conjunto de 200 pozas existen bacterias que provienen de las que aparecieron hace cientos de millones de años, cuando no había oxígeno en la atmósfera, y éstas pueden tener la llave de la cura del planeta.
Es uno de los valores poco conocidos del humedal, explica Valeria Souza Saldívar, investigadora del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y considerada una de las mayores especialistas en el ecosistema del enclave.
Los microorganismos en las pozas de Cuatro Ciénegas, como hicieron sus antecesores en el período Precámbrico, la primera y más larga etapa de la historia de la Tierra, sobreviven en un ambiente con pocos nutrientes, muy diferente al del resto del planeta. El agua de las pozas tiene un alto contenido en minerales, pues está en contacto con residuos volcánicos, explica la especialista.


Son elementos parecidos a los que existieron en la primera fase de la Tierra, cuando se encontraba en un proceso de inestabilidad. De hecho, los continentes, como ahora existen, no se habían formado.
Hace cientos de millones de años en la zona que hoy es el estado de Coahuila ocurrió una fractura de placas tectónicas que dio origen a lo que hoy es el océano Atlántico.
En el periodo Precámbrico la formación del planeta, como ahora se conoce, aún no terminaba. La región de Cuatro Ciénegas, en ese entonces, estaba cubierta de agua. Algunos movimientos de placas tectónicas elevaron la superficie de la región y la aislaron del resto del océano. Parte de esas aguas quedaron atrapadas en yacimientos subterráneos, sobre todo bajo las montañas que rodean la zona.
Pero las pozas de Cuatro Ciénegas, especialmente el acuífero profundo, permanecieron virtualmente sin alteraciones y en condiciones similares a las de hace millones de años. Un ejemplo es que bajo el fondo del yacimiento de agua hay actividad magmática explica la investigadora de la UNAM. Esto permite el movimiento del agua desde el yacimiento subterráneo hacia la superficie, un proceso de filtración a través de las rocas.


Sin embargo, Cuatro Ciénegas está en riesgo de desaparecer, reconocen autoridades como la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). De acuerdo con el organismo «algunas pozas han sido destruidas, hay desecación, deforestación y modificación de los cuerpos de agua para uso turístico».
También existe sobreexplotación del acuífero a través de canales para el riego en cultivos de alfalfa, así como «sobrepastoreo por caballos y cabras principalmente». Es un problema serio, porque el acuífero está en una zona desértica con lluvia escasa, por lo que difícilmente puede recargarse, insiste la investigadora Souza Saldívar.


La única solución es suspender la extracción de agua y encontrar otro método para sostener los cultivos aledaños. Es parte del trabajo de la experta en la región. Desde 2004, Valeria Souza y su equipo guían a estudiantes de bachillerato en proyectos, por ejemplo, para conseguir un modelo de agricultura sustentable en el desierto.


En Cuatro Ciénegas, los peces, tortugas y reptiles siguen conservando sus rasgos como hace miles de años. Su presencia ha sido y es tan importante, que hoy forma parte de el Área Natural Protegida, ubicada a 8,5 kilómetros del pueblo. Su importancia es tal, que actualmente científicos de distintos países llegan a esta región para estudiar su flora y fauna, así como sus extraños fenómenos ecológicos.
El Valle de Cuatrociénegas es considerado el humedal más relevante dentro del desierto coahuilense y uno de los más destacados en nuestro país. A nivel mundial está clasificado como un sitio RAMSAR (humedal de importancia internacional), y también está considerado dentro de las Regiones Prioritarias para la Conservación elaboradas por el Fondo Mundial para la Naturaleza.
Presiones sobre el área
Científicos que investigan la cuenca y residentes locales afirman que han observado descargas reducidas y disminución en el agua superficial en Cuatrociénegas en años recientes. Algunos han responsabilizado a la agricultura en gran escala que se practica desde hace 20 años en los valles cercanos, cuyos mantos acuíferos se conectan de forma comprobada con el de Cuatrociénegas.
La extracción de candelilla, un arbusto de la familia Euforbia, se practica principalmente en las inmediaciones del área sobre las bajadas de la sierra y se procesa en los centros de población. Las actividades recreativas dentro del área eran practicadas básicamente por los lugareños y sus familias, pero a últimas fechas, se han promovido actividades como el campismo y la natación, que se realizan en diferentes sitios, con lo que se ha incrementado el número de visitantes.


Valeria Souza descubrió, sobre la base de estudios genéticos de microorganismos en Cuatrociénegas y en los valles adyacentes, que el acuífero se extiende mucho más allá de Cuatrociénegas e incluye los valles cercanos. Respecto a la causa de la desecación de lagos y ríos, Souza afirma: «De forma similar a situaciones que ocurren cada vez con más frecuencia en regiones áridas del mundo, el desarrollo agrícola y la extracción de agua en la región han colocado nuevas presiones en la integridad ecológica de los ecosistemas únicos de Cuatro Ciénegas.”
El investigador hidrogeólogo Brad Wolaver, de la Universidad de Texas, en Austin, ahora en Flinders University, Australia, también descubrió evidencia de que el acuífero que suministra el agua que emerge en la superficie de Cuatrociénegas se extiende mucho más allá de este valle y que, por tanto, es impactado por la extracción de agua en los valles aledaños.


Es todavía un problema no resuelto que pone en peligro una zona única en el país y probablemente en el planeta. Ahora fuera de la Comisión, el contacto se pierde, el Valle de Cuatrociénegas se convierte en una anécdota. Estoy seguro que Valeria Souza y otras personas siguen luchando por su preservación, pero poco y pocos sabemos de ellas y sus esfuerzos. Hagamos votos porque en este mundo enfocado en la evolución económica y tecnológica, no olvidemos el vínculo con nuestro patrimonio natural. Si la población se interesara más en su conocimiento, podría generarse mayor preocupación por la conservación.
Referencias:
- Llorente-Bousquets, J., y S. Ocegueda. 2008. «Estado del conocimiento de la biota, en Capital natural de México», vol. I: Conocimiento actual de la biodiversidad. Conabio, México, pp. 283-322.
- Comisión Nacional del Agua. 1998. Programa Hidráulico Estatal 1996-2020. Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca. Gerencia Estatal en Coahuila. Unidad de Programación.
- Contreras-Balderas, S. 1984. “Environmental impacts in Cuatro Ciénegas, Coahuila, Mexico: A commentary”, pp. 85-88, en: Paul C. Marsh (ed.). Biota of Cuatro Ciénegas,
- Coahuila, Mexico: Proceedings of a Special Symposium. Fourteenth Annual Meeting, Desert Fish Council, Tempe, Arizona USA, 18-20 November 1983. Journal of the Arizona-Nevada Academy of Science.
- Digital Desert Library. (1999, January 8). The Chihuahuan Desert.
