Ni Daniele ni Hermine han logrado frenar la caída de la reserva hídrica que alcanza esta semana el 32,5% de su capacidad de sus embalses, el peor dato desde 1995 y siete puntos por debajo del dato del año pasado para esta semana



La reserva hídrica española está al 32,5% de su capacidad total. Los embalses almacenan actualmente 18.270 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, disminuyendo en la última semana en 540 hectómetros cúbicos (el 1% de la capacidad total actual de los embalses).
De acuerdo con los datos históricos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica se trata de la cifra más baja en la semana 39 en 27 años, ya que habría que remontarse hasta la misma semana de 1995, cuando los embalses estaban al 26,38%. Un año antes, en 1994, en esta misma semana los embalses se encontraban al 33,83%.
Sin embargo, esta semana las precipitaciones fueron abundantes en la vertiente Mediterránea y afectaron considerablemente a la vertiente Atlántica. En concreto, la máxima precipitación se ha recogido en Las Palmas de Gran Canaria, donde se han recogido 124,3 litros por metro cuadrado.
Aún así esta semana los embalses se sitúan un 35,26% por debajo de la media de los últimos diez años y siete puntos, un 18,93% menos, que en las mismas fechas de 2021.
La cuenca más afectada por la sequía es la del Guadalquivir, y en Sevilla -inclusive en la capital y su área metropolitana- ya se han anunciado las primeras restricciones para este otoño. La Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Agua de Sevilla, Emasesa, comenzará a limitar determinados usos del consumo de agua a partir del 3 de octubre, cuando tiene previsto declarar la alerta por sequía.
Las medidas que aplicará Emasesa son similares a las que tiene previsto aplicar la empresa Aljarafesa, que abastece de a más de 300.000 personas de otros 30 municipios de la provincia de Sevilla. En concreto, se fija la prohibición de utilizar agua potable para el riego y baldeo de calles, plazas y recintos públicos o privados, zonas verdes y jardines, llenado de piscinas -salvo que dispongan de sistemas de depuración y recirculación- o sistemas de refrigeración por agua que no dispongan y tengan en funcionamiento elementos de recirculación y reutilización.
Galicia amplía la prealerta por sequía
Galicia ha ampliado a parte de Vigo, Baiona y Nigrán la declaración de alerta por escasez en sus reservas de agua dulce, alcanzado así el penúltimo nivel en la escala en la que se gradúa la sequía y que culmina con la activación de emergencia por problemas de abastecimiento.
La Oficina Técnica de Sequía de la Xunta optó por activar la alerta al comprobar que el embalse baionés de Baíña se encuentra solo al 38,9 % de su capacidad y el vigués de Zamáns al 41,8%. Aunque en la declaración de la Administración autonómica se incluye como afectada a la zona sur de Vigo (un área que va desde la parroquia de Valadares hasta la de Saiáns y en la que viven 19.000 personas), desde el 28 de agosto el consistorio olívico decidió dejar las escasas reservas de Zamáns a Nigrán y Baiona, y abastecer al municipio en su totalidad desde el embalse de Eiras, el mayor de Galicia y que se ubica en Fornelos de Montes.
El embalse de Eiras entró también esta semana en situación de prealerta por sequía, al descender sus reservas al 73%, de las que se surten también los municipios de Redondela, Cangas, Moaña, Gondomar, Salceda, Mos, O Porriño, Fornelos, Ponte Caldelas y Soutomaior.
La alerta por sequía no conlleva por sí misma ninguna restricción para el consumo por parte de la población, pero sí recomendaciones a los ayuntamientos afectados para que minoren el volumen de agua a utilizar. De entrada, la alerta supone hacer público «un claro riesgo de imposibilidad de atender las demandas» de agua, como señala el Plan Especial de Sequía de la demarcación hidrográfica Galicia-Costa.
Se pueden suspender cautelarmente determinadas concesiones que empleen agua, limitar usos recreativos y reducir la presión nocturna en el abastecimiento. También se sugiere empezar a echar mano de medios excepcionales como cisternas, cuyo uso se incluso se podrá imponer en el caso de riego, usos industriales y hidroeléctricos, y los recreativos o ornamentales ser atendidos por aguas regeneradas.
