Tres de las cinco masas de agua de Doñana están ya oficialmente declaradas en «riesgo», lo que lo que implica limitaciones y actuaciones para revertir su estado y preservar la calidad del recurso hídrico, castigado por las extracciones ilegales



Las masas de agua subterránea «La Rocina», «Almonte» y «Marismas», que surten de agua al Espacio Natural de Doñana, están oficialmente desde este lunes, 24 de agosto, declaradas «en riesgo» ante su situación de deterioro lo que implica limitaciones y actuaciones para revertir su estado y preservar la calidad del recurso.
Así se recoge en el anuncio de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) de 31 de julio de 2020, publicada ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE), en el que se precisa que la declaración se hace efectiva a la vista de los estudios y documentos del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir, complementados con los realizados en el marco del tercer ciclo de Planificación Hidrológica y los específicos para este propósito.
La Rocina, Almonte y Marismas
Concretamente, se declaran tres de las cinco masas de agua del Parque, las masas de agua subterránea «La Rocina», «Almonte» y «Marismas», como en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo y también la de la masa de agua subterránea «La Rocina» como en riesgo de no alcanzar el buen estado químico.
Con esta entrada en vigor se hacen plenamente vigentes las limitaciones y plazos establecidos para el desarrollo del preceptivo Programa de Actuación para recuperar el buen estado cuantitativo mediante la reversión de la tendencia descendente de los niveles piezométricos y su posterior recuperación progresiva hasta cotas piezométricas similares a las del año 2000.
Se consideran los niveles de ese año como un horizonte posible de alcanzar, que implicaría una reversión de tendencias y consolidación de la mejoría y que además es representativo del estado del acuífero antes del último gran incremento de extracciones.
El plazo necesario para alcanzar los objetivos fijados se extenderá como mínimo hasta el 31 de diciembre de 2027
El Programa de Actuación debe contener criterios para determinar la extracción máxima anual que no podrá superar el volumen total considerado compatible con la Planificación Hidrológica ni el 80% del volumen disponible estipulado en Plan Hidrológico; y criterios para determinar las dotaciones, que no podrán superar las máximas previstas en el Plan Hidrológico.
Además, se apuesta por la incorporación de la figura de Hidrogeólogo Residente; por marcar directrices para el uso conjunto de aguas superficiales y subterráneas, cuando proceda; por fijar criterios para el control de las extracciones de agua y por establecer condiciones bajo las cuales podrán otorgarse nuevos títulos de derecho de aguas, entre otras.
En el caso de «La Rocina», se adoptarán medidas para recuperar el buen estado químico.


Con esta declaración de sobreexplotación, cuya tramitación se inició en febrero de 2019, el Organismo de cuenca queda obligado a elaborar un programa de actuación para la recuperación de las masas de agua y un plan de extracciones para la explotación racional de los acuíferos con el objetivo de mejorar el estado de estas masas, y proteger y mejorar los ecosistemas asociados.
Este programa, que permitirá un mayor control de la gestión del agua, determinará los volúmenes de uso de agua autorizados, que podrán modificarse en momentos de especial afección, como por ejemplo son los períodos de sequía.
Asimismo, asegurará que los aprovechamientos se ciñen a los planes existentes y permite adaptar las extracciones a las posibilidades de cada momento. Mientras se tramita el plan, la Confederación puede, en su caso, adoptar medidas cautelares.
Especial control en el Parque Natural de Doñana
En paralelo a esta declaración, el Ministerio de Transición Ecológica ya anunció el pasado mes de julio que trabaja para para que Doñana sea objeto de un análisis especial en el Tercer Ciclo de la Planificación Hidrológica y, de hecho, se ha incluido en el Esquema provisional de Temas Importantes (EpTI), que en la actualidad se encuentra en fase de consulta pública.
Fruto de la intensificación de las tareas de control e inspección en todas las confederaciones, en 2019 se han efectuado 97 inspecciones a parcelas, levantado 43 actas y denunciado una superficie de 379,3 hectáreas de riego no autorizado.
Al trabajo de inspección se unen las tareas para ejecutar las decisiones judiciales de cierre de extracciones ilegales. Desde agosto de 2019 se han cerrado 116 pozos sin autorización por ejecución forzosa, entre ellos los 77 pozos de Lucena del Puerto (Huelva) y los 4 sondeos de Almonte ubicados en la finca de mayor superficie irregular de Doñana.


También en los últimos dos años se han revisado y tramitado más de 400 expedientes en distintas situaciones administrativas, para garantizar la actividad sostenible de los usuarios de Doñana.
Entre ellas, la resolución de las concesiones de Matalagrana y El Condado, otorgadas el mes pasado que, junto a la Comunidad de Regantes de El Fresno, autorizada en 2019, supone la regularización de los derechos de agua de una extensión agrícola de más de 2.100 hectáreas, amparadas por el Plan de la Corona Norte de Doñana de la Junta de Andalucía.
Estos derechos han permitido el cierre de 250 pozos, que alcanzarán los 450 una vez finalice la regularización de las 318 hectáreas pendientes de la C.R. El Fresno, actualmente en tramitación.