En el inicio del curso, el lavado de manos vuelve a ser para los alumnos uno de los principales escudos frente al covid-19. Pero Unicef alerta de que esto es un lujo para 818 millones de niños en el mundo, cuyas escuelas no tienen un acceso seguro al agua



Esta semana España comienza el curso escolar manteniendo medidas de seguridad por la pandemia de covid-19 pero con mucha más tranquilidad por parte de profesores, padres y alumnos que en 2020. Las vacunas, las medidas de higiene y la experiencia del curso pasado, que transcurrió con bastante tranquilidad de manera generalizada, hacen esperar que esta nueva etapa se desarrolle también sin incidentes en la inmensa mayoría de los casos.
En las reuniones preparatorias con los padres y comunicaciones por parte de los colegios en estos días, hay un mensaje que siempre se repite. Si bien algunas medidas se han ido relajando, la higiene en las aulas sigue siendo la constante que más seguridad aporta frente al virus. Lavarse las manos con agua y jabón varias veces durante la jornada escolar será el principal escudo para los alumnos, sobre todo para los más pequeños que no llevan mascarillas.
Pero este gesto tan sencillo de abrir un grifo y que el agua salga de manera segura y con una calidad excepcional para lavarse las manos y para beber, o contar con unos aseos bien equipados en los colegios no es algo cotidiano para millones de niños en el mundo.
Según los último datos de Unicef, el 43% de las escuelas de todo el mundo no tienen acceso a un lavado de manos básico con agua y jabón, una condición clave para que las escuelas sean capaces de operar de forma segura en medio de la pandemia.


Según el informe especial de Unicef ‘Progreso en agua, saneamiento e higiene en las escuelas’, con el foco puesto en la pandemia de covid-19, alrededor de 818 millones de niños carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos en sus escuelas, lo que los pone en mayor riesgo de contraer covid-19 y otras enfermedades transmisibles. Más de un tercio de estos niños (295 millones) son de África subsahariana. En los países menos adelantados, 7 de cada 10 escuelas carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos y la mitad de las escuelas carecen de servicios básicos de agua y saneamiento.
Además, en los 60 países identificados como de mayor riesgo de crisis de salud y humanitaria debido a la pandemia, una de cada dos escuelas carecía de servicios básicos de agua y saneamiento y tres de cada cuatro carecían de servicios básicos de lavado de manos.
El informe enfatiza que los gobiernos que buscan controlar la propagación del coronavirus deben equilibrar la necesidad de implementar medidas de salud pública con los impactos sociales y económicos asociados de las medidas de bloqueo. La evidencia de los impactos negativos de los cierres prolongados de escuelas en la seguridad, el bienestar y el aprendizaje de los niños está bien documentada, dice el informe.
“Los cierres de escuelas en todo el mundo desde el inicio de la pandemia de COVID-19 han presentado un desafío sin precedentes para la educación y el bienestar de los niños”, señala Henrietta Fore, directora ejecutiva de UNICEF. “Debemos priorizar el aprendizaje de los niños. Esto significa asegurarse de que las escuelas sean seguras para reabrir, incluso con acceso a higiene de manos, agua potable y saneamiento seguro».


El informe identifica varios recursos necesarios para la prevención y el control del covid-19 en las escuelas, incluidas 10 acciones inmediatas y listas de verificación de seguridad. Se basa en las directrices sobre la reapertura segura de escuelas emitidas por la UNESCO, UNICEF, el PMA y el Banco Mundial con consejos prácticos para las autoridades nacionales y locales sobre cómo prepararse para la reapertura segura de las escuelas y mantener seguros a los niños cuando regresan a la escuela. Las pautas incluyen varios protocolos relacionados con el agua sobre medidas de higiene, uso de equipo de protección personal, limpieza y desinfección, además de proporcionar acceso a agua limpia, estaciones para lavarse las manos con jabón e inodoros seguros.
Crisis educativa en LATAM
La situación de la infancia en América Latina y Caribe a causa de la pandemia ha empeorado en todos los índices de bienestar a causa del cierre prolongado de colegios, que aún prosigue en muchos países. Hace apenas una semana, la Unesco publicaba un comunicado para analizar la situación con motivo de la apertura de centros en México.
«Desde marzo de 2020, a causa de la pandemia, 32 países de América Latina y el Caribe suspendieron clases presenciales y habilitaron programas de educación a distancia. Si bien la medida evitó de manera inmediata la propagación del virus entre el personal educativo, diversos informes de Naciones Unidas y agencias como UNESCO, UNICEF, CEPAL, PNUD y FAO identificaron que el largo confinamiento ha tenido al menos tres consecuencias nocivas para estudiantes y docentes», comienza el comunicado.
En primer lugar, la Unesco identifica una crisis de aprendizaje, a causa de que el trabajo en línea redujo las horas de enseñanza en al menos el 40%, y el aumento del abandono escolar debido a que muchas familias no pueden acceder a las clases al carecer de dispositivos digitales.
En segundo lugar, destaca amenazas para la salud y aumento de la desnutrición debido a que millones de niños depende de las comidas escolares como fuente fiable de alimentación. A lo que hay que sumar impactos en la salud mental de los pequeños como el estrés, la depresión, la adicción a la tecnología o el aislamiento social.


Por último, la Unesco denuncia el aumento de violencia y maltrato en la familia así como las situaciones de pobreza. Se estima que en el mundo, a raíz de la crisis provocada por la pandemia, este año caigan en la pobreza extrema unos 50 millones de niños y adolescentes.
Por todo ello, la organización pide la apertura de las escuelas siguiendo una serie de medidas y protocolos de seguridad. En ellos, el agua tiene un especial protagonismo, ya que disponer de agua limpia para beber y realizar lavados frecuentes de manos con jabón, así como disponer de aseos equipados y saneamiento seguro son condiciones indispensables para que los niños acudan al colegio.
«Es necesario promover de manera intensiva medidas concretas de higiene, saneamiento y seguridad, como el lavado de manos con agua y jabón, el uso de gel desinfectante, el empleo correcto de mascarillas y la implementación de estrategias de seguridad para el uso de los baños», señala el informe.
