España lidera la demolición de barreras fluviales en la UE

España lidera la demolición de barreras fluviales en la UE

El año pasado se batió el récord de remoción de barreras fluviales en los ríos europeos con 239 eliminadas. Un total de 108 estructuras fueron retiradas de ríos en España, que lidera el ranking europeo de liberación de cauces fluviales


Los ríos europeos son los más fragmentados del mundo, lo que ha provocado la pérdida de muchas especies y hábitats. Una de las principales causas de la fragmentación de los ríos es la presencia de barreras artificiales para el flujo del río. La remoción de barreras fluviales es una solución rápida y relativamente rentable para restaurar la continuidad del río y mejorar la calidad del agua, restaurar la diversidad y la abundancia de vida en los ríos y sus hábitats circundantes y aumentar la conectividad y resiliencia de los ecosistemas.

Los ríos europeos están fragmentados por, al menos, 1,2 millones de barreras artificiales, como presas, esclusas o azudes, lo que hace que los cauces fluviales de Europa son de los más fragmentados del mundo, con una densidad media aproximada de 0,74 obstáculos cada kilómetro.

La mayoría de las barreras fluviales europeas sirven para controlar el flujo de agua o acomodar los cruces de caminos y, aunque suelen identificarse con grandes construcciones como presas de más de diez metros, estas solo representan un 1%.

España es un país con ríos «bastante fragmentados», donde se estima que existe más de 100.000 de estas infraestructuras con una densidad media de casi una por kilómetro. Las cuencas fluviales españolas son muchas y pequeñas en una orografía montañosa, por lo que hay muchos lugares propicios para levantar presas y, como país mediterráneo, se suele hacer un uso intensivo del agua. Todo ello supone, que España sea probablemente uno de los países europeos con más barreras en relación a la superficie y longitud fluvial.

Para revertir esta situación, el año pasado, por primera vez en la historia europea, se lanzó un nuevo Programa Open Rivers de 42,5 millones de euros para restaurar ríos mediante la eliminación de presas.

Una mayor concienciación y este respaldo financiero ha logrado que 2021 sea ya un año récord con al menos 239 presas eliminadas en 17 países europeos, un 137% más que en 2020.

Según el informe Dam Removal Europe, que será presentado en el Congreso Internacional  «Ríos conectados» en Lisboa (del 19 al 21 de mayo),  un evento que se lleva a cabo junto con las celebraciones del Día Mundial de la Migración de Peces, la cantidad de presas eliminadas es un buen avance, pero todavía existe un gran desafío para eliminar todas las barreras y crear ríos que fluyan libremente en Europa.

El informe recientemente publicado cuenta al menos 239 presas eliminadas en 17 países europeos en 2021. El 76% de las barreras eran presas y presas de baja altura, pero el 24% del total superaba los 2 metros.

Eliminación presa de Matabosch, España Julio 2021 © Agencia Catalana del agua ACA

Solo España ha eliminado más barreras ( 108 ) en 2021 que todos los demás países europeos juntos en 2020 (101)
España es el país líder con 108 estructuras retiradas de sus ríos, incluida la presa más alta retirada en 2021 (13 metros de altura). El país ibérico sigue eliminando barreras a un ritmo cada vez mayor, demostrando una vez más la importancia de una ley que obligue al desmantelamiento de presas obsoletas.

Tres países, Portugal, Montenegro y Eslovaquia, registraron su primera remoción y en Finlandia se desmanteló una represa hidroeléctrica en funcionamiento.

“Al menos 150.000 barreras viejas, obsoletas y sin propósito obstruyen los ríos europeos. Está claro que estamos al comienzo de un cambio hacia la eliminación de represas, mientras que el tema todavía se considera muy controvertido en muchos países”, señala Herman Wanningen, director de la Fundación Mundial de Migración de Peces participante en el informe.

“La remoción de represas es la herramienta más eficiente para restaurar ríos de flujo libre llenos de peces. Esta herramienta debería implementarse en todas partes de Europa, comenzando por las barreras antiguas y obsoletas que están fuera de uso o que ya no tienen ninguna función económica», afirma.

Para las organizaciones ambientalistas implicadas en el Proyectos DAM Removal Europa señalan que la restauración de al menos 25.000 km de ríos a un estado de flujo libre  es uno de los elementos clave de la Estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea para 2030, que forma parte del Pacto Verde Europeo.

La asombrosa cantidad de 1,2 millones de barreras ha fragmentado los ríos europeos durante más de un siglo en muchos casos provocando una disminución del 93% de los peces migratorios de agua dulce en Europa. Esto requiere medidas urgentes y la eliminación de estos obstáculos no solo es necesaria para la vida silvestre, sino también para un futuro más saludable de nuestras sociedades.

Mapa de países europeos que eliminaron barreras en 2021. El gradiente de color se refiere al número de casos de eliminación.

Las barreras artificiales fragmentan los ríos europeos

Una de las principales causas de la fragmentación de los ríos es la presencia de barreras artificiales para el flujo del río. En 2020, el proyecto AMBER , financiado con fondos europeos, estimó que hay más de un millón de barreras en ríos y arroyos de toda Europa, lo que representa 0,74 barreras/km.

Esto está teniendo un impacto catastrófico en la biodiversidad. El cambio en el flujo causado por las represas puede impactar fundamentalmente en los hábitats, potencialmente a lo largo de miles de millas.

Presa Toranes ©Ríos con Vida

Los principales impactos negativos de las represas son el deterioro de la biodiversidad debido a que la migración de peces impedida puede hacer que ecosistemas acuáticos se vean privados de fuentes de nutrientes y minerales traza, lo que impacta negativamente en el resto de la cadena alimentaria.

Además provocan un deterioro de la calidad del agua causado por cambios de temperatura, contenido de oxígeno, circulación de nutrientes y, en algunos casos, productos químicos tóxicos del sitio de la represa.

También propician una pérdida de hábitat por cambios en el flujo y la carga de sedimentos dado que el agotamiento de los flujos río abajo puede afectar a los deltas costeros.

Los ríos pueden desconectarse de sus llanuras aluviales y humedales. Las represas también pueden socavar la capacidad de un río para proporcionar un control natural de las inundaciones, lo que puede aumentar las inundaciones en las comunidades durante las fuertes lluvias.

Ante la escalada del cambio climático, las masas de agua que se han alejado de su estado natural serán más vulnerables a los fenómenos extremos como inundaciones graves o períodos de sequía.



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