España progresa adecuadamente en el ODS6

España progresa adecuadamente en el ODS6

Los indicadores internacionales para el cumplimiento de la Agenda 2030 muestran el progreso positivo de España respecto al Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 relativo al agua y al saneamiento, que alcanzará plenamente antes de que acabe la década. En cuanto a consecución de los 17 ODS, España ha pasado del puesto 30 al 16 a nivel global en apenas 6 años


La Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN, por sus siglas en inglés) publicó la séptima edición de su Informe anual de Desarrollo Sostenible, que incluye el Índice ODS 2022, el Índice internacional de derrames 2022 y Paneles. Aunque a nivel global no todas son buenas noticias, para España el panorama respecto a los objetivos de forma global sale bien parado. Sobre todo con respecto al agua, ya que España muestra amplios avances con seis de los ocho los indicadores del ODS6 bien calificados.

En cuanto a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles la primera publicación del Informe -en 2016- colocaba al país en el puesto número 30 de 163 (con una calificación de 72,2/100); tan solo tres años después, en 2019, España se situaba en el peldaño 21 con un puntuación de 77,8/100. Este 2022, a pesar de dos años de pandemia, el país está en el lugar 16 a nivel global, con una calificación de 79,9 de 100.

España ODS
La tabla de indicadores de los ODS en España. | Imagen: SDSN

En la llamada Agenda 2030, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6 marca la necesidad de garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos. El recién publicado informe reconoce que España, en materia de agua y saneamiento, ha mostrado progresos el último año. Destaca que el ODS6, junto con el ODS5 (Igualdad de género) y el ODS8 (Trabajo decente y desarrollo económico) son los que han avanzado durante el último año; sin embargo, existe una diferencia con respecto al ODS6 de los otros dos: para los estándares fijados en la Agenda 2030, se considera que España está encaminado a cumplir con el 100% del ODS6, incluso antes de 2030.

Los retos

El informe fue presentado durante la celebración Estocolmo+50 por la SDSN en asociación con el Comité de Asistencia para el Desarrollo de la Organización para la Cooperación Económica. y Desarrollo (OCDE-CAD). Durante la presentación se hizo énfasis en la búsqueda de financiamiento para encaminar los ODS a nivel mundial, con especial hincapié en la búsqueda de asociaciones mundiales sólidas y cooperación (ODS17) que implica la inversión gubernamental pero también la empresarial.

Aunque en España el avance en el ODS 6 sea amplio, el informe deja ver que existen aún retos en dos indicadores que forman parte del objetivo: en materia de intensidad de extracción de agua dulce y el hacer frente a la escasez de agua. El informe de la SDSN enfatiza la necesidad de España de afrontar el estrés hídrico. Los indicadores fijados en la Agenda 2030 piden que la extracción de agua dulce sea proporcional a la de los recursos de agua disponibles. Sobre todo, tener en cuenta la relación entre el total de agua dulce extraída por los sectores principales (agricultura, silvicultura, pesca y manufactura) y el total de recursos renovables, después de tener en cuenta las necesidades ambientales de agua.

Un girasol seco en el campo en Castilla, España.

El segundo reto que afronta España en materia de agua según los indicadores del ODS6 es la escasez de agua, lo cual no es ninguna novedad. Este indicador pide que se se mida el consumo de agua ponderado por índices de escasez. Cabe mencionar que a pesar de que se califica que en  este rubro España tiene retos, la diferencia con Portugal es diametral. Esto se debe a que la SDSN considera que en tierras lusas la escasez de agua es preocupante.

Sin avances globales

Aunque España muestre progresos, en el resto del mundo no ha sido así. El informe advierte que «por segundo año consecutivo, el mundo ya no avanza en los ODS». Muestra que las crisis «múltiples y simultáneas» que abarcan las áreas de salud, clima, biodiversidad y geopolítica han golpeado más duramente a los países pobres y vulnerables, y presenta un plan global para financiar el desarrollo sostenible. El informe de SDSN de 2021 documentó la primera reversión en progreso desde que se adoptaron los ODS en 2015.

Los autores del informe, el presidente de SDSN, Jeffrey Sachs, Christian Kroll, Guillaume Lafortune, Grayson Fuller y Finn Woelm, argumentaron durante la presentación que además de los «costes humanitarios masivos», los conflictos militares, incluida la guerra en Ucrania, afectan la seguridad alimentaria y los precios de la energía.  Y que además, «desplazan el espacio para el pensamiento y las inversiones a largo plazo». «La paz, la diplomacia y la cooperación internacional son condiciones fundamentales para que el mundo avance en los ODS hacia 2030 y más allá», subrayaron.

El informe de este año revela una nueva disminución en el puntaje promedio global de los países en el Índice de ODS, principalmente debido a los impactos de la pandemia de covid-19 en el ODS 1 (cero pobreza) y ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico) y bajo desempeño en ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles), ODS 12 (consumo y producción responsable), ODS 13 (acción climática), ODS 14 (vida bajo el agua) y ODS 15 (vida de ecosistemas terrestres).

Diferencias diametrales

El Índice SDG 2022 clasifica a Finlandia, Dinamarca y Suecia en primer, segundo y tercer lugar, y los diez países con mejor desempeño son países europeos. Sin embargo, ninguno de ellos está en camino de lograr los ODS para 2030, debido a los grandes desafíos en varios Objetivos. El índice internacional de efectos secundarios de 2022 incluido en el informe también revela que los países ricos generan efectos indirectos socioeconómicos y ambientales negativos, incluso a través de cadenas de suministro, consumo y comercio insostenibles.

La región que más progresó en los ODS desde su adopción es el este y el sur de Asia, con Bangladesh y Camboya a la cabeza en términos de progreso logrado. Venezuela ha sufrido el mayor descenso desde la adopción de los ODS en 2015.

El informe también señala que, a mediados de 2030, los países varían mucho en términos de integración de los ODS en presupuestos, políticas y programas. Entre el Grupo de los 20 (G20), EE UU, Brasil y la Federación Rusa muestran el menor apoyo a los Objetivos. Los países nórdicos, por otro lado, así como Argentina, Alemania, Japón y México muestran niveles relativamente altos de apoyo a la Agenda 2030.

El informe destaca la Cumbre de los ODS 2023 como una oportunidad para «definir prioridades para restaurar y acelerar el progreso de los ODS para 2030 y más allá», y subraya que «los objetivos, estrategias y planes nacionales ambiciosos y sólidos son cruciales para convertir los ODS en una agenda de acción». Para apoyar los ODS, enfatiza la necesidad de ampliar las alianzas y las innovaciones en la cooperación científica y los datos a través de inversiones mayores y prolongadas en capacidades estadísticas, investigación y desarrollo, y educación y habilidades.

Financiación necesaria

Citando presupuestos de desarrollo reducidos, exprimidos por cambios en las prioridades estratégicas, especialmente en Europa, el informe describe un plan de cinco puntos para financiar los ODS a nivel mundial.

Según el informe el G20 debe canalizar «flujos de financiación mucho mayores» a los países en desarrollo para apoyar su desarrollo económico y ayudarlos a alcanzar los ODS; además sugieren que el G20 debe «aumentar considerablemente» la capacidad de préstamo y los flujos anuales de los bancos multilaterales de desarrollo (BMD). En esa misma línea sugiere que el G20 refuerce la financiación de los ODS para los países de ingresos bajos (LIC) y los países de ingresos medianos bajos (LMIC) a través de una mayor asistencia oficial para el desarrollo (AOD), la filantropía a gran escala y el refinanciamiento de las deudas vencidas.

El SDSN también arguye que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las agencias de calificación crediticia deben rediseñar las evaluaciones de la sostenibilidad de la deuda en función del potencial de crecimiento de los países en desarrollo y la necesidad de una «acumulación de capital mucho mayor». En cuanto a los países en desarrollo, dice el informe, deben trabajar con el FMI y los BMD para mejorar la gestión de la deuda y la solvencia mediante la adopción de medidas para prevenir futuras crisis de liquidez.



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