España se acerca a la que podría ser su octava sequía histórica

España se acerca a la que podría ser su octava sequía histórica

Después del segundo mes de enero más seco del siglo y con una reserva hidráulica al 44% España se acerca a la que podría se su octava sequía histórica tanto por la intensidad, la amplitud y la duración de la ausencia de lluvias invernales


España se asoma ya a la que podría ser su octava sequía histórica después del segundo mes de enero más seco del siglo y uno de los primeros trimestres de año hidrológico más secos que se recuerdan.

El propio Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, MITECO,  vislumbra ya esta escasez de agua como una realidad y ha comunicado que la situación general y actual del territorio español es seca y que podría verse agravada próximamente.

No obstante, se muestran optimistas en base al sistema nacional de indicadores con el que cuenta el organismo y el cual aún no ha diagnosticado sequía de forma general.

Hemos vivido un mes de enero con las temperaturas medias diurnas más altas conocidas desde 1961, es decir, desde que empezó la serie histórica de registros. Además, solo llovió un 25% de la media del mes, siendo el segundo enero más seco del siglo.

La pauta de este enero seco sigue la de los últimos meses. Atravesamos un año hidrológico –un parámetro que se mide de octubre a octubre- especialmente seco, que se suma a un año previo de lluvias también escasas. Tomando como referencia el periodo 1981-2010, en los últimos cuatro meses ha llovido un 36% menos, según indica la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Se trata, de hecho, del segundo cuatrimestre más seco de este siglosólo superado por el mismo periodo en la temporada de 2007-2008.

Además, los modelos de previsión auguran que este febrero será también un mes escaso en lluvias. Y AEMET considera que hay una alta probabilidad de que las precipitaciones estén por debajo de lo normal en los siguientes tres meses, que es precisamente el periodo del año donde suele llover más.

El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Cayetano Torres, ha lanzado un mensaje de tranquilidad, dado que si bien la situación reviste preocupación no es motivo para la alarma general por el momento.

Afirma que, «de momento, la situación no es preocupante, aunque pudiéramos estar en uno de esos episodios de sequía porque, está claro, que todos han empezado así con sequías prolongadas de varios meses. Hay que aclarar que los siete periodos anteriores han tenido duraciones largas en el tiempo, de hasta seis años de sequía y ahora mismo llevamos casi dos meses sin llover, algo bastante común en los inviernos españoles, luego habría que esperar por lo menos a después de la primavera para poder decir algo más concreto».

Esta misma mañana la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha analizado con los representantes de las Confederaciones Hidrográficas la planificación hidrológica para el periodo 2022-2027 y el actual escenario de escasez hídrica y la sequía, ya declarada oficialmente, en la cuenca del Guadalquivir.

La planificación hidrológica de tercer ciclo está en los últimos meses de tramitación, ya que se espera su aprobación en el primer semestre de este año y que actualiza los Planes de gestión del Riesgo de Sequía.

En los últimos 60 años, nuestro país ha vivido 7 períodos de sequía

Antigua aldea abandonada de Aceredo aparecida por la sequía en el embalse de Alto Lindoso | Foto: JB Carvalho.

La sequía es un fenómeno normal y recurrente en el clima de España, y por tanto las actuaciones a desarrollar en estas situaciones deben estar basadas en la planificación, mediante una “gestión del riesgo”, y no en medidas de emergencia como “respuesta a la crisis”.

La sequía producida en la mayor parte de España entre 1991 y 1995, con consecuencias socioeconómicas muy negativas, actuó como detonante de este cambio de mentalidad a la hora de gestionar las sequías.

Así, el Plan Hidrológico Nacional, aprobado en 2001 sentó las bases de esta gestión planificada de las sequías. Se centra en aspectos como la definición de un sistema de indicadores de sequías, que ayude a la toma de decisiones de forma objetiva, progresiva y planificada; la elaboración de Planes Especiales de Sequías en cada ámbito de planificación hidrológica; y la elaboración de Planes de Emergencia para sistemas de abastecimiento de más de 20.000 personas.

Los Planes Especiales de Sequía en los ámbitos intercomunitarios fueron aprobados definitivamente en 2007, de 21 de marzo, aunque la filosofía establecida en los mismos ya llevaba años aplicándose.

Estos Planes Especiales han sido de una gran utilidad para evitar, o al menos mitigar de forma importante, los efectos socioeconómicos negativos de las sequías, incluso en secuencias meteorológicas muy similares a la producida en el periodo 1991-1995.

Durante 2017 y 2018 se ha llevado a cabo la revisión de los Planes Especiales de Sequía, que diferencien claramente las situaciones de sequía y escasez, se aprobaron definitivamente en 2018.

Actualmente solo la Cuenca del Guadalquivir se encuentra en situación de sequía declarada oficialmente; pero otras Cuencas, como la del Guadiana o el Segura ya empiezan a presionar ante la situación de estress hídrico que acumulan los suelos y que amenaza a cultivos y pastos para el ganado con pérdidas de rendimiento estimadas entre el 40 y el 50%.

El sector agrario ya ha lanzado la advertencia de que el 50% del sector está afectado por la sequía y urgen al Gobierno a convocar la Mesa Nacional de la Sequía previa a la aprobación de un Decreto de sequía que adopte las medidas compensatorias por las pérdidas esta falta de precipitaciones y las restricciones al riego puedan ocasionar.

En este sentido, el Ministro de Agricultura Luis Planas, llevará al Consejo de Ministros de Agricultura de los 27 la petición de adoptar mecanismos y ayudas que palíen los daños del sector, unos daños y unas ayudas que también afectarían a nuestro vecino peninsular, Portugal.

El Gobierno andaluz hace ya siete meses que aprobó el decreto de sequía, y ha iniciado obras de urgencia y emergencia por valor de 16 millones de euros «en zonas de sequía severa» como Almería o la Axarquía de Málaga.

Siete periodos importantes de sequía

Desde 1961 se han producido siete periodos de sequía importantes, tres episodios duraron tres años o más:

  • la de 1982 a 1984,
  • la de 1991 a 1997, que duró casi seis años y tuvo importantes repercusiones socioeconómicas ya que hubo restricciones para el consumo.
  • la sequía de 2005 a 2009

Los otros cuatro periodos importantes fueron:

  • en de 1975 a 1976,
  • el de 1987 a 1988,
  • el de 2000 a 2001,
  • y el de 2017 a 2018

Se puede observar que en todas las décadas ha habido importantes episodios de sequía en todo el país.

Además de complicar el desarrollo del sector primario el actual periodo de déficit pluviométrico ha adelantado la temporada de incendios y tal y como muestra el Sistema de Monitoreo Continuo de Emisiones (CEMS) y el sistema europeo de información sobre incendios forestales, destaca que en varias zonas de España y Portugal se está creando un importante peligro de incendio.

 

El oeste americano asolado por la peor sequía en 1.200 años

La falta de precipitaciones no solo está afectando a España. Muchos países están atravesando intensas sequías y algunos están dando la voz de alarma. Es el caso del oeste norteamericano se está viendo afectado por la peor sequía en 1.200 años, intensificada por el cambio climático, según una investigación realizada por la Universidad de California (UCLA por sus siglas en inglés).

Se trata además de un período de sequía extrema que ya se ha prolongado durante más de dos décadas, según el estudio que publica Los Ángeles Times, que precisa que esas áreas sufren los 22 años más secos de los últimos 1.200.

En su investigación, los científicos examinaron las principales sequías en el suroeste de América del Norte desde el año 800 y determinaron que la desecación de la región en lo que va de este siglo ha superado la gravedad de una megasequía que tuvo lugar a finales del siglo XVI, por lo que este período seco ha batido un nuevo récord.
Los autores del estudio también concluyeron que las condiciones secas probablemente continuarán durante este año y, a juzgar por el pasado, pueden persistir durante algunos más.

Además, concluyeron que la sequía actual no sería tan severa sin los efectos del calentamiento global.
Estimaron que el 42% de la gravedad de la sequedad se debe a las altas temperaturas, superiores a las habituales, causadas por la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

Valle de la Muerte, al sur de California, el punto más cálido y seco de Estados Unidos.

“Los resultados son realmente preocupantes, porque muestran que las condiciones de sequía que enfrentamos ahora son sustancialmente peores debido al cambio climático”, dijo Park Williams, científico climático de la UCLA y autor principal del estudio, publica el diario angelino.

“Pero también hay bastante margen para que las condiciones de sequía empeoren”, incidió Williams quien, junto a varios colegas, compararon la sequía actual con otras siete megasequías que se produjeron entre los años 800 y 1500 y que duraron entre 23 y 30 años.

Para ello utilizaron registros antiguos de estos periodos de lluvias escasas capturados en los anillos de crecimiento de los árboles. Los núcleos de madera extraídos de miles de árboles permitieron a los científicos reconstruir la humedad del suelo hace siglos. Utilizaron datos de árboles en alrededor de 1.600 lugares en toda la región, desde Montana hasta California y el norte de México.



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