España ha sido elegida como sede mundial del Día de la Desertificación y la Sequía 2022 el próximo 17 de junio, que se celebra bajo el lema ‘Superando juntos las sequías’, un fenómeno acuciante en la península



En España, casi un 74% del territorio es susceptible a la desertificación por razones climáticas, que favorecen enormemente este riesgo porque los subclimas áridos, semiáridos y subhúmedos se distribuyen por gran parte del territorio. Además, las fuertes diferencias orográficas y desniveles en el relieve favorecen los procesos de erosión del suelo haciendo que seamos uno de los países del ámbito europeo más vulnerable a este fenómeno. Por ello, España se convertirá en la sede del Día de la Desertificación y la Sequía 2022 el próximo 17 de junio, según ha anunciado la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD). El lema elegido este año es ‘Superando juntos las sequías’.
La celebración mundial del evento, que tendrá lugar en Madrid, estará centrada en la urgencia de adoptar políticas y medidas a escala local, regional y global para evitar los peores efectos de la desertificación, como señala en un comunicado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
En este sentido la vicepresidenta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha agradecido la elección de España como anfitriona del Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía de este año.
Entre 1900 y 2019 las sequías afectaron a 2.700 millones de personas en todo el planeta y provocaron 11,7 millones de muertes
Del mismo modo, el secretario ejecutivo de la CNULD, Ibrahim Thiaw, ha expresado que, aunque las sequías forman parte de los sistemas naturales, «los fenómenos que venimos experimentando en la actualidad son mucho peores, en gran medida debido a la actividad humana. Las recientes sequías apuntan a un futuro incierto para el planeta. La escasez de alimentos y agua, así como los incendios forestales provocados por las sequías, se han intensificado en los últimos años».
Entre 1900 y 2019 las sequías afectaron a 2.700 millones de personas en todo el planeta y provocaron 11,7 millones de muertes. Según las previsiones actuales, para 2050 las sequías podrían afectar a más de tres cuartas partes de la población mundial.
Por ello, entre las prioridades principales de la decimoquinta sesión de la Conferencia de las Partes de la CLD (COP15), que tendrá lugar del 9 al 20 de mayo de 2022 en Abiyán (Costa de Marfil), se encontrará el debate sobre la adopción de medidas de adaptación para la sequía y mejora de la resiliencia de ámbito mundial.
La celebración anual del Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, declarado oficialmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1997 y entre sus objetivos destacan las acciones de sensibilización de la opinión pública sobre este problema.


El riesgo de desertificación y sequía es especialmente grave en el sur de Portugal, España y el sur de Italia, el sureste de Grecia, Malta, Chipre y las zonas ribereñas del mar Negro en Bulgaria y Rumanía
Según las previsiones científicas más recientes, las sequías se harán más frecuentes y graves en el futuro. Las evidencias de su creciente impacto han llevado a los gobiernos a centrarse en adoptar medidas y compromisos internacionales más sólidos y coherentes con este escenario. Desde 2017, la CNULD y sus asociados han prestado su apoyo a alrededor de 70 países vulnerables a la sequía en el desarrollo de planes de acción nacionales a fin de reducir los desastres provocados por este fenómeno.
España, un país especialmente vulnerable a la sequía y la desertificación
La desertificación es la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas, según definición del artículo 1 de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD).
La ratificación por parte de España de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD), como país Parte afectado, conlleva la preparación de un Programa de Acción Nacional como elemento central para luchar contra la desertificación.
España ha realizado una ingente tarea de repoblación forestal de tierras degradadas. Se estima en 5 millones de hectáreas la superficie repoblada en los 150 años transcurridos desde el inicio de las actuaciones (un 10% del territorio nacional), el 75 % de las cuales han tenido un objetivo eminentemente protector.
Causas y efectos de la desertificación
La desertificación constituye un proceso complejo resultado de múltiples factores. Amplias zonas de España y de la región Mediterránea presentan características singulares asociadas a los procesos de desertificación como su clima semiárido en grandes zonas, sequías estacionales, extrema variabilidad de las lluvias y lluvias súbitas de gran intensidad.
Además, gran parte de la península presenta suelos pobres con marcada tendencia a la erosión, un relieve desigual, con laderas escarpadas y paisajes muy diversificados, con pérdidas de la cubierta forestal a causa de repetidos incendios de bosques.
Otras de las causas que han venido favoreciendo la desertificación es la crisis en la agricultura tradicional, con el consiguiente abandono de tierras y deterioro del suelo y de las estructuras de conservación del agua.
También ha impactado la ocasional explotación insostenible de los recursos hídricos subterráneos, contaminación química y salinización de acuíferos y la concentración de la actividad económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano, las actividades industriales, el turismo y la agricultura de regadío, lo cual ejerce una intensa presión sobre los recursos naturales del litoral.
La combinación de factores y procesos como la aridez, la sequía, la erosión, los incendios forestales, la sobreexplotación de acuíferos, etc., da origen a los distintos paisajes o escenarios típicos de la desertificación en España.
