La falta de calidad de las aguas lastra un tercio del crecimiento económico

Banco Mundial: la mala calidad del agua lastra el crecimiento económico

El agua limpia es un factor clave para el crecimiento económico. El deterioro de su calidad lastra un tercio de ese desarrollo, empeora las condiciones de salud, reduce la producción de alimentos y exacerba la pobreza en muchos países según un informe del Banco Mundial


El Banco Mundial ha hecho un llamamiento a los gobiernos de todo el mundo para que adopten medidas urgentes que contribuyan a resolver el problema de la contaminación del agua, de modo que los países puedan crecer más rápidamente en forma equitativa y ambientalmente sostenible.

Según el último informe de la institución financiera internacional, titulado Calidad desconocida: La crisis invisible del agua el mundo enfrenta una crisis provocada por la carencia de agua limpia en grandes áreas del planeta, que pasa desapercibida y que disminuye en un tercio el potencial de crecimiento económico en zonas altamente contaminadas, además de poner en peligro el bienestar humano y ambiental.

El informe muestra, con nuevos datos y métodos, de qué modo una combinación de bacterias, aguas residuales, productos químicos y material plástico puede absorber el oxígeno de las fuentes de agua y transformarlas en veneno para las personas y los ecosistemas.

La falta de calidad de las aguas es un riesgo que afecta tanto a los países desarrollados como a los que están en vías de desarrollo

Una gran base de datos sobre agua

Para arrojar luz sobre la cuestión, el Banco Mundial creó la base de datos sobre la calidad de las aguas más grande del mundo, con datos que se obtienen a través de estaciones de seguimiento, tecnologías de teledetección y aprendizaje automático.

El Banco Mundial recomienda un seguimiento de la contaminación e infraestructura de tratamiento del agua respaldada con incentivos para la inversión privada

En el estudio del Banco Mundial se señala que la carencia de agua limpia limita el crecimiento económico en un tercio y, por lo tanto, se insta a prestar inmediata atención a nivel mundial, nacional y local a estos peligros que enfrentan por igual los países desarrollados y en desarrollo.

“El agua limpia es un factor clave para el crecimiento económico. El deterioro de la calidad del agua frena ese crecimiento, empeora las condiciones de salud, reduce la producción de alimentos y exacerba la pobreza en muchos países”, ha señalado David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial.

“Los gobiernos deben tomar medidas urgentes para contribuir a resolver el problema de la contaminación del agua, de modo que los países puedan crecer más rápidamente de forma equitativa y ambientalmente sostenible».

Pincha en la imagen para acceder al informe del Banco Mundial sobre calidad del agua y crecimiento económico
Pincha en la imagen para acceder al informe del Banco Mundial sobre calidad del agua y crecimiento económico.

Cuando la demanda biológica de oxígeno -medida que muestra la contaminación orgánica registrada en el agua e indicador indirecto de la calidad general de esta- supera determinado umbral, el crecimiento del producto interno bruto de las regiones ubicadas en la parte inferior de las cuencas experimenta caídas de hasta un tercio debido a los efectos sobre la salud, la agricultura y los ecosistemas.

Un elemento clave que contribuye al deterioro de la calidad de las aguas es el nitrógeno que, al aplicarse como fertilizante agrícola, con el tiempo ingresa a los ríos, lagos y océanos, donde se transforma en nitratos.

La exposición temprana a los nitratos afecta el crecimiento y el desarrollo cerebral de los niños, lo que repercute en su salud y su potencial de ingresos en la edad adulta.

La escorrentía y la descarga en el agua de cada kilogramo adicional de fertilizantes de nitrógeno por hectárea pueden aumentar las tasas de retraso del crecimiento de los niños en un 19 % y reducir sus ingresos en la edad adulta hasta en un 2 %, en comparación con aquellos que no están expuestos.

En el informe también se señala que el rendimiento agrícola cae a medida que aumenta la salinidad de las aguas y los suelos como consecuencia de las sequías más intensas, las marejadas ciclónicas y el incremento de las extracciones de agua.

Debido a la salinidad de las aguas, en el mundo se pierde cada año una cantidad de alimentos suficiente para 170 millones de personas.

En el informe, se recomienda un conjunto de medidas que los países pueden adoptar para mejorar la calidad del agua, como un seguimiento minucioso de las cargas de contaminación; sistemas que garanticen el cumplimiento de las normas; infraestructura de tratamiento del agua respaldada con incentivos para la inversión privada, y difusión de información confiable y precisa entre los hogares para inspirar la participación ciudadana.



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