La falta de lluvias impide que se limpie la atmósfera y las partículas polínicas permanecen más tiempo en el aire. Además, el calor excesivo que se está registrando causa floraciones puntuales antes de su tiempo habitual



Las altas temperaturas están haciendo que la floración de muchas especies se esté adelantando y la falta de lluvias provoca que la atmósfera esté más cargada de partículas polínicas. Esta semana el polen de ciprés ha alcanzado cotas «extremas» para los alérgicos, según el departamento de Botánica de la Red de Aerobiología de Andalucía Oriental, mientras que la parietaria ha alcanzado «valores moderados». En ciudades como Madrid, el polen de cupresáceas se ha incrementado un 400% por encima del año pasado según los expertos.
Se espera que la llegada este fin de semana de las lluvias pueda aliviar la situación.
Se estima que el ciprés «se mantenga alto hasta mediados del mes de marzo, momento en el que irá descendiendo hasta llegar a ser bajo-nulo». En caso de producirse suficientes precipitaciones en marzo, el polen de las especies de floración primaveral, como el olivo y las gramíneas, alcanzará «elevadas concentraciones en la atmósfera durante abril y mayo».
No obstante, si la lluvia se produce cuando las flores estén abiertas, los niveles «descenderán de forma significativa, al ser arrastrados los granos de polen hacia el suelo».
Por otra parte, por el déficit hídrico, la atmósfera está más cargada de contaminantes procedentes de lo vehículos, que cuando entran en contacto con el polen, hacen que los granos liberen más alérgenos y que las personas sensibles a este polen puedan notar más sintomatología.
Con todo, el uso de la mascarilla para prevenir el contagio del covid ha contribuido durante toda la pandemia a minimizar en parte los síntomas de alérgicos y asmáticos, aunque por otro lado, también estas personas se han expuesto más al trasladarse gran parte de las actividades que antes se desarrollaban en interiores al exterior.
En lo que respecta a las alergias a pólenes del futuro, las nuevas condiciones ambientales provocadas por el cambio climático van a alterar no solo los niveles de polinosis, también los periodos y el tipo de plantas que afectan a las personas en según qué entornos. Los expertos esperan que las alergias sean más agresivas por el aumento de la temperatura global lo que va a favorecer a las plantas más alergénicas.
De este modo, plantas como las cupresáceas, las gramíneas o la salsola, lo más probable es que se reproduzcan con mayor facilidad por lo que habrá más número de plantas y por tanto más polinosis.
