Las fuertes lluvias en Brasil que desde finales de noviembre azotan el noreste del país han dejado al menos 20 muertos y tres centenares de heridos, además de más de 35.000 damnificados solo en el estado de Bahía



El agua asola el estado de Bahía, en Brasil. Hogar de alrededor de 15 millones de personas, esta zona lleva desde comienzos de noviembre sufriendo semanas de fuertes lluvias e inundaciones intermitentes que se han intensificado en los últimos dos días después de que un par de represas colapsaran, dejado al menos 20 muertos y tres centenares de heridos, además de más de 35.000 damnificados solo en esta región brasileña, según informaron este lunes las autoridades regionales.
«Desafortunadamente, estamos viviendo el peor desastre que haya ocurrido en la historia de Bahía», ha asegurado este lunes via Twitter el gobernador del estado, Rui Costa, que señalaba también que 72 municipios de Bahía se encuentran en estado de emergencia. En total, según ha indicado el Gobierno de Bahía con datos de la Superintendencia de Protección y la Defensa Civil local, más de 35.000 personas han perdido su vivienda o se han visto obligadas a desplazarse de sus lugares de origen y buscar refugio en alojamientos provisionales.
La ciudad más afectada ha sido la turística Ilheus, en el litoral sur de Bahía, que concentra la mayor parte de las 430.869 personas que de una u otra forma se han visto afectadas, no solo por la destrucción de casas y negocios, sino también por su aislamiento, sin poder moverse o recibir víveres y medicamentos. Todo debido a unas fuertes lluvias, que durante los días extremadamente calurosos del verano suelen presentarse al final de la tarde con tormentas eléctricas y a pesar de ser rápidas y pasajeras, su intensidad y fuerza causan mayores estragos que las del invierno, especialmente si producen daño en represas como ha ocurrido en esta ocasión.


El periódico brasileño O Globo, citando a un funcionario estatal de extinción de incendios, informó que las autoridades están monitoreando 10 presas adicionales en busca de señales de que puedan colapsar. Este escrutinio de la infraestructura pública y la planificación urbana se produce solo unos años después de que el colapso de una presa minera en el vecino estado de Minas Gerais mató a unas 270 personas.
Crisis de abastecimiento y acceso
De las 72 ciudades en estado de emergencia, 58 de ellas también se encuentran en «situación de crisis» por las dificultades de abastecimiento y acceso. El Gobierno federal y las autoridades locales han tenido que utilizar, además de helicópteros, lanchas para rescatar a las personas que se han quedado aisladas, entre ellas una anciana de 102 años en el municipio de Itabauna, en Bahía. En este sentido, los equipos de salvamento han estado patrullando durante días en pequeños botes alrededor de esta ciudad sacando a los residentes de sus hogares, incluidos algunos que escaparon por las ventanas del segundo piso.
Manfredo Santana, portavoz del cuerpo de bomberos de Bahía, ha asegurado a la agencia de noticias Reuters que los trabajadores de emergencia habían rescatado a 200 personas en tres ciudades. Las fuertes corrientes del crecido río Cachoeira complicaron los esfuerzos de rescate. «Es difícil maniobrar incluso con motos de agua», ha asegurado. «Los equipos de rescate tuvieron que retirarse en ciertos momentos».
Dezesseis pessoas foram resgatadas de suas casas, neste domingo, em Ubaíra, por essa equipe do Grupamento Aéreo da PM. Essas imagens mostram um desses resgates. Quero agradecer e parabenizar esses servidores e os centenas de voluntários e voluntárias que estão salvando vidas. pic.twitter.com/GC9HtG1I8z
— Rui Costa (@costa_rui) December 27, 2021
A pesar de los esfuerzos, desde noviembre ha habido que lamentar ya una veintena de fallecimientos vinculados directamente a las fuertes lluvias y las inundaciones. Las tres últimas víctimas mortales se han registrado en las últimas horas: un hombre de 60 años quien murió ahogado el domingo; una mujer de 33 años a la que se le derrumbó la vivienda en la madrugada del domingo y un joven de 21 años que estaba desaparecido y cuyo cuerpo fue hallado este lunes a la orilla de un río.
Las fuertes lluvias coinciden con La Niña, un fenómeno meteorológico que suele ocurrir cada tres a cinco años y conduce a temperaturas más frías de lo normal en el Océano Pacífico. En este sentido, las inundaciones también han llegado al vecino estado de Pernambuco, donde la ciudad más afectada está siendo Petrolina, aunque todavía no ha habido que lamentar victímas mortales en esta región.
