Un estudio desarrollado por expertos españoles ha subrayado la importancia de la gestión forestal ecohidrológica en los bosques semiáridos ya que representa una mejora para la conservación del suelo y la disponibilidad de recursos hídricos subsuperficiales



Un grupo de expertos han informado en un estudio que la gestión forestal de base ecohidrológica representa una mejora para la conservación del suelo y la disponibilidad de recursos hídricos subsuperficiales en los bosques de regiones semiáridas.
“La humedad del suelo y su infiltración se vieron afectados por la gestión forestal, aunque la afección difiere según el clima y tipo de bosque”, se ha destacado en el documento.
El estudio, que ha tenido como objetivo evaluar la incidencia que tiene en el corto plazo las prácticas de gestión forestal sobre diferentes procesos hidrológicos subterráneos en bosques, ha estado encabezado por expertos españoles.
La humedad del suelo y su infiltración se vieron afectados por la gestión forestal
La primera de ellas destaca por poseer una vegetación predominante de pino carrasco y un clima prelitoral. Mientras que la segunda es un monte público con pronunciado clima continental y cuya vegetación principal es de monte bajo de encina.
«El estudio se desarrolla en dos sitios con marcadas diferencias en factores como climabosque-suelo, aunque con una tipología común de baja producción de biomasa, alta densidad de árboles y competencia por los recursos subsuperficiales», ha explicado el autor principal del estudio, Antonio Del Campo.
El fruto de la investigación
Los resultados de la investigación han determinado que la recarga de agua en el suelo y la infiltración se han visto afectados por la de gestión forestal. Además, se ha destacado que el impacto difiere según las variaciones locales-regionales en el clima y tipos de bosques.
La recarga del agua en el subsuelo y la infiltración fueron modulados en gran medida por el contenido de agua ya existente, que mejoró significativamente con la gestión forestal
Por otro lado, los flujos de agua laterales y la escorrentía superficial no se han visto afectados por las prácticas forestales, por lo que el papel protector del bosque en el control de la erosión del suelo no cambió con el tratamiento. Sin embargo, el experto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la Universitat Politècnica de València ha destacado que “se mejoró la humedad del suelo y el drenaje, haciéndolos menos vulnerables a la sequía”.
Según el profesor, la gestión forestal debe prestar especial atención tanto al almacenamiento de agua en el suelo como a la recarga de agua subterránea debido a “este contexto caracterizado por la escasez de agua y a una meteorología marcada con eventos torrenciales seguidos de largas temporadas secas”.
La gestión forestal basada en la ecohidrología es un enfoque integrado que sitúa al agua en el centro de la planificación y gestión del bosque y que persigue manipular y optimizar las interacciones entre los bosques y el agua mediante un enfoque de base ecosistémica.
Dicho enfoque prioriza mejorar la resiliencia de los bosques a través de un efecto de riego del bosque árboles después de la intervención silvícola, y ha cobrado fuerza especialmente en los bosques semiáridos donde la provisión de bienes y servicios está amenazada por cambios globales y las sequías más intensas
