Un equipo de investigación ha desarrollado el primer conjunto de datos que muestra el espesor del hielo marino en todo el Ártico y durante todo un año. Emplean para ello inteligencia artificial, que rellena las lagunas de las observaciones por satélite. Esto es de gran importancia para el transporte marítimo en el Ártico y las previsiones meteorológicas y climáticas



El océano ártico es el punto del planeta donde más se deja sentir el aumento global de temperaturas. Se calienta el doble de rápido que el resto del planeta y esto afecta a la cobertura de hielo que cubre este océano, cuya capa helada tiene de media 14 veces el tamaño de España, unos siete millones de kilómetros cuadrados.
Es un casquete flotante que funciona como un termostato planetario y cuya evolución afecta a todo el hemisferio norte. Y en el caso del hielo, no solo cuenta su extensión, sino también su grosor. Hay zonas de hielos antiguos de gran espesor, las situadas más al norte, que permanecen año tras año. Y otras áreas de agua helada mucho más tenue que fluctúan con las estaciones: se hielan en los meses sin luz y se desvanecen en verano.


“En el caso del hielo ártico, no solo cuenta su extensión, sino también su grosor”
Para tomar el pulso a lo que ocurre en ese extremo tan delicado y esencial del equilibrio climático, los científicos acaban de ofrecer una nueva herramienta.
Durante todo el año
Un equipo de investigación dirigido por la Universidad Ártica de Noruega y la Universidad de Bristol ha desarrollado el primer conjunto de datos que muestra el espesor del hielo marino en todo el Ártico y durante todo un año, incluido el verano, el periodo más difícil de evaluar. Los resultados se publican en la revista Nature.
«El hielo del Ártico se está derritiendo más rápido que nunca. Necesitamos conocimientos sobre el grosor del hielo marino, tanto para reducir los riesgos de seguridad del transporte marítimo en el Ártico, como para hacer pronósticos sobre el clima futuro«, dice el líder del equipo, Jack Landy, del Departamento de Física y Tecnología de la UiT (The Arctic University of Norway), que comenzó el trabajo mientras estaba en la Universidad de Bristol.


“Hasta ahora, los satélites no podían distinguir entre el hielo derretido y el agua en verano, afirma el principal investigador”
«En los meses de verano, los satélites se ven deslumbrados por los estanques de nieve y agua de deshielo que se acumulan en la superficie del hielo marino. De este modo, no han podido distinguir entre el hielo derretido y el agua», afirma Landy en un comunicado.
Para resolver el problema, los investigadores adoptaron la inteligencia artificial (IA) y examinaron datos anteriores registrados por los satélites. Ahora saben cuándo los satélites registran hielo y cuándo registran océano líquido.
Además, el equipo ha construido un nuevo software para asegurarse de que los sensores satelitales midan la altura y el grosor correctos. Esta es una buena noticia para el tráfico marítimo en la región.
El transporte marítimo en el Ártico ha aumentado rápidamente en los últimos años debido al derretimiento del hielo. Particularmente en el Mar de Barents y cerca de Svalbard, al norte de Eurasia, la actividad marítima es alta durante el verano. Para navegar con seguridad, los barcos necesitan información sobre dónde hay hielo y qué grosor tiene, y tener ese conocimiento con antelación.
“Hasta ahora se carecía de datos seguros sobre el espesor del hielo para los meses de verano”
El Instituto Meteorológico Noruego proporciona pronósticos de hielo marino para el Ártico, pero carecía de datos seguros sobre el espesor del hielo para los meses de verano.
«Usando los nuevos datos satelitales, por fin podemos hacer pronósticos de hielo marino bien informados sobre el espesor del casquete polar, no solo para el invierno, sino también para el verano. Esto reducirá los riesgos de seguridad para los barcos de transporte y de pesca», afirma Landy.
«También podemos predecir si habrá hielo o no en un lugar determinado en septiembre, midiendo el espesor del hielo en mayo«, dice.
Según el profesor asociado Michel Tsamados del University College London, los hallazgos también son de gran importancia para nuestra comprensión del tiempo y el clima. Él es uno de los investigadores detrás del estudio y explica que los nuevos datos se pueden usar en modelos climáticos avanzados para mejorar nuestros pronósticos meteorológicos y climáticos.
«Cuando usemos los nuevos datos de espesor de hielo en modelos climáticos avanzados, potenciaremos tanto nuestros pronósticos a corto plazo para el clima en las latitudes medias como los pronósticos a largo plazo que muestran qué clima tendremos en el futuro», señala el Michael Tsamados.
