Gracias a la colaboración público-privada la NASA ha podido lanzar una herramienta que, a través de los datos suministrados por los satélites, es capaz de medir la evapotranspiración de las zonas áridas para determinar el consumo de agua en ellas y así maximizar los recursos hídricos



Puede parecer una locura, pero muchas veces las precipitaciones no comienzan en los cielos, sino que ven su punto de partida en el sustrato. La diferencia es que en el primero de los casos la lluvia está en estado líquido, mientras que en el segundo el proceso se realiza con el agua en estado gaseoso.
Este último caso se conoce como la evapotranspiración (ET) y se presenta como el segundo componente más grande del ciclo del agua, después de la precipitación. Para la NASA, la evapotranspiración se acerca en ocasiones al consumo de agua, que se refiere a toda el agua dentro de un sistema que no se puede recuperar o reutilizar, por lo que puede ser una “pieza de información crítica para determinar cuánta agua de riego se puede suministrar a los campos como a otras escalas”.
“La gestión sostenible del agua es uno de los problemas más desafiantes de nuestro tiempo. Maximizar los beneficios del suministro de agua requiere una medición cuidadosa de la disponibilidad y el uso. Sin embargo, la falta de datos consistentes sobre el uso del agua para el consumo está alimentando esta brecha”, declara la NASA.Por este motivo, una colaboración público-privada liderada por la NASA, Environmental Defense Fund, Desert Research Institute, Google Earth Engine, HabitatSeven y varias universidades, con aportes de más de 100 partes interesadas, dio vida al servicio OpenET, que pretende cerrar esa brecha con ayuda de las nuevas tecnologías.
En concreto, OpenET utiliza datos disponibles públicamente para proporcionar información basada en satélites, siendo los del programa Landsat dedicados a observar el agua las principales fuentes, sobre la a cantidad total de agua que se transfiere desde la superficie terrestre a la atmósfera a través del proceso de evapotranspiración y de forma anual y mensual.
“OpenET no pretende ser una nueva herramienta de programación de riego. Nuestro objetivo es proporcionar solo datos de ET transparentes, consistentes y de fácil acceso”, aclaran sus desarrolladores, que afirman que hasta OpenET no existía un sistema operativo único y de bajo costo para medir y distribuir datos de evapotranspiración a escala de campos individuales, por lo menos en el oeste de los Estados Unidos.
En este sentido, esta herramienta cubre 17 estados del oeste de EE. UU. Sin embargo, la intención de sus desarrolladores es que con el tiempo pueda cubrir otras áreas áridas del continente y de otras regiones del mundo.
“Saber cuánta agua se transfiere al aire permite a los agricultores calcular mejor las necesidades de agua de los cultivos, ayudándoles a utilizar el agua de manera más eficiente y a planificar mejor el riego. Esto hace que la evapotranspiración sea una medida crucial para los agricultores y otros administradores de recursos hídricos”, concluyen desde la NASA.
