Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Hugo Morán: «El ciudadano tiene que pagar un precio real del agua que consume»
El secretario de Estado de Medio Ambiente afirma que la situación de déficit hídrico es la más grave en los últimos 15 años, pero el suministro de agua de consumo urbano está garantizado. Defiende la inversión en infraestructuras y la necesidad de pagar un precio real por el recurso
Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, considera que la situación de déficit hídrico es «la más grave en los últimos 15 años en España«, especialmente en el Guadiana y el Guadalquivir, pero en este momento parece que el suministro de agua de consumo urbano está «garantizado».
Así lo ha asegurado el responsable ministerial en una entrevista con Europa Press en la que ha admitido que la situación es «complicada», de modo que las confederaciones hidrográficas han empezado a restringir el agua para regadío para «prevenir situaciones de escasez de recurso» después de las bajas precipitaciones de los dos últimos años hidrológicos.
«Si el próximo año hidrológico no recupera la normalidad, la situación solo va a ir agravándose, así que las medidas de contención y restricción irán creciendo«, ha advertido el secretario de Estado. No obstante, Morán ve «complicado» aplicar medidas dado que hay una «especie de ficción» que lleva a pensar que la situación puede resolverse con más embalses y trasvases» por «una imagen falsa» de que España tiene agua pero está mal repartida.
«No es cierto. Ninguna cuenca se libra del estrés. Tener más embalses serviría para tener más embalses vacíos y recurrir a más trasvases hoy ya no se sostiene. No se puede trasvasar agua de donde no hay a donde hay menos», ha apostillado.
En el futuro, pronostica que el estrés hídrico seguirá creciendo y que de aquí a los próximos 15 años España reducirá sus recursos hídricos de un 25% a un 40%, lo que obliga a «tomar decisiones de planificación de forma diferente» y reducir la demanda.
«Hay que intentar hacer entender el valor del recurso a través del precio», justifica Morán
Pagar el precio y el valor del agua
En ese sentido, el secretario de Estado ha defendido que el PERTE de la digitalización del agua, que destinará 3.000 millones de inversión al ciclo urbano, agrario e industrial será una de las medidas «más importantes» para lograr un sistema de agua «robusto». Al mismo tiempo, avisa a los ciudadanos de que tendrán que pagar «un precio real del agua que consume» para que los ciudadanos sean «conscientes» del valor y el precio del recurso.
«Hay que intentar hacer entender el valor del recurso a través del precio», justifica Morán. «Hay que implantar un consumo responsable que en muchos casos no se da», ha señalado.
Asimismo, el secretario de Estado califica de «error mayor» generar expectativas en volúmenes de regadío que están «abocadas al fracaso» porque se construyen sobre hipótesis falsas «con intereses electorales». A su juicio, dibujar un escenario de disponibilidad «ilimitada» genera una «burbuja condenada a explotar a la vuelta de la esquina.
El caso del Mar Menor
En otro orden de temas, el secretario de Estado se ha mostrado esperanzado en que la recuperación y restauración del Mar Menor es posible. «Empieza a estar mejor en el minuto uno desde el que se empieza a retirar agricultura ilegal», ha garantizado.
Sin embargo, admite que hay dos masas de agua que han sufrido un «volumen de residuos colosal» y esto será lo que más tiempo tardará en regenerarse. Ahora, señala que hay que dejar que las dos masas de agua interactúen y confía en que el plan de actuaciones dé resultado si se logra detener el proceso de agresión. «Tengo la esperanza cierta y los científicos ratifican que su capacidad de regeneración es muy alta, pero hay que ayudarle», confía.
En ese proceso de ayuda, ha dicho que se ha «cortado el grifo» a unas 5.000 hectáreas y que al final del año se cerrarán hasta 8.600 hectáreas que regaban al cabo del año 25 hectómetros cúbicos de agua. Respecto a las explotaciones agrícolas, usuarias de ese agua, avisa de que tendrán que implantar hojas de buenas prácticas porque «las que no cumplan se quedarán sin concesión».