Estudian la afección del volcán de La Palma en las aguas subterráneas

Estudian la afección del volcán de La Palma en las aguas subterráneas

El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) está llevando a cabo un estudio de la afección de la erupción volcánica de Cumbre Vieja a las aguas subterráneas de la isla de La Palma donde se ha constatado que una inusual fluidez de la lava fue la causante de la devastación del volcán


El Instituto Geológico y Minero de España (IGME) está llevando a cabo un estudio de la afección de la erupción volcánica de Cumbre Vieja a las aguas subterráneas de la isla de La Palma.

En el marco de estos trabajos se ha establecido una Red de Observación Piezométrica para controlar el estado y evolución en el tiempo del agua a través de la variación de la profundidad de los niveles de aguas subterráneas, la variación de parámetros del agua medidos «in situ» tales como pH, conductividad eléctrica o temperatura, los cambios en la composición isotópica del agua o la evolución de los componentes mayoritarios y minoritarios que la caracterizan.

En un vídeo elaborado por el IGME en el marco del contrato «Servicio de apoyo tecnológico al Consejo Insular de Aguas de La Palma en la valoración de la afección del volcán de Cumbre Vieja a las masas de aguas subterráneas de la Demarcación Hidrográfica de La Palma», muestra al equipo de especialistas en hidrogeología del IGME que participa en estos trabajos.

Según indica el IGME, esta es una de las formas en la que en geología se controla la «salud» de la Tierra y por extensión la de la población.

Destruidas infraestructuras hidráulicas por valor de 100 millones

La rotura de la conducción de agua en La Palma deja sin suministro de riego a más de 600 hectáreas de plantaciones de plataneras | Foto: @jcsantamarta
Cultivos en La Palma afectados por la erupción del volcán. | Foto: @jcsantamarta

Pérdidas de casi cien millones en infraestructuras hidráulicas por el volcán de La Palma, según la evaluación realizada por un trabajo de fin de máster de la alumna de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba (ETSIAM – UCO) Miriam Martín, que se ha centrado en las infraestructuras hidráulicas afectadas, principalmente depósitos y redes de riego, y la superficie agrícola, realizando una valoración de los daños ocasionados.

Afección del volcán de La Palma en las aguas subterráneas

Para conocer las pérdidas ocasionadas, el trabajo recoge un inventario de la superficie afectada por la colada volcánica, cuyas pérdidas ascienden a 85.742.876 euros.

Este trabajo detalla que una de las zonas afectadas por la erupción fue la que suministraba agua desde la zona de Los Barros hasta El Manchón, en el término municipal de Los Llanos de Aridane. La colada volcánica dividió dicha zona por la mitad dejando el área de El Manchón al sur de la misma.

Además del cálculo de las pérdidas por superficie sepultada, este trabajo establece el impacto económico de las infraestructuras hidráulicas afectadas en 7.663.930 euros para infraestructuras de almacenamiento (depósitos privados, principalmente) y en 2.785.074 euros para infraestructuras de distribución (canales y conducciones). En este último valor se diferencia entre conducciones entubadas (pérdidas de 2.140.670 euros) y canales construidos con hormigón (pérdidas de 644.404 euros).

En cuanto a los hidrantes, que son los sistemas que aseguran el suministro de agua en redes comunitarias, los daños han sido de 64.247 euros.

Una lava inusualmente fluida fue la causa de la devastación del volcán de Cumbre Vieja

volcán cumbre vieja
La erupción del volcan Cumbre Vieja en Canarias es la catástrofe natural más grave de su tipo en 20 años según EM-DAT.

Más de 1.600 estructuras, incluidos unos 1.300 edificios residenciales, fueron destruidas o dañadas

La destrucción de la erupción del volcán Cumbre Vieja en la Palma fue tan devastadora porque la lava expulsada tenía una viscosidad excepcionalmente baja, lo que provocó que fluyera muy rápidamente.

Es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia (JGU) sobre la erupción de 2021, la más prolongada y disruptiva de la historia reciente de la isla canaria de La Palma.

«La viscosidad de la lava estuvo entre las más bajas jamás observadas para una erupción basáltica«, afirma Yves Feisel, investigador del Instituto de Geociencias de la JGU.

A partir de las imágenes filmadas, los investigadores calcularon que, en algunos casos, la velocidad de salida de la lava era superior a los diez metros por segundo. Además, los investigadores pudieron observar fenómenos en los flujos de lava que normalmente son más característicos de los fluidos que fluyen turbulentos, como los que se encuentran dentro de los cuerpos de agua, por ejemplo, los llamados saltos hidráulicos u ondas estacionarias.

Para determinar con mayor precisión la viscosidad de la lava, los investigadores recolectaron partículas de ceniza solidificadas mientras caían del cielo en La Palma. De vuelta en la Universidad de Mainz, pudieron determinar la temperatura de la erupción analizando químicamente estas muestras, revelando que el magma debe haber estado en el rango de aproximadamente 1.150 a 1.200 grados Celsius. También fundieron algunas de las muestras y midieron la viscosidad de la masa fundida a estas temperaturas utilizando un dispositivo conocido como reómetro.

«Poco después de que comenzara la erupción, la lava tenía una viscosidad de aproximadamente 10 a 160 pascal segundos«, explica Feisel. «Esa es una cifra 10 veces menor que, digamos, la viscosidad de la lava descargada desde Kilauea en Hawái en 2018».

Según las conclusiones del estudio, la lava de Cumbre Vieja era tan fluida principalmente debido a su composición química específica, en particular a su contenido de sílice relativamente bajo y a la forma en que cristalizaba este derretimiento: «Cuando la lava se enfrió, se formaron cristales y esto probablemente ayudó a retener el bajo contenido de sílice (SiO2) de la lava, lo que le permite mantener su baja viscosidad durante un período de tiempo más largo».

Los resultados de esta investigación pueden ayudar a mitigar los daños causados por erupciones volcánicas en el futuro. «Siempre es muy difícil predecir cuándo y cómo entrarán en erupción los volcanes», admite Feisel.

Sin embargo, la información sobre la viscosidad de la lava puede resultar útil ya que la lava fluida como la de Cumbre Vieja generalmente se descarga desde una variedad de lugares, algunos de los cuales pueden variar con el tiempo. Saber que la lava tiene baja viscosidad y fluirá rápidamente puede, entre otras cosas, ayudar a integrar modelos de erupción y terreno para predecir mejor el curso y la evolución de futuros flujos de lava.


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