Las inundaciones han aumentado un 134% en 20 años

Las inundaciones han aumentado un 134% en 20 años

Tormentas catastróficas que provocan inundaciones mortales son cada vez más frecuentes en todo el mundo. Naciones Unidas pide aumentar las inversiones para avanzar en la resiliencia de las comunidades y en la seguridad hídrica


Las tormentas mortales de enero en Europa occidental y el sudeste de África ofrecen un claro recordatorio de la realidad de la crisis climática. La tormenta Ana, que asoló Madagascar, Mozambique y Malawi hasta la semana pasada, ha dejado a más de 45.000 personas, incluidas 23.000 mujeres y niños, necesitadas de ayuda humanitaria , dice UNICEF. Mientras tanto, la tormenta Malik, que azotó la República Checa, Dinamarca, Alemania, Polonia y el Reino Unido, ha dejado a miles tambaleándose por sus impactos, que van desde cortes de energía hasta la destrucción de viviendas. Estos problemas se han visto agravados por los efectos de las inundaciones, que pueden poner en peligro vidas, dificultar aún más el suministro de energía e impedir mecanismos de ayuda adecuados.

Las catástrofes relacionadas con las inundaciones han aumentado un 134% desde 2000, en comparación con las dos décadas anteriores, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Como subraya un informe reciente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), el aumento de las temperaturas globales está afectando drásticamente el ciclo del agua, haciendo que las inundaciones y las sequías sean más extremas y frecuentes.

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y sus socios han estado trabajando para ayudar a disminuir el impacto de las inundaciones en países de todo el mundo.

“El PNUMA no tiene una varita mágica, pero trabajamos con socios para acelerar la resiliencia a las inundaciones, desarrollar capacidades, promover el desarrollo sostenible y recopilar y analizar los datos más importantes para informar la formulación de políticas”, dice Lis Mullin Bernhardt, experta en ecosistemas de agua dulce del PNUMA.

“Estamos construyendo resiliencia al avanzar en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 sobre el agua y brindando a los países oportunidades significativas para avanzar en sus agendas climáticas y de desarrollo más amplias de manera efectiva, consistente en todos los sectores y con viabilidad a más largo plazo”, agregó.

Las inundaciones destruyen la biodiversidad, vidas, medios de subsistencia, infraestructura y otros activos. También puede agravar los peligros para la salud, como el cólera, ya que las alcantarillas se desbordan y el agua dulce y el agua contaminada se mezclan. El agua estancada de la inundación puede fomentar la reproducción de mosquitos portadores de la malaria en algunos lugares.

El informe de la OMM presenta argumentos sólidos para invertir en la gestión integrada de los recursos hídricos, un marco integral para gestionar los recursos hídricos y equilibrar las necesidades sociales y económicas al mismo tiempo que se protegen los ecosistemas, como los humedales que mitigan las inundaciones.



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