Decenas de muertos y desaparecidos y miles de personas despojadas de lo poco que tienen. El drama no cesa en uno de los campamentos de refugiados más poblados del mundo, donde la fuerza del agua de los monzones ha arrasado todo a su paso



Las difíciles condiciones de vida que sufren los 800.000 refugiados que viven en el campo de Cox’s Bazar, en Bangladesh, están siendo puestas a prueba, más si cabe, en un 2021 lleno de desgracias. Al terrible incendio que se produjo el pasado mes de marzo, en el que murieron decenas de personas, hubo centenares de heridos y miles perdieron lo poco que tenían, ahora se une un monzón devastador que está provocando inundaciones y corrimientos de tierra mortales.
Los informes iniciales de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertan de que 2.500 refugios han sido destruidos, lo que deja sin techo a más de 12.000 refugiados. Y la totalidad de los campamentos, que albergan a casi un millón de refugiados, acumulan 30 centímetros de agua en superficie. «Casi la mitad del promedio de lluvia mensual de julio ha caído en un día», señaló la agencia de la ONU.
Deadly floods and landslides hit Rohingya camps in Bangladesh. https://t.co/aQh7WNyLfS
— UNHCR, the UN Refugee Agency (@Refugees) July 28, 2021