Inversión y digitalización, claves para producir alimentos

Inversión y digitalización, claves de la seguridad hídrica para producir alimentos

La escasez de agua y la sequía son ya la principal amenaza para la seguridad alimentaria. Sin agua no hay alimentos y para garantizarla la digitalización y las inversión pública y privada son las claves del futuro


El sector agroalimentario es un sector clave y decisivo para el conjunto de la sociedad, tal y como hemos comprobado durante la pandemia donde han mantenido la producción y abastecimiento de alimentos a la ciudadanía. Hoy, inmersos en una pertinaz sequía, después del segundo año hidrológico más seco desde que hay registros, con un 25% menos de aportaciones de agua de lluvia, los recursos hídricos son el elemento fundamental para garantizar el desarrollo social y de cualquier actividad económica, pero, sobre todo, imprescindible para poder seguir produciendo alimentos.

De ahí que la gestión sostenible y óptima de los recursos hídricos sea la clave para la supervivencia del importante sector agroalimentario español que hoy ha convertido a España en el 7º exportador mundial de alimentos, tal y cómo han destacado los expertos asistentes a la jornada El sector agroalimentario y el valor del agua, que ha organizado esta mañana el diario El Confidencial en Talavera de la Reina.

Una jornada, celebrada de la mano de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, CaixaBank y Agbar, con el objetivo de destacar el rol de los agricultores para generar riqueza en nuestro país y que ha sido inaugurada por el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

Durante la misma se ha reflexionado sobre la transformación del sector y el uso eficiente de recursos, y se ha centrado parte del debate en el más importante de ellos para el sector agro: el agua. La reflexión y el debate han servido para conocer cómo ha evolucionado en los últimos años la gestión hídrica y cómo desde la Administración pública y el sector privado se apuesta por la transformación de la cadena de valor, incentivando el autoconsumo, el almacenamiento y los sistemas eficientes, todo ello de la mano de la tecnología más puntera.

Una tecnología y una concienciación en eficiencia en el uso del agua que han permitido que si bien a nivel mundial el 20% de la superficie de cultivo productiva es de regadío y produce el 40% de los alimentos, en España ese porcentaje se eleva y con un 23% de superficie cultivada en regadío producimos el 50% de los alimentos que consumimos.

Simón Pulido, director de Transformación Hidrológica Digital de Agbar

Simón Pulido, director de Transformación Hidrológica Digital de Agbar ha explicado que el agua es un recurso y un destinatario de nuestras buenas prácticas puesto que podemos completar un círculo infinito en su uso a través de la reutilización de las aguas regeneradas.

Pulido ha destacado la importancia social y económica del regadío, que tiene que ahondar en su factor ambiental y para ello la digitalización y el dato puesto en común es esencial para garantizar la toma de mejores decisiones que nos van a beneficiar a todos.

El presidente de Cooperativas Agroalimentarias de España, Angel Villafranca ha querido incidir en la vertiente social y económica de la sostenibilidad, defendiendo que para lograr la sostenibilidad ambiental en el campo tiene que haber personas que puedan vivir de forma rentable como en el siglo XXI. «La sostenibilidad es integral y no podemos dejar de lado ninguna de sus vertientes», afirmaba.

«El agua es cíclica, es un recurso que llevamos usando desde hace milenios y que no gasta la agricultura, se usa para dar de comer a la humanidad y no se entiende que 2022 no se apliquen ya todas las tecnologías disponibles y políticas propias del siglo XXI a la gestión del agua», ha añadido.

Por su parte, Pulido ha resaltado el papel de las inversiones para impulsar la digitalización del ciclo del agua, con un PERTE para el ciclo urbano y otra para el regadío, unos fondos que nos pueden ayudar a conocer más y mejor los recursos hídricos, tener una visión global de todo el ciclo del agua, «una visión transparente y pública sobre los usos para impulsar la eficiencia la optimización y las buenas prácticas en todos los usuarios y administradores, una transformación digital muy técnica y transparente a disposición del conjunto de la sociedad».

Villafranca ha señalado que, si bien el sector puso muchas expectativas en los Fondos Next Generation hoy por hoy esa financiación no termina de llegar al campo.

Durante la jornada los ponentes han destacado que además de la inversión necesaria para impulsar esa transformación digital de la gestión del agua en su ciclo integral, una inversión que debe ser pública y privada donde no lleguen los fondos públicos, es necesario garantizar el relevo generacional del campo atrayendo talento capacitado para producir en un sector transformado digitalmente e innovador.

En este sentido el director de Transformación Hidrológica Digital de Agbar ha destacado la capacidad del sector del agua a la hora de innovar en la gestión eficiente del agua mediante la implementación de tecnologías digitales de última generación.

Para ejemplificar esta capacidad transformadora del agua, Pulido ha puesto en valor  el Centro de Interpretación del agua de Albacete que ayuda no solo a la resiliencia hídrica y sostenibilidad de esta ciudad, sino que también es un importante polo de desarrollo territorial, dinamización social e innovación.

Gracias a él, no solo es posible unificar toda la gestión del ciclo integral del agua en una única plataforma, sino que además se proporcionan servicios para optimizar la gestión ambiental de la ciudad, mejorar el mantenimiento y conservación de las infraestructuras, avanzar en economía circular y asegurar el control de la calidad del agua y otros indicadores ambientales, ha explicado Pulido.

A través de la visión que proporciona todo esta información digital se ofrece una panorámica de todo el conjunto de los recursos hídricos para optimizar la gestión del agua integrando recursos de diferentes fuentes y generando un mix hídrico óptimo, con mínimo consumo energético, con una reducción drástica de las emisiones. «Sabiendo qué agua hay que usar en cada sitio, si avanzamos en la visión de conjunto que nos va a dar la digitalización podemos elaborar una receta óptima para cada territorio», comentaba Pulido.

El responsable de Agbar también ha resaltado la oportunidad que suponen estos centros tecnológicos, fruto de la colaboración público-privada, que «pueden ayudar a canalizar todo ese talento hacia el agro contribuyendo a la formación y capacitación en  la tecnología aplicada al uso del agua, de manera que la agricultura se convierta en sector sexy».

La digitalización como herramienta fundamental para esta transformación de la gestión del agua que optimice su uso requiere inversiones, los Next Generation son una fuente muy importante para lograrlo pero, según Pulido, allí donde no lleguen hay que buscar otras fuentes de financiación, tanto pública como privada aprovechando las ventajas de la integración de pymes en consorcios de proyectos innovadores, tanto en la industria agroalimentaria como de comunidades de regantes para aprovechar la digitalización y su potencial transformador.



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