Investigadores del departamento de Química inorgánica de la Universidad de Alicante, a través de una beca de la Fundación Aquae, establecerán una metodología analítica que permita investigar tipos de microplásticos presentes en el agua potable y toxicidad de cada uno de ellos para adoptar medidas eficientes de eliminación



La Universidad de Alicante y la Fundación Aquae iniciarán una investigación pionera para establecer una metodología analítica estándar que permita determinar tipos de microplásticos y cantidades presentes en el agua potable. El estudio se realizará en el marco de un doctorado industrial que obtendrá una tesis sobre “Detección y caracterización de los microplásticos: preocupación emergente en el ciclo integral del agua”, centrada en esta amenaza medioambiental.
Dolores Lozano, Catedrática de Química Inorgánica de la Universidad de Alicante y codirectora de esta tesis, ha destacado para El Ágora la importancia de esta investigación pionera que servirá para establecer una metodología estandarizada y científicamente validada para recoger y analizar datos; evaluar los tratamientos para su eliminación y su eficacia; y analizar los efectos sobre el medio ambiente y la salud de los principales microplásticos identificados.
“Esta metodología es fundamental porque hasta ahora cada laboratorio o centro de investigación tipifica los microplásticos de una manera. Partiendo de la definición de los microplásticos como estos plásticos de menos de 5mm, necesitamos saber cuántos tipos hay, en función de su composición, los aditivos que llevan, su capacidad de degración y su toxicidad”, explica Lozano.
«Una vez que tengamos tipificados con un método validado científicamente podemos identificar el origen de ese microplástico y adoptar medidas para reducir su presencia y mejoras para eliminarlos del agua», insiste Lozano.
Esta investigación dará respuesta a la demanda de la comunidad científica de disponer de un protocolo de actuación estándar que sirva de referencia para todos los estudios de microrresiduos, en la línea de investigaciones que ya se han desarrollado en Estados Unidos o Alemania.
Con el apoyo de dos laboratorios de empresas del ciclo integral del agua, Interlab y Labaqua, la investigación se desarrolla en tres fases: en la primera, que se extenderá a lo largo de 2020, se creará y validará una metodología analítica.
En la segunda fase, que se desarrollará entre 2021 y 2022, se estudiará el impacto de los microplásticos en instalaciones reales como estaciones de tratamiento de agua potable o depuradoras de aguas residuales.
En la tercera y última fase, que tendrá lugar en 2022, se evaluarán los efectos sanitarios y medioambientales de los principales microplásticos identificados en todo el ciclo.
Colaboración académica y empresarial
Lozano ha destacado la importancia de los doctorados industriales porque permiten conectar el ámbito académico e investigador con las necesidades de las empresas para abordar juntos las mejores soluciones a los retos que surjan, en este caso a los microplásticos, que son una amenaza ambiental.
Así, gracias a la beca de la Fundación Aquae y de la Universidad de Alicante, una doctoranda desarrollará la investigación con el soporte del equipo del Departamento de Química Orgánica y el equipamiento de última generación que ponen a su disposición los laboratorios de Interlab y Labaqua, explica Lozano.
Microplásticos: una amenaza ambiental
Si bien el impacto de estos microplásticos está muy investigado en el océano, la propia Organización Mundial de la Salud dejó claro en sus informes la falta de evidencias científicas sobre los efectos de los microplásticos en la salud, e instó a los expertos a continuar investigando.