La sequía deja al espacio natural de Doñana con solo una laguna con agua

La sequía deja al espacio natural de Doñana con solo una laguna con agua

La sequía y las extracciones del acuífero para usos agrícolas y turísticos provocan que solo una laguna de Doñana tenga agua, la de Santa Olalla


Con un déficit de precipitaciones en España del 26% en este año hidrológico, que arrancó en octubre de 2021, y unas reservas de agua que sólo en la última semana perdieron un punto y medio, hasta dejar los embalses en el 40,4% de su capacidad, por efecto del calor y la evapotranspiración, la península se asoma ya a la que podría ser una de su peor sequía.

En palabras de la vicepresidenta y Ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera, un escenario en el que no se preveía, «evidentemente la escasez tan tremenda» de este año, pero en el que se sabe que habrá que enfrentarse a escenarios «extremos», de grandes inundaciones y periodos de sequía prolongados en otros momentos.

Así las cosas uno de los parques naturales más relevantes desde el punto de vista ecosistémico, reserva de la biosfera y observatorio del cambio climático, Doñana, sólo conserva a estas alturas una laguna con lámina de agua, la de Santa Olalla.

Las miles de láminas de agua con el carácter de temporales del parque están secas, como corresponde a su ciclo natural, pero también otras consideradas permanentes. Según ha explicado a Efeverde el director de la Estación Biológica de Doñana (EBD), Eloy Revilla, a final de verano es seguro el completo secado de Santa Olalla, algo que ocurre por segunda vez desde que se tienen datos.

Este humedal sufre un doble problema. La escasez de precipitaciones en esta zona de Huelva, que suma diez años ya por debajo de la media; y, particularmente, las extracciones de agua del acuífero subterráneo para abastecer al cercano núcleo turístico de Matalascañas, que en verano alcanza los 160.000 residentes.

«A final de verano es seguro el completo secado de la laguna de Santa Olalla, algo que ocurre por segunda vez desde que se tienen datos»

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) anunció el mes pasado que iniciaba los estudios para reorganizar los cinco pozos que aportan agua a Matalascañas, que profundizan hasta los 180 metros para encontrar el líquido. De esos sondeos salen 2,2 hectómetros cúbicos para consumo turístico, en una zona del acuífero con recarga media de 70 hm, según la CHG.

El objetivo de la confederación es cerrar los dos más cercanos a Santa Olalla, y abrir otros dos más alejados del complejo lagunar “para favorecer su recuperación”, con un presupuesto de 1,2 millones de euros.

Eloy Revilla espera que se efectúe “rápidamente, el trámite no se puede eternizar”, pues Doñana se enfrenta a una situación tan grave que ha motivado sentencias condenatorias del Tribunal Europeo de Justicia por no garantizarse la conservación de hábitats protegidos.

Las lagunas temporales también son testigo de la crisis hídrica y si bien en la planimetría aparecen reseñadas miles, la progresiva falta de agua en Doñana motiva que la mayoría estén desaparecidas hace tiempo.

Este hábitat, catalogado por la Unión Europea como Red Natura 2000, además de refugio para diverso tipo de fauna, permitía una orla de vegetación específica. Al no existir, se produce la progresiva matorralización de Doñana.

En los últimos cuatro años la CHG ha cerrado en el entorno de Doñana unas 600 captaciones –95 por ejecución forzosa-, además de abrir 101 expedientes sancionadores por detracción de aguas, casi todos para uso agrícola.

El nuevo Plan Hidrológico del Guadalquivir contempla 30,7 millones de euros para ampliar la depuradora de Matalascañas, y 10 con el fin de sustituir las captaciones subterráneas por otras de aguas superficiales desde la Estación de Tratamiento de Aguas Pluviales del Tinto, en Moguer.

Policías del agua: vigilancia vigilancia del Dominio Público Hidráulico

La CHG entrega al Seprona material especializado para el control y vigilancia en el Dominio Público Hidráulico

La Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) ha hecho entrega este jueves al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) de material especializado en el marco del convenio suscrito entre ambas administraciones para el control y vigilancia de actividades en el dominio público hidráulico del Guadiana.

La colaboración entre ambas administraciones se inició en el año 2008 y se ha ido consolidando con la firma de sucesivos convenios con el objeto, todos ellos, de desarrollar un programa de actuación conjunta para la vigilancia, inspección, control y denuncia de las actividades ilícitas relacionadas con extracción de áridos, apertura de pozos, ocupación del dominio público hidráulico, usos y obras de canalización, vertidos de aguas residuales, navegación y extracción y derivación de agua, control de especies invasoras y aquellas otras que pudieran menoscabar la naturaleza y el medio ambiente.

Las labores de coordinación sobre el terreno entre efectivos de la Guardia Civil y el personal de la Guardería Fluvial y Agentes Medioambientales de la CHG se llevan a cabo de manera conjunta por los servicios de la Comisaría de Aguas de la CHG y las Comandancias afectadas. Todas las inspecciones del Seprona se remiten a la CHG y esta resuelve.

La cuenca del Duero registra el peor dato de reservas de los últimos cinco años

Embalse de Barrios de Luna (León) en 2018

El desarrollo meteorológico de los últimos meses, sin precipitaciones y con temperaturas muy elevadas en la cuenca del Duero, se ha traducido en un empeoramiento de la situación de reservas de agua embalsada, que con un total de 1.381,6 hectómetros cúbicos, un 48% del total, 11 puntos menos que la media de la década, registra actualmente «el peor dato de los últimos cinco años».

Así se ha constatado en el transcurso de la reunión de la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) reunida este jueves de manera extraordinaria en la sede del organismo en Valladolid.

La peor situación se encuentra en el embalse de Villameca, al 22% de su capacidad total, frente al 51 de los últimos diez años; el sistema Pisuerga y el sistema Carrión, cuyas reservas a fecha actual son inferiores al 50% de la media de reservas de la última década.

En situación desfavorable se sitúan los sistemas Órbigo y Alto Duero, estando más controlada en los sistemas Esla y Arlanza, y los embalses de Linares del Arroyo, Pontón Alto, Castro de las Cogotas y Santa Teresa, tal como ha señalado la CHD a través de un comunicado.

Tal y como se ha informado en la Comisión de Desembalse y en las Juntas de Explotación celebradas con los regantes las últimas semanas de julio y primera de agosto, la CHD «está trabajando para garantizar el recurso», a pesar de «las complicaciones de la actual campaña de riego en la mayoría de sistemas».

En la comisión también se ha informado sobre el cumplimiento del Convenio de Albufeira, que establece el marco de colaboración entre España y Portugal para la gestión de las aguas de la demarcación hidrográfica del Duero.

Actualmente existe «un diálogo constante» con Portugal, recalca la confederación, para atender el régimen anual establecido, lo que se ha traducido en «fuertes restricciones» en la zona española en algunos sistemas de explotación, pero que puede suponer mayores limitaciones en lo que queda de año hidrológico para «atender este compromiso» con el país vecino.

Actualmente, la Dirección General del Agua está trabajando con la administración hidráulica portuguesa para establecer una planificación para los meses de agosto y septiembre.



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