Dos mil vehículos y quince camiones han marchado este lunes por las calles de Madrid hasta el Ministerio de Transición Ecológica para protestar por el cambio de las normas de explotación del trasvase Tajo-Segura



Con dos horas de retraso por las dificultades para que los cerca de dos mil vehículos y quince camiones pudieran transitar por las calles de Madrid hasta el Ministerio de Transición Ecológica para protestar por el cambio de las normas de explotación del trasvase Tajo-Segura, el Levante español ha logrado trasladar su mensaje a la capital.
El presidente del Sindicato de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS), Lucas Jiménez, ha reclamado a la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que reconsidere su posición de reducir el volumen transferible en el Trasvase Tajo-Segura (cuando esté en nivel 2) y al mismo tiempo aumentar los caudales ecológicos en parte del Tajo porque puede suponer un golpe de «consecuencias impredecibles» para la agricultura del Levante.
La manifestación en defensa del Trasvase avanza por las calles de Madrid. Destino: el Ministerio de Transición Ecológica ? No al cambio de reglas de explotación del Trasvase. #adiosalahuertadeeuropa pic.twitter.com/YhewpftyXh
— S.C.R.A.T.S (@scrats_regantes) May 24, 2021
Frente a la sede del MITECO, en declaraciones a los medios de comunicación, Jiménez ha avisado de que los regantes lo tienen «claro» y han llegado ya al «punto de inflexión» después de acudir «muchas veces» a plantear sus reivindicaciones en Madrid, de modo que asegura que no van a parar y se manifestarán en el futuro, a no ser que el Ejecutivo cambie de postura.
El representante de los regantes alerta de que el golpe que les «pretende» dar el Gobierno tiene «consecuencias impredecibles», porque plantea reducir en un 45% los caudales «mínimos y ridículos» que se están enviado a las regiones de Alicante, Murcia y Andalucía.
«Es una locura», insiste Jiménez que advierte de que esta decisión de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, puede suponer «el fin de la agricultura del Levante» y reducir en un 44% las frutas y hortalizas que se producen en España y que van a parar también al resto de Europa.
Por eso, los regantes piden a la vicepresidenta cuarta que «reconsidere» su posición y que «sin afectar a la vida del Tajo» porque quieren que el agua siga en buen estado para regadío y para abastecimiento pero que les «dejen seguir viviendo».
“Ideología frente al progreso”
Respecto a la decisión del Gobierno, el presidente de los regantes asegura que es «toda» de índole política y afirma que eso es algo que lo saben «los técnicos» del Ministerio, pero lo dicen «a puerta pequeña». «Es una decisión política. No hay nada más«, sentencia.
Jiménez afirma que las aguas en Aranjuez (Comunidad de Madrid) gozan de buena calidad y de un buen potencial ecológico, por eso cuestiona la decisión de Ribera de subir caudales que trastoca la economía de unas regiones en «plena época de reconstrucción nacional» y cuando se depende del dinero que tiene que llegar de Europa. «Es un contrasentido; es una locura», ha subrayado.
Por eso, ha afirmado que pese al esfuerzo que supone a tantos agricultores desplazarse en Madrid, no se cansarán y repetirán las movilizaciones que sean necesarias hasta que Ribera les escuche.
No obstante, no espera que ningún representante del Ministerio les reciba este lunes, pero seguirán intentándolo hasta que «de una vez por todas» tome «decisiones de Estado» que no perjudiquen a nadie.
El presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras (PP), ha considerado “inadmisible e inaceptable” que el Gobierno tenga una hoja de ruta para recortar el Trasvase Tajo-Segura “sin escuchar a los regantes y agricultores” de Almería, Alicante y Murcia.
López Miras ha hecho estas declaraciones frente a la sede del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) en Madrid, donde ha mostrado su apoyo a los regantes y agricultores del Levante concentrados en ese lugar para exigir que no se reduzca la llegada de agua procedente del río Tajo al Levante español.
«Espero que Pedro Sánchez y su Gobierno escuchen el clamor de dos millones y medio de españoles de las regiones de Murcia, Almería y Alicante que viven de la agricultura y que necesitan el agua día a día en sus hogares”, ha declarado el presidente murciano.
Ha recordado que «el futuro de miles de familias del Levante depende del agua que llega a través del trasvase Tajo-Segura”, y por eso ha dicho que es «inadmisible e inaceptable» que el Gobierno de Pedro Sánchez «tenga una hoja de ruta para recortarlo y cerrarlo«.
Por su parte el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha aprovechado este lunes la visita del responsable del Gobierno central, Pedro Sánchez, a Toledo para darle directamente las gracias por lo que entiende una gestión del conflicto hídrico entre la región y el Levante desde una postura de «diálogo inteligente».
Ha insistido en que es «la primera vez» desde que está en política que se encuentra al Estado «sabiendo» que los trasvases son «incomprensibles».
Una decisión de la época de la dictadura que se basó en «llevar agua de la España seca a la España seca», un tema que ahora, para solucionar, «hay que ser valiente».
«Y este Gobierno no está a favor de ningún territorio, está equilibrando desde una posición de diálogo inteligente, con todas las regiones de España», ha reiterado García-Page.
Impedimentos a la manifestación
En su protesta, los regantes llegados desde Alicante, Murcia y Almería habían acudido con 300 camiones, 150 tractores y más de un millar de vehículos que tenían previsto –con autorización previa de la Delegación del Gobierno– partir desde el recinto ferial IFEMA MADRID hasta la sede del MITECO, en la plaza de San Juan de Madrid, en el centro de Madrid.
Sin embargo, este lunes por la mañana la Policía les impidió iniciar el recorrido que tenían previsto. Desde el Miteco, Jiménez apeló a la delegación del Gobierno en Madrid, para que les dejara ejercer su derecho de manifestación con su caravana.
«Que facilite nuestra salida. Somos gente pacífica y a nuestra hora nos marcharemos a casa, porque hemos venido a reivindicar y no venimos a meternos con el pueblo de Madrid», ha asegurado Jiménez, que califica la negación de la Delegación del Gobierno de «una locura».