En la zona norte de Tenerife, una de las ocho islas que conforman el archipiélago canario, existe un paraje creado por la mano del hombre que, en contra de lo que esto suele suponer, ha beneficiado a la zona. Se trata de la cascada de Lomo Morín.
Ubicada en el municipio de Los Silos, en el núcleo poblacional de Tierra del Trigo, el premio a los caminantes que realizan la travesía de esos 2500 m a 500 m de altitud sobre el nivel del mar es fascinante. Desde allí se puede ver el faro de Buenavista, el barrio de La Caleta, y la Isla Baja en general. Además de disfrutar de unas vistas espectaculares, se puede observar el resultado de una modificación de la naturaleza por la mano humana… con final feliz.
Dada la escasez de agua existente en la zona, los lugareños aprovecharon el riego y canalizaron el agua, evitando utilizar tuberías para ello (los conductos se calcificarían en poco tiempo y se obstruirían). La corriente recorre galerías y las rocas volcánicas que conforman el paisaje, que son ricas en dióxido de carbono, y llega a una ladera, donde aparece en forma de cascada, un salto artificial creado por los propios regantes, para mejorar la calidad del agua.


La cascada de Lomo Morín
En un estudio de Ana María Alonso Zarza, publicado en la revista Anthropocene en febrero de 2021, la directora del Instituto Geológico Minero de España (IGME) afirma que, gracias al aprovechamiento del riego se ha creado una depuradora natural, formaciones rocosas conocidas como tobas y hasta un sumidero de CO2, que en condiciones naturales tardaría siglos en formarse pero que con este sistema solo ha tardado unos 25 años.
“La modificación humana del sistema hidrogeológico reportada en este estudio ha producido cambios en las condiciones geológicas y ecológicas que han aumentado la biodiversidad de la isla”, señala Ana María. Las rocas volcánicas, el agua, la vegetación, el CO2 y la interacción del hombre han creado en este lugar un paisaje único de cascadas petrificadas y de gran interés geológico.


El por qué de la cascada
En efecto, esta cascada es una depuradora natural, ya que el agua en este paraje posee tanta cal que, a pesar de que tan solo puede ser utilizada en la agricultura, aun así, ha de ser tratada previamente. Y al dejarla correr de forma natural, la fuerza de la corriente hace que pierda gran parte de su proporción de cal. Las algas, grandes aliadas, al ser muy delgadas y capilares, provocan la precipitación de calcita (carbonato de calcio) por pérdida mecánica y biológica deCO2, permitiendo que se vayan depositando por el camino. Para los geólogos, Lomo Morín es un laboratorio natural donde se puede ver en directo cómo se forma este proceso.
El agua, tras un salto de unos 40 metros, cae en zonas de cultivo y en espacios de reserva, desde donde se reutiliza. Es sorprendente como las rocas por donde recorre este “río artificial” se han blanqueado con el paso del tiempo… y del agua.
Aunque, naturalmente, no todo el mundo está conforme. Agentes de medioambiente del Cabildo y el Seprona han presentado una denuncia ante la fiscalía, por considerar que este vertido irregular de agua es una agresión contra el medio natural. El cabildo tan solo permite el paso de 15 personas al día para realizar barranquismo en la zona. Y las empresas de turismo activo cumplen las medidas a rajatabla, con unos estrictos controles de aforo.


Las zonas más llamativas de Lomo Morín sólo son accesibles legalmente con equipos de escalada o rápel. No obstante, la zona recibe muchas visitas de gente anónima, que invaden propiedades privadas y producen destrozos entre los cultivos, ya que no existe un sendero autorizado. Se ha llegado a contabilizar hasta 500 personas en un solo día, atraídas por guías no oficiales que cobraban una cantidad a cada visitante.
Santiago Florido, gerente de Nivariaextremo, empresa especialista en deportes extremos, es uno de los que ofertaba esta experiencia con todas las medidas de seguridad y de aforo, hasta que el Cabildo, por la actuación irresponsable de la población ajena al sector, decidió suspenderla. Ha invertido mucho dinero en ella, y considera que repercute negativamente en toda la zona. Era una experiencia única, ya que el flujo continuo de agua durante todo el año le proporcionaba un atractivo turístico inigualable.
Florido, al igual que los especialistas en este tipo de actividades, quiere el máximo respeto social para un paraje único como es Lomo Morín. De hecho, en un vídeo de casi ocho minutos se le puede ver recogiendo junto a un compañero hasta tres bolsas de basura tras un fin de semana de visitas incontroladas a los pies de la cascada. “Esto es lo que se debe evitar. El acceso a la masificación sin control”, dice Florido.
La cascada de Lomo Morín es un paisaje único, creado por la mano del hombre, que ha potenciado el valor geológico, la agricultura y el turismo en alza de la zona. Habrá que conseguir un equilibrio óptimo para todos sus beneficiarios: los canaleros, los empresarios, los estudiosos, los visitantes y las autoridades.
