Los regantes proponen aumentar un 23% la regulación hídrica -

Los regantes proponen aumentar un 23% la regulación hídrica

Los regantes piden ampliar de 54.000 a 70.000 los hectómetros cúbicos de agua de regulación hídrica, un aumento del 23% para favorecer la adptación de los recursos al cambio climátiico que plantea la Ley al efecto aprobada esta semana


Pese a que España es un país que tiene una aceptable regulación hídrica, contando con 54.000 Hm3, según afirma el presidente de la Fededración Nacional ded Comunidadeds de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, el potencial de regulación podría llegar a los 70.000 Hm3, lo que ayudaría sensiblemente a que pudiéramos mitigar los efectos negativos del cambio climático.

Y es que a su juicio los embalses y trasvases, además de aliados del medio ambiente, representan una de las medidas más eficaces para aumentar las garantías de agua de los usuarios actuales y potenciales, «a sabiendas de que la distribución de los recursos hídricos en nuestro país es tan irregular”.

Los regantes proponen así aumentar la regulación hídrica en 16.000 hectómetros cúbicos, casi un 23%, para luchar contra el cambio climático, tras la aprobación del anteproyecto de ley por parte del Consejo de Ministros y antes de su remisión como proyecto de ley al Congreso de los Diputados.

Apuestan por la construcción sostenible de obras de regulación (presas, embalses, trasvases…), sobre todo, para prevenir los efectos negativos de las lluvias torrenciales y convertirlas en recursos para las cuencas deficitarias.

Unas consecuencias, las inundaciones y sequías, que se agravarán por culpa del cambio climático, a tenor de los últimos estudios de expertos.

En este sentido, Fenacore reitera la urgencia de poner en marcha un Plan Nacional de Infraestructuras Hídricas que siga la estela de los planes estatales de carreteras o de infraestructuras ferroviarias, pese a reconocer que las perspectivas económicas para España dificultarán la necesaria inversión en este tipo de obras.

Sumideros de dióxido de carbono

Si el Gobierno quiere alcanzar la neutralidad climática de España de aquí a 2050, los regantes defienden que los cultivos de regadío son auténticos sumideros de dióxido de carbono, con el consiguiente efecto positivo sobre la disminución del efecto invernadero.

Explican que si los agricultores dejaran de cultivar los frutales, olivos, naranjos, viñas… y no cuidaran y protegieran los bosques y pastos de su propiedad, tales sumideros desaparecerían, lo que a la postre terminaría agravando los problemas medioambientales.

Pero además de absorber CO2, el regadío aporta oxígeno a la atmósfera por la fotosíntesis de la cubierta vegetal y contribuye también a reducir la erosión y la desertización, mediante el mantenimiento de la capa vegetal en cultivos de riego eficiente, dos peligrosas consecuencias que se podrían acentuar por el cambio climático.

Dinamizar la España rural

Fenacore remarca que incrementar la regulación hídrica ayudaría a fijar la población en las zonas rurales, como demuestran los datos del INE de los que se desprende que 13 de las 15 provincias que más habitantes han perdido durante los diez últimos años son aquellas que menos superficie regada tienen; después de que la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, haya destacado la necesidad de dinamizar la España rural.

Por ello, Fenacore anima al Gobierno y al resto de los grupos políticos a alcanzar un Pacto de Estado para llevar adelante sin trabas todas las actuaciones que ya están contempladas en los diferentes planes de cuenca vigentes y en los que se incluyen las obras de regulación y las actuaciones de modernización de regadíos correspondientes.


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