Europa sufre el mayor periodo de inundaciones desde hace 500 años

Europa sufre el mayor periodo de inundaciones desde hace 500 años

Un estudio que ha analizado 9.000 inundaciones ha expuesto que el período reciente (1990-2016) ha sufrido una frecuencia excepcional de inundaciones comparado con los últimos 500 años, a causa de la incidencia del cambio climático en la circulación atmosférica


La historia de nuestra humanidad está intrínsecamente relacionada con el agua, al ser este el recurso base con el que hemos construido nuestras civilizaciones, conocimiento y forjado nuestra vida misma.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en los cauces ya que, del mismo modo que nos permitió crecer como especie, muchas veces también fue protagonista de todo lo contrario a través de catástrofes que nos han debilitado y marcado de por vida.

Prueba de ello son las inundaciones que hemos sufrido a lo largo de nuestra historia, como la Gran riada de Valencia de 1957 o las recientes inundaciones del sudeste peninsular. Sin duda, un precio a pagar por tan valioso recurso que, si bien antes eran muy puntuales, ahora se están convirtiendo en prácticamente una lacra que surge cada pocos meses en nuestro continente.

 

Así lo ha puesto de manifiesto un estudio publicado en la revista Nature, que ha contado con la participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Barcelona (UB) y la Universidad de Almería (UAL), en el que se concluye que la mayor frecuencia actual de las inundaciones es excepcional en comparación con los últimos 500 años.

Para llegar a ese resultado, el grupo de científicos analizó 9.576 inundaciones obtenidas de documentos históricos basados en crónicas, anales, registros administrativos y legales, periódicos y correspondencia privada y oficial, así como de datos de sedimentos depositados por las inundaciones pasadas.

“Con este volumen y extensión de los datos de inundaciones a resolución diaria, se obtuvo que el período reciente está entre los más abundantes en el número de inundaciones, siendo el segundo más grande en extensión espacial (casi dos millones de kilómetros cuadrados) y el tercero más grande en extensión espacio temporal”, ha destacado Gerardo Benito, investigador del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).

“Esto significa que las inundaciones del periodo actual no solo cubrieron una gran parte de Europa, sino también han tenido una duración significativa en el tiempo”, ha añadido el experto del CSIC.

Junto al periodo actual, que abarca desde el año 1990 hasta el 2016, han encontrado otras franjas ricas en inducciones ubicadas en Europa occidental y central entre el 1560 y el 1580, en casi todo el continente entre 1760 y 1800, y en Europa occidental y meridional entre 1840 y 1870.

Lo más curioso de estos datos es que en la mayor parte de Europa, los períodos anteriores ricos en inundaciones han ocurrido durante fases más frías de lo habitual, pero el período actual rico en inundaciones ha sido mucho más cálido, hecho que relacionan con el cambio climático.

Del mismo modo, los científicos han identificado cambios en las estaciones del año en las que ocurren las inundaciones. Por ejemplo, el 40 % de las inundaciones históricas en Europa central han ocurrido en verano, una cifra que se eleva al 55% durante esta estación en la época en la que nos encontramos.

En España, las inundaciones han aumentado particularmente en otoño, un cambio que se inició en la década de 1940.

“En la mayor parte de Europa, los períodos anteriores abundantes en inundaciones ocurrieron durante fases más frías de lo habitual; sin embargo, el período actual ha sido mucho más cálido”, ha señalado Gerardo Benito.

Cambio climático como origen

Los científicos han expuesto en su trabajo que la crisis climática puede estar detrás de esa transición de la frecuencia de las inundaciones hacia una época cálida como consecuencia de las alteraciones que este fenómeno mundial produce en la circulación atmosférica.

“En la actualidad existe la preocupación de que el cambio climático esté alterando la frecuencia y magnitud de las inundaciones de una forma sin precedentes. Sin embargo, hasta el momento ha sido difícil comprobarlo debido a que los registros de medida del caudal en los ríos son relativamente cortos”, ha explicado Gerardo Benito.

También han demostrado que, si bien la gestión de inundaciones se basa actualmente en el análisis de datos sistemáticos en las últimas décadas, ampliar el intervalo de tiempo a los siglos pasados fortalecería mucho el análisis, ya que pueden proporcionar una guía más completa para posibles cambios futuros de peligrosidad de las inundaciones.

“Esto permitiría la creación de herramientas predictivas que pueden mejorar la capacidad de adaptación a escala global y local. Sin duda, este trabajo demuestra el potencial de los datos documentales y los registros geológicos del pasado para contribuir a dicho trabajo”, ha agregado el investigador del CSIC.

El hallazgo de que los últimos 30 años están separados de otros períodos pasados abundantes en inundaciones por una brecha temporal de unos 90 años puede explicar por qué las inundaciones recientes han sorprendido tanto a los organismos públicos encargados de gestionar los riesgos.



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