Expertos procedentes de las instituciones, la academia y el sector privado analizan en un debate organizado por la Fundación Conama los retos que enfrenta la gestión del agua en España debido al cambio climático y piden más concienciación ciudadana



La relación de la mayoría de los ciudadanos con el agua es fugaz en el mejor de los casos. Muchos de ellos tienden a tener la percepción de que el agua es apenas una comodidad más de fácil acceso, que viene por el grifo y se va por el retrete, cuando en realidad viene de un medio ambiente con el que está íntimamente relacionado y al que acaba por regresar. Para intentar poner en valor el enorme trabajo que hay detrás de la gestión del agua, tanto en abastecimiento como en saneamiento, es imprescindible comunicar mejor a la ciudadanía la enorme importancia del líquido elemento en cuestiones como la salud humana, vegetal y animal, la creación de una ciudad verdaderamente sostenible o la adaptación al cambio climático.
Esta labor urgente de dar más valor al agua ha sido el principal foco del debate organizado este jueves por la Fundación Congreso Nacional de Medio Ambiente (Conama), en el marco de unas jornadas de encuentro entre expertos ambientales que se celebran esta semana. En concreto, el objetivo de este foro es visibilizar el relevante trabajo que sigue realizando el sector ambiental, en el que se encuentra la gestión del agua, ante la situación generada por la pandemia, una tarea importante para dar respuestas a esta crisis en clave ambiental y social.
Y es que precisamente el último debate de estas jornadas, que se pueden disfrutar en su integridad a través de la página web de Conama, ha reunido a expertos procedentes de las instituciones, la academia y el sector privado en torno al Objetivo de Desarrollo Sostenible 6, que busca garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. En él han participado figuras de reconocido prestigio como Víctor Arqued, subdirector general de Planificación Hidrológica del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Belén Benito, directora de operaciones del Canal de Isabel II, o Gonzalo Delacámara, director del Departamento de Economía del Agua en IMDEA.


«El desafío del agua está en vincular el agua con otros objetivos de desarrollo social y económico, porque hay que entender que estrategias clave como la adaptación al cambio climático no son posibles si no integramos correctamente el agua en el territorio y gestionamos adecuadamente los recursos hídricos», ha apuntado Delacámara, que considera que hay que encontrar un «término medio» en la comunicación sobre agua que escape a los planteamientos tanto «apocalípticos» como «granulares». Es decir, concienciar la ciudadanía de que sus actuaciones importan a la hora de solucionar los retos hídricos de España, agravados por el cambio climático, pero dejando también clara la urgencia de resolverlos cuanto antes.
«Es importante reconectar a las personas con la realidad física, química y socioeconómica del agua, con el sentido natural de los recursos, porque de nuestros reservorios de agua depende en gran medida la buena salud de nuestros ecosistemas. Hay que transmitir a todas las personas esa dependencia que tiene el medio ambiente del agua para que vean su verdadero valor», ha asegurado por su parte Rafael Seiz, técnico de políticas del Programa de Agua de la ONG WWF España, que también ha participado en el debate. Una opinión que ha compartido con Benito, que ha recordado el trabajo que realiza el Canal de Isabel II para recordar a la ciudadanía que «cada gota cuenta», una realidad que también exige que «las redes de agua sean lo más eficientes posibles».
Los riesgos del cambio climático
Para conectar a la ciudadanía con el verdadero valor del agua, es importante también trasmitir la necesidad de modernizar la gestión para hacer frente al cambio climático. «En los últimos años se han multiplicado los signos que confirman que el ciclo del agua en España está sufriendo cambios relevantes tanto en su calidad como en su cantidad como resultado del cambio climático», ha asegurado en una intervención por vía telemática Francisco Heras, consejero técnico de la Oficina Española de Cambio Climático. Según este experto, la planificación hidrológica «es nuestra mejor herramienta para introducir previsión y racionalidad en él manejo del agua» y empezar a resolver lo que es «un gran reto para un país que ya hace un uso intenso de sus recursos hídricos».
En este sentido, el nuevo ciclo de planificación hidrológica que está preparando el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico evidencia, según Víctor Arqued, «que la orientación del país no es la misma que en los ciclos anteriores», ya que está mucho más centrada en «la adaptación al cambio climático como núcleo vertebrador de la estrategia hídrica del país». Para este alto cargo del ministerio, los fondos europeos que se incluirán en los próximos presupuestos permitirán «avanzar muy significativamente» en renovación de infraestructuras, algo «muy necesario» que el sector del agua lleva año reclamando.


Además, esta mejora de las infraestucturas del agua de España largo tiempo pospuesta puede servir para aumentar su valor al mismo tiempo que suponen una auténtica palanca para la reconstrucción económica. «El sector del agua urbana puede ser un vector de recuperación importante. Las empresas de nuestro sector tienen una gran capacidad para canalizar inversión a medio y corto plazo, pero tenemos por delante el mayor reto de nuestra historia reciente, que es que el Gobierno se haga cargo del plan de renovación de infraestructuras», ha explicado vía telemática Enrique Hernández, director general de la Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua Urbana (AGA).
Aunque esta renovación está aún pendiente y exigirá una «gran inversión» en los próximos años, según ha apuntado Hernández, esto no quiere decir que el sector no lleve años preparándose para un cambio climático que cada vez tiene consecuencias más visibles. «Llevamos preparando la adaptación al cambio climático mucho tiempo. En los últimos 30 años, las aportaciones a los embalses de la Comunidad de Madrid se han reducido un 20%, por lo que llevamos tiempo viendo como las precipitaciones y la reserva va hacia abajo mientras la población crece y trabajamos en consecuencia», ha apuntado Benito, que ha recordado también que el Canal renueva cada año unos 800 kilómetros de canalización.
La innovación es clave
Otro punto en el que han coincidido los expertos presentes en el debate de Conama es que, para mejorar el valor actual del agua, hay que hacer una apuesta decidida por la innovación. Y es en este punto donde el concepto de economía circular aplicado al agua es clave. «Tenemos que ser capaces como sociedad de vivir de nuestros residuos para poder seguir viviendo de nuestros recursos. Hay que cerrar ciclos, eso aumenta nuestra capacidad de resiliencia y adaptación», ha asegurado Delacámara.
Eso sí, para mejorar en circularidad es muy importante intensificar la búsqueda y aplicación efectiva de fuentes alternativas. «El agua residual generada por todos y conveniente regenerada, es una gran fuente alternativa de agua para ciertos usos, como la agricultura o la industria», ha explicado Benito, que ve también necesario innovar en la gestión del agua, ya que «la actividad del agua es intensiva en infraestructuras y necesitamos un modelo de gobernanza que fomente la unión de municipios para aumentar la eficiencia y reducir los costes».


En este punto, Elena Calcerrada, responsable del Área de Innovación en Young Water Professionals (YWP), ha asegurado por vía telemática la necesidad de «potenciar ideas disruptivas en la gestión del agua», algo que se podría lograr invirtiendo más en divulgación, pero también incluyendo «tecnologías nuevas en la normativa, ya que a veces son problemas administrativos más de técnicos los que frenan la innovación».
En cualquier caso, para dar valor al agua es imprescindible no caer en el fatalismo. “Nuestros agricultores y nuestros hogares son cada vez más eficientes y nuestras industrias cada vez avanzan más en modelos de economía circular, entonces no podemos estar hablando siempre de un problema«, ha concluido Delacámara. Es decir, hay que dejar claro a la ciudadanía que el progreso en el agua es y será importante, pero que aún falta un impulso clave por parte de todos para empezar a solucionar el reto que el cambio climático supone para los recursos hídricos.
