De seguir el ritmo actual de progreso, el ODS6 solo conseguirá en 2030 que el 81% de la población mundial tenga acceso al agua y el 67% disponga de un saneamiento adecuado, según el nuevo informe de la ONU sobre avances en los Objetivo de Desarrollo Sostenible



Alcanzar el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible, el ODS6 -agua potable, saneamiento e higiene- para 2030 requiere cuadruplicar el ritmo de progreso actual, afirma el último Informe anual sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible elaborado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA). El informe ha sido publicado durante el Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible (HLPF ), que se celebra hasta este viernes en Nueva York, una ocasión donde todos los ODS han recibido escrutinio.
Cumplir el ODS6 salvaría 829.000 vidas al año. Este, según el informe, es el número de personas que actualmente mueren cada año por enfermedades directamente atribuibles al agua insalubre, saneamiento inadecuado y malas prácticas de higiene. Según las proyecciones de Naciones Unidas para asegurar una distribución sostenible y equitativa del agua para satisfacer todas las necesidades, la tasa promedio global de implementación de la gestión mejorada de los recursos hídricos necesita duplicarse.
El informe deja claro con respecto al ODS6 que a medida que avanza la pandemia de COVID-19, los servicios de agua potable, saneamiento e higiene administrados de manera segura son vitales para la salud humana. Pero a menos que el progreso se acelere, y de manera espectacular, miles de millones de personas seguirán careciendo de estos servicios esenciales en 2030.
Los datos
El informe asegura que la proporción de la población mundial que tiene acceso a servicios que proveen agua potable para beber aumentaron del 70% en 2015 al 74% en 2020. Aún así, 2.00 millones de personas carecían de tales servicios ese año, incluyendo 1.200 millones de personas que carecen incluso de un nivel básico de servicio. En perspectiva: ocho de cada 10 personas que carecen del servicio básico de agua potable viven en zonas rurales, y aproximadamente la mitad de ellos vive en países en vías de desarrollo. La ONU asegura que al ritmo actual de progreso, el mundo alcanzará una cobertura del 81% para 2030, lo que deja a 1.600 millones de personas sin servicios hídricos gestionados de forma segura.
En cuanto a servicios de saneamiento el panorama es un poco pesimista. De 2015 a 2020, la población mundial que tiene acceso a estos aumentó del 47% al 54%. Si continúan las tasas históricas de progreso, el mundo alcanzará el 67% de cobertura para 2030, dejando a 2.800 millones de personas sin acceso. Durante el mismo periodo, la población que practica la defecación al aire libre se redujo en un tercio, de 739 millones de personas a 494 millones. Esto significa que el mundo está en camino de eliminar la defecación al aire libre para 2030.


En cuanto a otros aspectos de higiene, la pandemia puso en evidencia que más de una de cada cuatro personas aún no tienen acceso a instalaciones para lavarse las manos con agua y jabón en el hogar. La cobertura aumentó del 67% al 71% entre 2015 y 2020. El acceso universal al agua potable, el saneamiento y la higiene es fundamental para la salud mundial.
Todos estos datos dejan claro que se necesitan esfuerzos adicionales para aumentar la inversión en agua y saneamiento, así como una mayor cooperación entre los países.
Una mesa para el agua
Durante el segmento ministerial en el HLPF, el miércoles se celebró una reunión para hablar de los avances y retos del ODS6, así como de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Agua que se celebrará en 2023. La mesa estuvo moderada por Kelly Ann Naylor, vicepresidenta de ONU-Agua . El diálogo fue copresidido por el presidente de ONU Agua, Gilbert Houngbo y el secretario general de la Conferencia del Agua de la ONU 2023, Liu Zhenmin.
La hora y media de debate estuvo marcada por una sensación de urgencia expresada por casi todos los oradores. Sin embargo, fue Henrik Ovink, enviado especial de los Países Bajos para asuntos del agua, quien expresó de la mejor forma por qué el agua importa tanto no solo para el ODS6, sino para los objetivos en general. «El agua es la palanca para el desarrollo sostenible que acciona la Agenda 2030. En particular el agua es necesaria para lograr el cumplimiento de los ODS de salud, desarrollo, clima y cooperación», recordó Ovink, quien a su vez es uno de los encargados de coordinar la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Agua en 2023.
Al dar comienzo la mesa, Houngbo, quiso recordar a todos los países que la desigualdad entre los distintos actores continúa siendo el mayor problema para conseguir el cumplimiento del ODS6. «Puede que estemos en la misma tormenta, pero no estamos en el mismo barco. Mientras luchamos por desarrollar economías y sociedades sostenibles, debemos mantener al agua en el corazón de esos esfuerzos», afirmó Houngbo.
Pasos a seguir
De cara a la Conferencia sobre el Agua 2023 los participantes llegaron al consenso de que es necesario tirar las buenas intenciones por la borda y arribar a aquella cita con acciones. «Las dos palabras más importantes en las que debemos centrarnos son ‘acción’ y ‘urgencia’. La crisis del agua y el saneamiento está socavando la estabilidad social, ambiental y económica. Está sucediendo ahora mismo», afirmó Csaba Kőrösi, presidente electo del 77º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
«Debe haber una integración de la acción climática y la acción del agua y el saneamiento. Los datos serán cruciales para mejorar nuestras capacidades de prevención de desastres», añadió Kőrösi. En esa misma línea, Petteri Taalas, Secretario General Organización Meteorológica Mundial (OMM) dijo que su organización trabaja arduamente por llevar la capacidad de alerta temprana a todos los rincones del planeta, para así salvar vidas de cara a sequías e inundaciones.


«Los principales impactos del cambio climático se sienten a través del agua. Ha habido un aumento de cinco veces en las pérdidas económicas debido a los desastres relacionados con el agua en los últimos 50 años», dijo Taalas. Al tiempo que animaba a los presentes a colaborar con países en vías de desarrollo para conseguir la mejora de datos y con ello, de predicción climatológica.
La delegada de Alemania abogó por la designación de un Enviado Especial de la ONU para el agua que supervise los avances de la ODS6 y ODS14. Una idea que seguramente será abordada durante la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Agua el próximo año. Una fecha que se espera «no sea solo una gota en el océano, sino el comienzo de un fuerte flujo de progreso hacia el ODS6 y el ODS14», como dijo Paulo Graça, representante de Portugal ante las Naciones Unidas.
El Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es el único informe oficial de la ONU que monitorea el progreso global en la Agenda 2030. Es preparado por DESA en colaboración con el Sistema Estadístico de la ONU, utilizando datos y estimaciones en la Base de Datos de Indicadores Globales de los ODS, que contiene datos y metadatos globales, regionales y nacionales sobre los indicadores oficiales de los ODS. La base de datos utiliza información de los custodios para cada indicador de los ODS y especifica si los datos nacionales fueron ajustados, estimados, modelados o son el resultado de un monitoreo global.
