ONU, OMS y Unesco se unen para pedir más inversión y alianzas en agua

ONU, OMS y Unesco se unen para pedir más inversión y alianzas en agua

En un evento especial sobre el ODS 6 durante el Foro Político de Alto Nivel de Naciones Unidas los responsables de varias de las organizaciones internacionales más importantes han pedido acelerar el progreso en agua con alianzas y una mayor inversión


Más inversión en agua y saneamiento y más alianzas entre actores. Esa ha sido la petición común de los participantes en el evento especial virtual sobre el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS 6) que se celebró el pasado viernes durante el Foro político de alto nivel sobre desarrollo sostenible de Naciones Unidas. El side-event, como lo denominan en la ONU, ha estado centrado en cómo se puede acelerar el progreso en agua y saneamiento para apoyar una recuperación sostenible y resiliente de la pandemia de COVID-19.

Y es que el coronavirus está teniendo importantes efectos negativos en la estrategia de desarrollo internacional y complica aún más alcanzar las metas fijadas para 2030 en lo relativo al líquido elemento, por lo que es necesario que las inversiones en agua, saneamiento e higiene sean una prioridad mundial y que se intensifique la colaboración con el sector privado y la sociedad civil.

El evento, cuya mera celebración demuestra la importancia que tiene el agua en la ONU ya que es uno de los pocos ODS que ha contado con un aparte propio, ha contado con la participación de los directores de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, y la Unesco, Audrey Azoulay, además de personalidades de Naciones Unidas como el presidente de la Asamblea General de la ONU, Volkan Bokzir o el responsable del Consejo Económico y Social (ECOSOC), Liu Zhenmin. También han intervenido en los comentarios inaugurales Gilbert F. Houngbo, presidente de ONU-Agua y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), y la vicepresidenta cuarta del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.

«Este debate sobre agua es lamentablemente necesario, porque más de la mitad de la población global no tiene acceso a saneamiento y un tercio no tiene acceso a agua potable segura. Es un fracaso moral que vivamos en un mundo con tales niveles de innovación y éxito, pero sigamos permitiendo que las personas vivan con sed» ha asegurado Bokzir, que ha tildado de la falta de avances en el ODS 6 que avanzaba el informe elaborado esta semana por la ONU, de «fracaso mundial que tiene implicaciones de gran alcance para todos nosotros». Para Bokzir, es imprescindible «acelerar la inversión», pero además hay que «construir y expandir alianzas en torno el agua y hacer todo lo posible para incluir a actores clave como el sector privado, la población rural, las comunidades indígenas y los jóvenes».

derecho humano
Desde 2010, la población que utiliza servicios de agua potable gestionados de forma segura ha aumentado del 61% al 71%, pero aún no es suficiente.

Y es que el covid-19 ha detenido o invertido años o incluso décadas de progreso en el desarrollo. Según el informe de la ONU, la pobreza mundial aumentó por primera vez en más de 20 años, con más de 100 millones de personas que volvieron a caer en la pobreza extrema y el hambre crónica. En el agua y el saneamiento, la situación no es mucho mejor: el informe denuncia que miles de millones de personas en todo el mundo siguen careciendo de servicios de agua potable, saneamiento e higiene gestionados de forma segura. Es más, de acuerdo a lo expuesto este viernes por Houngbo, aunque «hay algunas buenas noticias», en general el informe de progreso de los ODS «muestra lo lejos que estamos todavía, por lo que tenemos que hacer más y debemos hacerlo más rápido.»

Concretamente, entre 2000 y 2020, la población mundial que utilizaba servicios de abastecimiento de agua potable y de saneamiento gestionados de forma segura aumentó en 2.000 y 2.400 millones, respectivamente. A pesar de los avances logrados, 2.000 millones de personas no tenían acceso a un abastecimiento de agua potable gestionado de forma segura, 3.600 millones no utilizaban servicios de saneamiento gestionados de forma segura, y 2.300 millones carecían de servicios básicos de higiene en 2020. Algo que, según ha explicado Liu Zhenmin, debe atajarse «dando prioridad a las soluciones innovadoras y colaborativas del agua, porque son críticas para futuras crisis y para lograr nuestros objetivos económicos, sociales y ambientales».

Claves para la salud pública

«El agua potable y el saneamiento son piedras angulares de la salud pública, pero una tercera parte de los habitantes del planeta no puede acceder a un agua limpia y la mitad carece de saneamiento», ha asegurado por su parte Adhanom Ghebreyesus, que cree que la pandemia de coronavirus «ha demostrado cuán esenciales son los servicios WASH para una vida saludable». Sin embargo, el director de la OMS también considera que «a menos que se tomen medidas urgentes, el alcance de este problema solo aumentará, por lo que se requiere una inversión dedicada a largo plazo» y ha hecho hincapié en la necesidad de reforzar las alianzas, ya que «necesitamos involucrar a todos, la sociedad civil, los actores estatales y el sector privado, para obtener agua potable para todos y en todas partes».

La directora de la UNESCO se ha expresado en términos similares pero poniendo el acento en dos aspectos a veces olvidados de la falta de acceso al agua y el saneamiento: los problemas de educación y la falta de igualdad de género. Para Auzey, «el agua no es solo el componente básico de la vida, también es un artefacto social» que impacta en las posibilidades de formación y progreso de millones de niñas y mujeres en los países en vías de desarrollo que deben malgastar horas de su tiempo para recoger un agua situada a kilómetros de sus casas. «Cuando el mundo carece de agua, tiembla toda la humanidad», ha lamentado antes de explicar los esfuerzos que la UNESCO está haciendo para mejorar la llamada «educación hídrica», que a partir de 2025 será parte obligatoria del currículo educativo de todos los países miembro de la organización.

Una niña bebe agua en un grifo en la vía pública en Vietnam.

En cualquier caso, el evento ha tenido como principal motivo el darle un mayor impulso al Marco Mundial de Aceleración del ODS 6, que se puso en marcha hace justo un año durante la sesión de julio de 2020 del Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible con el objetivo de apoyar el progreso acelerado de los países en cinco esferas relacionadas con el ODS 6: financiación; datos e información; desarrollo de capacidades; innovación; y gobernanza. En este contexto, ONU-Agua, el ECOSOC y la UNESCO desempeñan juntos un papel de coordinación dentro de las Naciones Unidas, para asegurar que la familia de las Naciones Unidas “cumpla como uno solo” en respuesta a los desafíos relacionados con el agua y ayude a crear una alianza global en torno al ODS 6.

Por último, en el evento ha participado también la vicepresidenta Ribera, que ha destacado como en España «la gestión del agua es un asunto crítico, ya que la disponibilidad de nuestra agua cambiará con el cambio climático y tenemos que adaptarnos en este sentido». Ribera ha subrayado la enorme capacidad y know-how que tiene el sector del agua en España, asegurando que nuestro país es pionero en técnicas innovadoras clave como «la reutilización de aguas grises y desalinización del agua del mar».



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