Planificación, la clave ante los extremos hidrológicos - EL ÁGORA DIARIO

Planificación, la clave ante los extremos hidrológicos

El IV Conversatorio del Agua se ha centrado en las sequías y las inundaciones, dos fenómenos climatológicos extremos cada vez más frecuentes e intensos, ante los que hace falta más planificación y prevención en un contexto climático cambiante


La planificación y la prevención ante los eventos extremos son la mejor manera de afrontar las graves consecuencia del cambio climático. Esta ha sido la principal conclusión del IV Conversatorio del Agua que se ha centrado en las sequías y las inundaciones, dos fenómenos climatológicos extremos relacionados con el agua, dos caras de una misma moneda que en los próximos años se darán de manera más frecuente e intensa.

El encuentro virtual, organizado este miércoles por el Foro Economía del Agua, reunió a expertos españoles y chilenos de diversas disciplinas para abordar estos fenómenos climáticos desde el punto de vista del derecho, la economía, la ordenación del territorio, la ingeniería y la biotecnología para realizar propuestas que ayuden a la sociedad a ser más resilientes frente a sus múltiples efectos negativo.

El director Académico del Foro de la Economía del Agua y catedrático de Derecho Administrativo Universidad de Granada, Estanislao Arana, fue el encargado de dar la bienvenida al conversatorio destacando la importancia de las medidas adaptativas, reactivas y preventivas para hacer frente tanto a sequías como a inundaciones, siempre desde el principio de seguridad hídrica. «Necesitamos mucho conocimiento técnico y científico para saber cuándo pasamos de una situación extraordinaria a una ordinaria, para saber reaccionar y saber planificar», señaló Arana, que destacó la importancia de este tipo de encuentros con participantes multidisciplinares para «reflexionar juntos» y buscar soluciones complejas a problemas complejos.

La primera sesión corrió a cargo de Ángel Menéndez, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Autónoma de Madrid y la de Valladolid, que habló de las distintas legislaciones españolas y normativas europeas que rigen la respuesta frente a sequías e inundaciones en España, uno de los países europeos más expuestos a estos fenómenos. Así, señaló la confluencia de legislaciones (Ley de Aguas, Directiva Marco del Agua, Ley de Protección Civil…) que regulan estas situaciones pero que pueden provocar problemas por solapamiento en su articulación.

Intervención del catedrático Ángel Menéndez.

Menéndez se centró en los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación y en la importancia de incorporar los mapas de peligrosidad en la ordenación territorial y urbanística para salvaguardar las zonas inundables. En este sentido, es básico reglamentar las limitaciones de uso de estas zonas inundables, en muchos casos de titularidad privada, así como limitar de manera física estas zonas a través del Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables, para que no sean urbanizables.

El catedrático habló también de los Planes de Sequía, que abordan las situaciones de sequía pero no las de escasez, con medidas extraordinarias como sondeos, trasvases o la flexibilización de caudales ecológicos. Menéndez también desgranó el régimen general de ayudas públicas para los afectados por inundaciones y sequías.

El experto insistió en que las situaciones hidrológicas extremas «tienen que afrontarse mediante una actuación preventiva, que se concreta fundamentalmente en la planificación y una actuación reactiva destinada a paliar los efectos de esas situaciones cuando se producen». Y abogó por la integración de políticas sectoriales y la sistematización de las pautas normativas para ganar en efectividad.

Gladys Vidal, ingeniera civil industrial, doctora en Ciencias Químicas,  y directora e investigadora principal del Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería en Chile, fue la encargada de analizar la gestión de las sequías e inundaciones en Chile desde una perspectiva ambiental.

Intervención de Gladys Vidal.

El país latinoamericano sufre una gravísima sequía desde hace más de una década pero también se ve sacudida de manera periódica por peligrosas inundaciones. Vidal comentó los casos de aluviones en las regiones de Biobío en 2006 o en Coquimbo y Atacama en  2015, que arrasaron poblaciones asentadas en antiguos cauces de ríos. «El cambio climático nos encontró con la tarea pendiente de la planificación del territorio. Se nos he echado encima sin haber definido qué vamos a hacer para proteger a la población, para asegurar el abastecimiento de agua, el saneamiento», lamentó la experta.

En cuanto a la sequía, Gladys Vidal habló de casos como la desaparición de la laguna Aculeo, el lago Riesco, el retroceso de los glaciares o el desabastecimiento generalizado de agua en las regiones rurales. «El 47,2% de la población rural de Chile no cuenta con un abastecimiento seguro de agua«, señaló la ingeniera.

Vidal destacó el concepto de «seguridad hídrica» que debe guiar desde la planificación, hasta la gobernanza, la gestión y la educación. «Debemos apostar por una gobernanza cada vez más descentralizada donde el agua pase de una planificación de la oferta a una planificación de la demanda», señaló.

La experta concluyó hablando de los retos normativos del agua en Chile, con la reforma del Código de Aguas, la modificación de la Ley General de Servicios Sanitarios, la modificación de la Ley de Desalinización y del proyecto de Ley de Glaciares y Humedales.

En un diálogo entre Ángel Menéndez y Gladys Vidal ambos coincidieron en la necesidad de diálogo entre Ciencia y Derecho. «La Ciencia debe decirnos con qué recursos contamos para planificar, para tomar decisiones que se apoyen con leyes», afirmó Menéndez.

Gestión desde la demanda

La segunda parte del conversatorio se centro en las sequías y las inundaciones desde el punto de vista de la ordenación del territorio de la mano del Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante y profesor de Ordenación del Territorio, Climatología y Riesgos Naturales de la misma Universidad.

Olcina destacó la necesidad de la integración de los extremos hidrológicos en la ordenación urbana. «En los últimos 30 años hemos generado muchos espacios con riesgos. Hemos ocupado el territorio sin tener en cuenta los recursos de los que podemos disponer, hemos invadido espacios fluviales, hemos desarrollado plantaciones y ciudades por encima de las posibilidades de los recursos hídricos. Hemos generado mucha vulnerabilidad de la población ante la naturaleza«, lamentó el experto.

Jorge Olcina durante su intervención.

Una planificación de territorio que tenga en cuenta los eventos extremos «requiere inteligencia, educación y mucho análisis de riesgo», señaló Olcina. Ante este reto, propone una serie de acciones concretas para minimizar los efectos de estos eventos extremos. Para las inundaciones, plantea una planificación racional del territorio, el uso de encauzamientos y diques únicamente en casos puntuales imprescindibles, el mantenimiento y gestión del parque de embalses existentes, la recuperación del espacio fluvial y espacios de inundación natural y, finalmente, actuaciones de adaptación a escala local como depósitos pluviales y parques inundables, como el parque La Marjal, en Alicante.

Ante las sequías, Olcina propone, además de una planificación racional del territorio  y de la agricultura basada en datos reales, la gestión desde la demanda, la apuesta por los recursos no convencionales, la mejora de los sistemas de depuración así como la reutilización del 100% del agua, un reto en el que puso el ejemplo de la ciudad de Benidorm.

El conversatorio concluyó tocando el tema de la investigación y desarrollo tecnológico de la gestión hídrica en zonas áridas, de la mano de Francisco Remonsellez, ingeniero en Biotecnología y doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Chile, profesor asociado de la Universidad Católica del Norte de Chile y director del CEITSAZA, Centro de Investigación Tecnológica del Agua en el Desierto.

Remonsellez ofreció la visión biotecnológica respecto a la planificación y la gestión hídrica, poniendo ejemplos de técnicas de desalación, depuración y potabilización, y destacó la importancia de la educación y la capacitación para hacer frente a los retos del agua. Finalmente abogó por la toma de decisiones a nivel local para resolver de manera efectiva los problemas de seguridad hídrica de las comunidades.



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