Las playas son seguras. Más dentro que fuera del agua

Las playas son seguras. Más dentro que fuera del agua

La costa española abre sus playas al baño, salvo en Barcelona que sigue en la fase 1 de desescalada. Aunque sabemos que la salinidad, el calor, la humedad y los rayos ultravioletas minimizan la infectividad de coronavirus no hay que bajar la guardia especialmente fuera del agua


El 47% del territorio español accede hoy, 25 de mayo, a la fase 2 de la desescalada tras el largo confimiento decretado por el Estado Alarma para frenar la expansión de los contagios por coronavirus en España.

Mientras que las comunidades de vecinos y los ayuntamientos se afanan en estudiar la viabilidad de abrir las piscinas comunitarias y municipales, sabedores de la capacidad desinfectante del agua clorada y bien tratada de las piletas y las facilidadeds de desinfección de zonas comunes y control de aforo para garantizar que se cumple con la distancia de seguridad; en las playas la situación se complica.

La práctica totalidad de las playas españolas se abren hoy al baño, quedan aún en fase 1 las playas de Barcelona donde el ansia por respirar el mar han provocado concentraciones no permitidas durante los últimos días.

El resto de las costas ya permiten el baño, eso sí sólo para los vecinos de la misma provincia o Comunidad Autónoma allá donde se permite la interprovincialidad.

El director del Centro de Coordinación de Emergencias y Alertas Sanitarias, Fernando Simón, ha asegurado que el riesgo de transmisión del coronavirus en aguas saladas “es mínimo” y que en las aguas residuales “es muy bajo”.

“No sé si el virus sobrevive en agua salada”, manisfetó este viernes Simón durante su comparecencia en la rueda de prensa diaria, en la que explicó que, una vez que el virus llega al mar, la disolución es “tan importante” que el riesgo de infección “es mínimo”.

Esta afirmación de Simón deriba del informe elaborado por Joan Grimalt del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) , Ana Allende , Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC) , Alicia de Andrés , Instituto de Ciencias Materiales de Madrid (ICMM-CSIC) , Antonio Figueras , Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC) , Gloria Sánchez , Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC) y Carlos Prieto , Vicepresidencia Adjunta de áreas Científico-Técnicas del CSIC.

El informe que recopila el estado actual de conocimiento sobre cómo es la transmisión del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad Covid-19 en espacios destinados al baño y otras actividades acuáticas.

En el agua de mar, el efecto de dilución y la presencia de sal, son factores que probablemente contribuyan a una disminución de la carga viral y a su inactivación

De las posibles vías de contagio en los ambientes a los que se refiere este informe (piscinas, playas, ríos, etc.), la vía de transmisión principal del SARS-CoV-2 es a través de secreciones respiratorias que se generan con la tos y los estornudos y el contacto de persona a persona.

Las aglomeraciones que pueden darse en las piscinas y playas, así como los objetos de uso común pueden continuar sirviendo de mecanismo de contagio.

Otras posibles vías de contagio revisadas son las derivadas de la presencia del virus en aguas residuales que puedan llegar a masas de agua de baño y la supervivencia del virus proveniente de los bañistas en aguas, arenas y superficies limítrofes.

En este sentido, los estudio que se están llevando a cabo en las Estaciones de Depuración de Aguas residuales de toda España a través de diferentes institutos de investigación constatan que los tratamientos secundarios de estas aguas eliminan casi totalmente las trazas del coronavirus y de los restos ded ADN que se han encontrado se elimina prácticamente su infectividad o capacidad de contagio.

Consideraciones en los espacios acuáticos recreativos

En actividades recreativas, la infección por SARS-CoV-2 por contacto con el agua de condiciones estándar para el baño es muy poco probable.

Sin embargo, estas actividades generalmente implican una pérdida de las medidas recomendadas de distanciamiento social.

En piscinas y spa, el uso de agentes desinfectantes está ampliamente implantado con el fin de evitar la contaminación microbiana de las aguas por la afluencia de usuarios, y esta medida debería ser suficiente para la inactivación del virus.

Los aerosoles generados en un balneario o en una instalación de aguas medicinales tendrán las mismas características de desinfección que las aguas de baño de estas instalaciones.

En aquellos casos en los que el ambiente de las instalaciones se mantiene a temperaturas elevadas, como en el caso de las saunas y los baños de vapor, se espera que, debido a la alta temperatura (> 60 ºC), la supervivencia del virus se reduzca.

Sin embargo, la supervivencia del SARS-CoV-2 en agua de ríos, lagos, pozas de agua dulce y no tratada es superior en comparación con las piscinas y el agua salada, y por tanto deben extremarse las medidas de precaución para evitar aglomeraciones, siendo éstos los medios acuáticos más desaconsejables en relación con otras alternativas.

Otros de los factores que pueden preocupar es la prevalencia del virus en la arena presente en playas o riberas. Aunque no existen estudios experimentales al respecto, la acción conjunta de la sal del agua de mar, la radiación ultravioleta solar y la alta temperatura que puede alcanzar la arena, son favorables para la inactivación de los agentes patógenos.

También se hace hincapié en que cualquier forma de desinfección de la arena de la playa debe ser respetuosa con el medio ambiente y no es recomendable su desinfección con los procedimientos habituales para espacios públicos urbanos.


Se adhiere a los criterios de transparencia de

Archivado en:
Otras noticias destacadas