El temporal Gloria se ha saldado con doce muertos e incalculables daños a infraestructuras. Pero también ha sido especialmente duro con las playas: las del golfo de Valencia han retrocedido una media de 11,1 metros, aunque en determinados puntos han llegado a perder 32



Gloria, el atípico temporal que ha arrasado el litoral mediterráneo a finales de enero, ha batido numerosos récords. La ola más alta, las precipitaciones más intensas y el mayor número de descargas eléctricas. Sin embargo, a parte de estos mareantes datos que evidencian que España es un país especialmente vulnerable al cambio climático, Gloria ha supuesto un importante quebradero de cabeza para las costas de Levante. En las playas del golfo de Valencia -entre Vinaròs (Castellón) y Dénia (Alicante)-, las arenas han retrocedido una media de 11,1 metros, aunque en determinados puntos se haya llegado a medir una pérdida de hasta 32 metros.
Así consta en un informe del grupo de investigación de Cartografía Geoambiental y Teledetección de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), que ha medido el estado de las playas de los 200 kilómetros de esa franja costera entre los días 6 y 26 de enero, es decir, antes de la llegada de Gloria, que tuvo su punto álgido el día 20.
Más Información
La borrasca Gloria en imágenes
España sufre en nueve meses tres temporales sin precedentes
Gloria, un temporal invernal de récords que deja importantes daños
El informe de los investigadores del grupo de investigación de Cartografía GeoAmbiental y Teledetección (CGAT) del Departamento de Ingeniería Cartográfica, Geodesia y Fotogrametría de la UPV ha tomado como fuente de información las imágenes del satélite Sentinel 2 (de la Agencia Espacial Europea) antes y después del temporal, y ha podido medir y cartografiar en detalle el retroceso de la orilla.
Para este estudio se han tenido en cuenta imágenes captadas por satélite de tres fechas, dos anteriores al temporal (los días 6 y 16 de enero) y una posterior al devastador paso de Gloria (el 26 de enero).
Los investigadores han utilizado una herramienta informática desarrollada dentro del mismo grupo de investigación denominada SHOREX (SHOReline EXtraction) para cartografiar, durante estas tres fechas, la posición de la línea de costa con una precisión cercana a cuatro metros y abarcando todo el Golfo de Valencia.
Un retroceso «espectacular»
Los resultados sirven para que investigadores alerten de los graves daños que ha sufrido el litoral durante el temporal. «Los resultados obtenidos prueban el espectacular retroceso que de forma global ha sufrido la orilla«, advierte el informe. Entre las dos fechas más separadas –el 26 y el 6 de enero— se ha podido medir que el retroceso medio de todas las playas del Golfo de Valencia ha sido de 11,1 metros «aunque las diferencias locales han sido muy importantes«.
Y lo demuestran con cifras concretas en 21 playas donde el cambio ha sido mayor: la del Pinar (en Castellón de la Plana) sufrió una pérdida máxima de 63,3 metros y 32 de media; la de Canet d’En Berenguer, 39,4 de máxima y 29,1 de media; la del Grau de Gandia, 43,7 de máxima y 26,4 de media; la del Port de Sagunt, 43,4 de máxima y 26,1 de media, y la de Sant Antoni de Cullera, 41,3 metros de pérdida máxima y 25,4 de media.
Les siguen la de la Malvarrosa y el Cabanyal, en Valencia, con una pérdida máxima de 38,5 metros y 24,3 de media; la de l’Ahuir (Gandia), con 45,3 de máxima y 23,2 de media; la playa de l’Almadrava (Benicàssim), con 59,5 metros de retroceso máximo y 21,7 de media; la del Recatí (Valencia), con 38,8 de máximo y 20,8 de media, y la de Xeraco, con 40,2 metros de máxima y 19,8 de media.
Otras playas analizadas también arrojan resultados espectaculares en cuanto al retroceso máximo que causó la fuerza del temporal marítimo, como la de les Deveses de Oliva, que perdió hasta 50 metros de arena aunque la media rebajó el daño hasta los 16,7 metros.
Los mapas que ilustran el informe forman parte de la ortofotografía de verano de 2019 del Institut Cartogràfic Valencià y permiten ver con detalle los múltiples cambios en arenales como los del Pinar de Castelló -el que presenta mayor retroceso-, Port Saplaya en Alboraya y Piles.
