La zona sur de Santiago de Chile contará el próximo año un sistema de pozos que operará en casos de sequía y ante turbiedades extremas en el río Maipo para garantizar la continuidad y la seguridad del suministro de agua potable en la ciudad



2021 va camino de convertirse en otro año con récord de sequía en Chile, con cifras de lluvias tan bajas como las de 2019, el más seco de la historia del país. Ante esta situación, que ya no es estacional sino parte de la nueva normalidad a causa del avance del cambio climático, no hay más salida que adaptar las ciudades para hacerlas más resilientes y garantizar a la población el acceso al recurso más preciado: el agua.
Es lo que está haciendo la ciudad de Santiago de Chile que contará el próximo año con nuevas infraestructuras para asegurar el abastecimiento hídrico y respaldarlo ante emergencias climáticas. Se trata del proyecto Pozos Cerro Negro-Lo Mena, desarrollado por Aguas Andinas, que beneficiará a 400 mil vecinos de las comunas de Puente Alto, San Bernardo, La Pintana y El Bosque, en la zonas sur de Santiago. Además, permitirá mejorar la presión y la continuidad del agua en dichas comunas, sin interrumpir el actual suministro.
Con una inversión de 31 millones de dólares, la iniciativa contempla la construcción de 14 pozos de extracción de agua subterránea, con una profundidad de 300 metros cada uno, es decir, similar a la altura de la torre del Costanera Center. El sistema de pozos operará en casos de sequía y ante turbiedades extremas en el río Maipo que puedan alterar la seguridad de abastecimiento de agua del Sistema Las Vizcachas, permitiendo llevar a las 37 horas la autonomía en la ciudad. Los pozos permitirán contar con un caudal de 1.500 mts/seg, el cual será potabilizado e inyectado directamente a la red durante eventos de emergencia.


Las obras se encuentran muy avanzadas: hay 14 pozos totalmente perforados, y en proceso de habilitación definitiva y de estos, 11 han concluido exitosamente la etapa de pruebas de caudal. Asimismo, el avance global de los pozos es del orden de 95%, mientras que las obras de construcción del estanque, impulsiones, habilitación de pozos y obras eléctricas y de control del recinto alcanzan un estado de avance del 15%.
El proyecto, que comenzó a ser construido bajo estrictos protocolos en medio de la pandemia por COVID-19 en agosto del año pasado, tenía prevista su entrada en operación par a 2023. Sin embargo, ante la compleja disponibilidad hídrica que vive el país, Aguas Andinas aceleró los trabajos para que la puesta en marcha se concrete en marzo de 2022 en modalidad fast track, es decir, reduciendo considerablemente los tiempos normales de ejecución a no más de 2 o 3 años, debido a la urgencia de contar con mayor y mejor infraestructura frente a los embates de la emergencia climática.
Aumentar la resiliencia
El ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, junto con el Superintendente de Servicios Sanitarios, SISS, Jorge Rivas, y otras autoridades de la ciudad de Santiago visitaron este jueves los avances de las instalaciones. En la visita se destacó la apuesta de Aguas Andinas para mitigar la profunda escasez hídrica que azota a la zona central desde hace más de una década, y los episodios de extrema turbiedad en los ríos ocasionados por lluvias convectivas, protagonistas de interrupciones masivas de suministro en el pasado. Estas nuevas infraestructuras, junto con otras ya en funcionamiento, como los megaestanques de Pirque, permitirán hacer de Santiago una ciudad más resiliente y preparada aún frente a emergencias climáticas.
El ministro comentó que “los pronósticos para este año nos indican que ya tenemos hasta junio una situación muy similar a la del 2019, que fue el año más seco en la historia de Chile y, además, esperamos un invierno que va a ser de normal hacia abajo en materia de lluvias. Todo indica que va a ser otro año más de sequía. Esto no es una situación de emergencia, es un cambio permanente, por eso hay que tomar medidas que sean permanentes y estas obras que tenemos en el sur de Santiago son parte de lo que se está realizando para tener nuevas fuentes de agua y mejores respaldos en el abastecimiento para la ciudad de Santiago, durante los próximos años”, explicó Moreno.


Por su parte, el director de Planificación, Ingeniería y Construcción de Aguas Andinas, Cristian Schwerter, destacó la permanente búsqueda de nuevas soluciones que permitan enfrentar el escenario climático. “Nuestro principal compromiso es trabajar para seguir velando por la continuidad y la seguridad del suministro de agua potable en la ciudad. En ese escenario, este es un proyecto muy relevante, pues viene aportar agua adicional a las obtenidas desde fuentes superficiales y a reforzar el abastecimiento para la zona sur de Santiago, en un momento en que la ciudad lo necesita”, concluyó.