Los tres trabajos de investigación reconocidos en la novena edición de los premios Cátedra Aquae son un ejemplo de cómo el conocimiento sobre el agua puede beneficiar a la sociedad en su conjunto y hacernos avanzar juntos en el camino hacia la sostenibilidad



El salón de actos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UNED acogió este martes la entrega de la novena edición de los premios Cátedra Aquae de Economía del Agua. La ceremonia ha podido celebrarse este año de manera presencial, tras dos ediciones virtuales de entrega de premios. «No quiere decir que no hayamos tenido actividad en estos dos años, sino todo lo contrario. Hemos trabajado intensamente para fomentar la investigación y avanzar nuestra labor de divulgar el papel del agua y su importancia en distintos ámbitos de conocimiento», señaló en sus palabras de bienvenida la directora de la Cátedra Aquae UNED, impulsada por la Fundación Aquae, Amelia Pérez Zabaleta.
La directora destacó además la relevancia de los trabajos premiados «que aportan valor a la sociedad y al conocimiento sobre el agua», así como el alto nivel de todos los trabajos presentados en esta edición. «Más de 100 tesis, 68 trabajos de fin de máster (TFM), y 61 trabajos de fin de grado (TFG)» que aunque no hayan sido premiados «nos encargaremos de difundir por el mucho interés que tienen para la sociedad en general y para el sector del agua en particular».


Pérez Zabaleta desgranó las líneas de trabajo que han centrado la atención de la Cátedra en estos dos años. En primer lugar, el agua y la economía circular a través del desarrollo de modelos de negocio para avanzar en la circularidad del recurso hídrico en empresas y, en segundo, el trabajo colaborativo realizado junto con la Red de Cátedras del Agua, impulsada por el grupo Agbar, para promover la investigación y la divulgación del agua y la sostenibilidad.
Por su parte, la vicerrectora de Investigación, Transferencia del Conocimiento y Divulgación Científica de la UNED, Rosa María Martín, destacó en sus palabras de bienvenida que el agua «es un tema vivo y cada vez más actual en el que se centran cada vez más investigadores». La representante de la entidad universitaria, que este año celebra su 50 aniversario, subrayó el papel de las Cátedras para «proyectar en la sociedad todos los beneficios que se obtienen a través de la investigación» y agradeció a la Fundación Aquae su trabajo para «impulsar y retener el talento investigador en un ámbito tan importante como el agua».
En el acto también intervino el CEO de Agbar, Manuel Cermerón, quien habló de la importancia de la transferencia de conocimiento y las alianzas en materia de investigación para el grupo, referente en la gestión sostenible del agua y el medio ambiente. Cemerón explicó el papel de la Red de Cátedras del Agua dentro del «ecosistema de conocimiento» de Agbar, una apuesta que la compañía prioriza desde hace más de 30 años. El CEO hizo un repaso de esta trayectoria, comenzando por el primer convenio firmado con la Universidad de Barcelona al que siguieron muchos más con distintas universidades.
En 2006, Agbar comenzó a desarrollar sus propios centros tecnológicos, la Red Cetaqua que aúna al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), una universidad local de referencia y el operador de agua local perteneciente a la compañía. «Somos unos convencidos de la transversalidad en el trabajo y de la transferencia del conocimiento. Para que los avances se traduzcan en cambios reales tienen que tener un impacto local y la Red Cetaqua, con sedes en Barcelona, Málaga, Santiago de Compostela y Santiago de Chile, es un ejemplo de que trabajar en equipo logra beneficios reales para la sociedad«, explicó.


Dentro de ese ecosistema de conocimiento también encontramos la Escuela del Agua, que actúa como centro de formación continua para los profesionales de Agbar, pero también como punto de educación abierta a través de programas de Formación Profesional Dual, posgrado y máster de directivos, e incluso planes de sensibilización y divulgación para niños y jóvenes de educación primaria y secundaria. Cermerón también habló de los doctorados industriales que impulsa el grupo, de las unidades mixtas de investigación y de los proyectos que desarrollan para convocatorias de compra pública de innovación.
Y por último, llegamos a 2021 cuando Agbar decide impulsar una Red de Cátedras del Agua que ya cuenta con la participación de 11 universidades y nueve empresas del grupo que «buscan una verdadera transformación vinculada a la innovación y la tecnología del agua. La suma de inteligencias nos da un proyecto de futuro basado en la excelencia, que trata de multiplicar el conocimiento», destacó Cermerón.
«Ahora el reto es actuar como una verdadera red, unir visión global y transversal con la búsqueda de impactos locales y cambiar las cosas a mejor, generando y reteniendo talento. Hemos de aprender a trabajar en equipo sin que nadie pierda su personalidad y espacio, bajo el paraguas de la red que nos engloba a todos. Generar un valor conjunto para la sociedad en un contexto de crisis climática en la que el agua es un recurso crucial», afirmó.


Tras su intervención, Manuel Cermerón se unió a una mesa de debate en la que participaron en Amalia Pérez Zabaleta, directora de la Cátedra Economía del Agua Aquae Uned; Teresa Navarro, directora de la Cátedra Agua y Sostenibilidad de la Universidad de Murcia; y Víctor Meseguer, director de la Cátedra RSC-ODS de la Universidad Católica San Antonio de Murcia.
En la mesa se destacó el impacto del cambio climático en la disponibilidad y calidad del agua y de la «necesidad de integrar las políticas climáticas e hídricas», señaló Teresa Navarro. Por su parte, Víctor Meseguer destacó que «los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) nos plantean 16 retos y una solución. El ODS 17 nos muestra el camino: sumar fuerzas de los sectores público, privado y social para conseguir avances para todos, sin dejar a nadie atrás». En cuanto a las palancas para lograrlo, los ponentes destacaron la buena utilización de las inversiones, la digitalización del sector y la apuesta por la innovación y la tecnología, la circularidad y las alianzas público privadas para sumar esfuerzos. «Sumar para seguir creciendo«, concluyeron.
Entrega de premios
Tras la mesa redonda, llegó el momento de la entrega de los premios Cátedra Aquae. El premio a la mejor tesis doctoral 2021 fue para Miguel Ángel Almazán, de la Universidad de Zaragoza, por su trabajo ‘Gobernanza del agua en la cuenca del río Ebro: Construcción de un modelo hidro-económico multirregional y multisectorial’. La investigación propone un modelo que calcula los impactos medioambientales, sociales y económicos para cualquier escenario hidrológico en la cuenca del Ebro. El modelo podría tener aplicación en otros ríos o espacios multicuencas y trasvases.
El premio al mejor trabajo final de máster fue para Karapet Grigoryan, de la Universidad de Granada, con el título ‘Relación entre la producción de Energía y el Agua en España. Un caso particular de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales de Granada I’. El trabajo analiza la huella hídrica de la generación de energía y procesos de plantas de depuración para mejorar la eficiencia hídrica.


Por último, el mejor trabajo final de grado 2021 fue para Guillermo Domínguez, de la Universidad de Oviedo y Escuela Politécnica de Madrid, por ‘Generación sostenible de energía y almacenamiento en explotaciones mineras cerradas de carbón. Aplicación a la mina de Lieres (Asturias)’ que enfoca soluciones de almacenamiento energético como punta de lanza en la economía circular. El proyecto también es extrapolable a otras regiones mineras.
Amelia Pérez Zabaleta dio la enhorabuena a los galardonados y señaló que «han sido unos premios muy disputados«. La directora de la Cátedra Aquae agradeció a todos los participantes en la edición su esfuerzo, así como a los profesores que han acompañado a los alumnos en sus investigaciones y a sus familias por su apoyo.
