Más de trece Comunidades Autónomas sufren el impacto de la primera DANA de la temporada con lluvias de intensidad torrencial que han provocado inundaciones e importantes daños materiales en Tarragona, Castellón, Toledo y Murcia



2021 no deja de sorprender en lo meteorológico. Aunque con el final del verano llegan las tormentas, de la misma manera que el invierno nos sorprendió con cifras de récord y nieve a lo grande con Filomena en enero y el verano con una tremenda ola de calor que fulminó las temperaturas más altas en casi toda la península, la temporada de tormentas pre otoñal nos ha dejado inundaciones por lluvias torrenciales, pedrisco y fuertes vientos en trece provincias. Sólo en la localidad tarraconense de Alcanar cayó en tres horas la mitad de la lluvia que suele caer en un año.
Las previsiones no se equivocaron y desde el pasado martes la Agencia Estatal de Meteorología y las administraciones autonómicas y locales en coordinación con Protección Civil activaron avisos amarillos y naranjas hasta en trece comunidades autónomas, especialmente las del norte y el este peninsular.
Las zonas más afectadas por la DANA en el día de hoy se han registrado en Tarragona, con más de 167l/m², y Toledo #DANA #Emergencias
En vídeo la localidad tarraconense de Alcanar, zona más afectada de Tarragona pic.twitter.com/31H3anLGgC
— Cuerpos instituciones unidos. CIU. (@Cuerpospolicia1) September 1, 2021
Aún se esperan importantes lluvias y tormentas en Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares y Navarra, con áreas en nivel naranja por tormentas y lluvias; como las descargadas a lo largo de la mañana de este jueves en Águilas y otras localidades del entorno de la Sierra de La Almenara, entre Pulpi o Lorca provocando riadas e inundaciones que han llegado a cortar carreteras.
Autovía Aguilas-Lorca anegada, imposible transitar! pic.twitter.com/5dCOSuJYMp
— Sergi Mérida (@SergiMerida) September 2, 2021
Hoy la DANA va perdiendo fuerza a la vez que se desplaza al norte peninsular, pero seguirán las tormentas y los chubascos intensos (comparativa HRES-IFS vs Harmonie-Arome) en distintas zonas de la península. Atención a la actualización de los avisos de AEMET pic.twitter.com/2v5poZJlWE
— SINOBAS (@AEMET_SINOBAS) September 2, 2021
Los fuertes aguaceros que cayeron el miércoles han provocado inundaciones en varios puntos, sobre todo de las provincias de Tarragona, Castellón y Toledo, en viviendas o en carreteras.
Los datos de la Agencia estatal de Metereología (AEMET) ha informado de los altos registros de torrencialidad e intensidad de las precipitaciones durante la pasada jornada. Así se registraron 95 litros de agua por metro cuadrado en Daroca, la mitad en una sola hora, convirtiendo el miércoles en el mas lluvioso de la localidad del último siglo. También destaca la intensidad de las lluvias caídas en Tudela y Navarra donde se ha registrado el día de más lluvia de los últimos 50 años.
Por otro lado, en Cuenca Guadalajara y Toledo la intensidad de las precipitaciones con 20 litros por metro cuadrado caídos en apenas 20 minutos, fue la clave que ocasionó problemas de riadas y balsas de agua que cortaron carreteras y anegaron pueblos castellanamanchegos.
Decenas de coches quedaron embalsados en la N-400, que une la ciudad de Toledo con el barrio de Santa María de Benquerencia y el polígono industrial, tras las intensas lluvias, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Toledo.
… y, ahora, que hacemos con los arroyos que habíamos enterrado bajo las autovías …#Toledo#AHORA#DANA pic.twitter.com/L2AgDanyh4
— サムライブルー (@Ismael7011) September 1, 2021
Ante el avance de la Dana en las próximas horas los Ayuntamiento han intensificado la limpieza y acondicionamiento de imbornales y alcantarillas para garantizar su buen funcionamiento y asegurar el drenaje de aguas ante la llegada de la gota fría.
Una medida que forma parte del Plan de Emergencias de la ciudad, que se estrenó el pasado año y que, en época de lluvias y en función del nivel de alerta meteorológica que establezca la AEMET, prevé actuaciones puntuales para mantener en estado óptimo la red de pluviales de la ciudad.
Resiliencia y drenaje urbano frente al riesgo de inundación


El clima mediterráneo de la mayor parte de España se caracteriza por la importante irregularidad pluviométrica, con periodos de sequía habituales y también con episodios de inundaciones de gran importancia como las tremendas DANAS de septiembre de 2019 o el temporal Gloria, que barrió la costa Mediterránea a principios de 2020.
De hecho, España es el Estado miembro de la Unión Europea con la mayor desproporción entre los caudales extraordinarios de crecida y los caudales ordinarios de sus cauces fluviales. Y aunque el portavoz de AEMET, Rubén del Campo no atribuye directamente al cambio climático las intensas lluvias de esta DANA, sí destaca el reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial que afirma que en los últimos 50 años se han quintuplicado los fenómenos meteorológicos adversos. Insiste del Campo en cómo en España ya se ha constatado que la mayor intensidad y torrenciales de las precipitaciones y la prolongación de las sequías son ya una realidad en España.
Según el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC) 2021-2030, las principales tendencias identificadas para escenarios futuros en España son el aumento de la evapotranspiración, la disminución de los caudales medios de los ríos y de la recarga de los acuíferos, así como el incremento de las sequías, lluvias torrenciales e inundaciones.
De acuerdo con los trabajos desarrollados por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas, CEDEX, y la Oficina Española de Cambio Climático, la disminución prevista de las aportaciones a finales de siglo, considerando escenarios medios, se situará entre el 19% y el 42% según las demarcaciones hidrográficas, con los valores más altos precisamente en las cuencas más vulnerables, las del Sur, Sureste y Levante, así como en los territorios insulares.


Estos cambios en el ciclo natural del agua, entre otros muchos impactos, tendrán como consecuencia una disminución en la disponibilidad de recursos hídricos con implicaciones para el sector agropecuario, el abastecimiento urbano, la producción hidroeléctrica y los ecosistemas, afectando especialmente, a los procesos ecológicos, las especies y hábitats ligados a ecosistemas acuáticos.
Esta disminución de los recursos hídricos irá acompañada de un incremento del riesgo de inundaciones, tanto por la subida del nivel del mar como por la torrencialidad de las precipitaciones de Danas cada vez más frecuentes.
Así mejorar la resiliencia de los núcleos urbanos y la aplicación de las mejores técnicas disponibles al drenaje urbano son una necesidad imperiosa que, junto con los sistemas de alerta temprana salvan vidas y minoran los daños materiales de estos fenómenos.
Resiliencia 4.0
La ciudad de Alicante, o Benidorm, acostumbrados al paso de DANAs cuenta junto con otros municipios de la Vega Baja con una herramienta digital, pionera a nivel nacional, para mejorar la capacidad de respuesta ante episodios hídricos extremos,.Smart River Basin –Cuencas Fluviales Inteligentes- es el nombre de esta plataforma que gestionará la institución provincial, en colaboración con Hidraqua, que la cede gratuitamente, y que permitirá, entre otras acciones, analizar mediante simulaciones la capacidad de las principales infraestructuras existentes para mitigar los efectos de las inundaciones y evaluar medidas alternativas para mejorar la resiliencia de la zona.
“Esta herramienta ayudará a los ayuntamientos en la planificación del territorio y en la previsión ante fenómenos meteorológicos para que lo que pasó en la Vega Baja no vuelva a suceder o, al menos, el impacto sea menor”, afirmó Carlos Mazón, presidente de la Diputación de Alicante, durante el acto de firma del acuerdo, que se llevó a cabo en Orihuela (Alicante).
El presidente de la diputación anunció también que la plataforma se pondrá a disposición de ayuntamientos, comunidades de regantes, confederaciones hidrográficas, de la Generalitat Valenciana y de cualquier otra administración que lo precise.
Smart River Basin es una herramienta compuesta por un sistema que analiza la resiliencia de las infraestructuras críticas de protección contra inundaciones y por otro de alerta temprana que ayuda en la coordinación de los servicios de emergencia. Además, incorpora una plataforma de información que recopila, homogeneiza y estructura los datos relacionados con el agua en el territorio.
España invertirá 2.000 millones hasta 2027 para frenar las inundaciones
Los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) de segundo ciclo, una herramienta fundamental para la previsión y adaptación a posibles escenarios de avenidas o inundaciones, contará con una inversión prevista en las demarcaciones intercomunitarias de 2.000 millones de euros hasta 2027, lo que significa un incremento de más del doble respecto al presupuesto de los planes de primer ciclo, vigentes actualmente y aprobados en 2016.En concreto, se destinarán 678 millones de euros a medidas periódicas de carácter anual y 1.322 millones para acciones puntuales.
La preparación ante las inundaciones, el incremento de la percepción del riesgo, la adopción de estrategias de autoprotección y una mayor sensibilización son esenciales para aplicar con éxito las medidas que se contemplan en el PGRI, por lo que una de las acciones más importantes previstas en este ciclo es la elaboración e implantación de una Estrategia Nacional de Comunicación del riesgo de inundación y adaptación al cambio climático.
Para este segundo ciclo de los PGRI se ha mejorado también la identificación de los elementos en riesgo (hospitales, colegios, centros de mayores, lugares de concurrencia pública destacada, instalaciones de energía, infraestructuras ferroviarias, aeroportuarias, depuradoras, etc.) en estrecha colaboración con las autoridades de Protección Civil, siendo ahora la información que ofrecen los mapas de riesgo más precisa y ajustada a las necesidades de la gestión en la emergencia.
En concreto, se han localizado 985 centros educativos, 358 centros asistenciales, 45 hospitales y 9 aeropuertos en las zonas inundables de mayor riesgo, el doble de las que se habían identificado hasta el momento.
Esta mejora de conocimiento ha supuesto, además, una determinación más precisa del número de habitantes que pueden verse afectados. Se estima que en todas las cuencas intercomunitarias puede haber 2.730.000 personas viviendo en las zonas inundables de mayor riesgo.