Los embalses caen al 49% pese a las lluvias de la vertiente Atlántica y se complica el déficit hídrico ante la que ya se prevé como la primera ola de calor de este año 2022



Pese a que el mes de mayo comenzó con lluvias torrenciales en la vertiente Mediterránea peninsular ya sabemos que pasará a la historia como el mayo más cálido de la serie en nuestro país, además de ser bastante seco, truncando la buena pluviometría de marzo y abril. Esto nos pone ante un inicio de verano meteorológico con unas reservas de agua especialmente bajas. Así, según los datos difundidos hoy por el Ministerio de Transición Ecológica la última semana los embalses perdieron, en parte por las elevadísimas temperaturas y por el consumo, 325 hectómetros cúbicos (el 0,6% de la capacidad total actual de los embalses) y dejaron la reserva hidráulica en el 49%, con apenas 27.489 hectómetros cúbicos (hm³) de agua.
Mayo comenzó con lluvias torrenciales en la Comunidad Valenciana, aunque en las semanas posteriores fueron noticia el calor anómalo y la ausencia de precipitaciones generalizadas
La situación cálida de mediados de mes, principalmente entre los días 19 y 22, ha provocado que las máximas se hayan disparado, según regiones, entre 3 y 4ºC por encima de lo habitual para estas fechas. En estaciones de AEMET, el valor más alto mensual se alcanzó en Andújar (Jaén) el día 20, con 42,3ºC. Y estas elevadas temperaturas facilitan la evapotranspiración de las masas de agua superficiales y la mayor absorción del suelo por falta de humedad.
No obstante la situación pluviométrica, con un elevado déficit en términos nacionales es muy dispar y, de hecho, en la última semana las precipitaciones han sido abundantes en la vertiente Atlántica y escasas en la vertiente Mediterránea. La máxima se ha producido en Lugo con 69,2 mm (69,2 l/m²).
La primera ola de calor del año
Esta situación que nos acerca preocupantemente a la sequía en varios puntos de España podría verse agravada en los próximos días ante lo que ya podría ser la primera ola de calor de este 2022.
El episodio de temperaturas tan elevadas, por encima de los 35 grados, que se prevé en la península y en las Islas Baleares para finales de esta semana lo hace «posible» según ha avanzado el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Rubén Del Campo.
Todavía es pronto para «afirmarlo con rotundidad», ha señalado Del Campo, pero en caso de confirmarse sería «una de las más tempranas desde que se tienen registros», porque la más adelantada hasta la fecha comenzó el 11 de junio de 1981.
Tenemos por delante un «intenso episodio de altas temperaturas» y, aunque los termómetros bajarán algo mañana miércoles, a partir del jueves la subida será «generalizada y podrá prolongarse por lo menos hasta el lunes o martes próximo», con diurnas muy elevadas que podrán superar los 35 grados en buena parte del país, incluso los 40 grados en los valles del Guadalquivir, Guadiana y quizás en el Ebro.
Probablemente la ola de calor comenzaría el sábado 11 o domingo 12, aunque es necesario que concurran una serie de factores como, en este caso, aire cálido en origen y altas presiones, que además hacen que se produzcan movimientos descendentes de niveles altos a la superficie y, en ese descenso, el aire se comprime y se calienta todavía más.
A esa circunstancia hay que sumar que brillará el sol y, en junio, está muy alto sobre el horizonte, por lo que calienta de manera muy eficiente la superficie y, al no correr mucho viento por ser una situación estable, impedirá que se distribuya.
De cara al domingo y lunes, ha continuado el portavoz, el calor podría incrementarse por la formación de un área de bajas presiones en el Atlántico, que desde su posición inyectaría «aire muy cálido procedente del norte del continente africano».
