Para guiar a las empresas de agua y saneamiento a reinventarse y fortalecerse, el Banco Mundial ha desarrollado ‘Utility of the Future’, un programa diseñado para transformar las operaciones del ciclo integral del agua y que brinden servicios de alta calidad en todo el planeta



Los problemas hídricos se acumulan: el cambio climático, la escasez de agua, la pandemia de COVID-19, el crecimiento de la población, la migración y la rápida urbanización amenazan cada día un poco más la prestación de servicios de agua y saneamiento sostenibles y de alta calidad, poniendo en peligro la posibilidad de alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6, que busca garantizar el agua y el saneamiento para todos. Sin embargo, las soluciones podrían estar mucho más al alcance de la mano de lo que pensamos: según el Banco Mundial, la prestación deficiente de servicios de agua y saneamiento “con frecuencia se deriva de un círculo vicioso de entornos políticos disfuncionales e ineficiencias en los servicios de agua y saneamiento”.
En todo el mundo, 2.400 millones de personas siguen sin acceso a saneamiento y casi 700 millones siguen sin acceso a fuentes seguras de agua potable. Además, muchos de lo que sí tienen acceso a estos servicios a menudo deben hacer frente al suministro de agua intermitente, los desbordamientos del sistema de alcantarillado y el servicio al cliente deficiente. Ante esta situación, y con el objetivo de guiar a las empresas de agua y saneamiento a reinventarse y fortalecerse, el propio Banco Mundial ha desarrollado Utility of the Future, un programa diseñado para transformar las operaciones del ciclo integral del agua y que brinden servicios de alta calidad en el mundo en desarrollo.
«Las organizaciones que se encargan de brindar agua y saneamiento requieren un nuevo enfoque de gestión estratégica para brindar servicios de calidad que aseguren la continuidad de las operaciones, fomenten la mejora continua, desarrollen capacidades estratégicas y creen modelos comerciales estratégicos eficientes y sostenibles», aseguran los autores del programa, diseñado para catalizar, materializar y mantener los esfuerzos de transformación en el ciclo integral del agua.
El objetivo no es otro que enfocar hacia el futuro todas las empresas que brindan servicios de agua, saneamiento e higiene para que éstos sean confiables, seguros, inclusivos, transparentes y receptivos, a través de las mejores prácticas que le permitan operar de manera eficiente, resiliente, innovadora y sostenible. «Esto se logra mediante el fortalecimiento de los procesos esenciales de una empresa de agua y saneamiento para hacer frente a sus desafíos actuales y el desarrollo de capacidades de pensamiento futuro para estar un paso adelante en un entorno que cambia rápidamente», afirma el Banco Mundial.
Todos los recursos de este programa se pueden visualizar y descargar en la propia página del Banco Mundial, donde constantemente se actualizan los recursos con nuevos temas emergentes, nuevas tecnologías, nuevas innovaciones y nuevas prácticas que apoyarán a las empresas del ciclo integral del agua en su proceso de mejora y aprendizaje continuo.
Pirámide del éxito
En concreto, Utility of the Future basa gran parte de sus recomendaciones en una «pirámide del éxito» que ilustra las interdependencias y complejidades del ciclo integral del agua. En el vértice de la misma se encuentra el servicio a los clientes como objetivo primordial de cualquier empresa de agua y saneamiento, que claramente depende de las operaciones técnicas y comerciales, aunque no exclusivamente. Otros elementos necesarios para una buena gestión de los servicios públicos son la organización y la estrategia, la gestión de los recursos humanos y la gestión financiera.
Juntos, asegura el Banco Mundial, estos elementos «promueven operaciones comerciales y técnicas efectivas y eficientes, mientras que el marco legal y la gobernanza en los que opera la empresa dan forma a su entorno propicio». Eso sí, en un mundo que cambia rápidamente, el éxito depende de más que estos factores administrativos y de gobierno: también está caracterizado por factores como la innovación, la inclusión, la orientación al mercado y la resiliencia, entendida como la capacidad de prepararse para las interrupciones, recuperarse de las conmociones y el estrés, y adaptarse y crecer a partir de una experiencia disruptiva.
Además, el programa del Banco Mundial está basado en tres fases distintas. Primero está la evaluación de la utilidad, que busca identificar las debilidades, fortalezas y oportunidades. Luego, llega plan de acción de 100 días, con el que se deben materializar las oportunidades de la empresa con ganancias rápidas y un plan de acción a corto plazo, manteniendo el impulso para que la organización continúe con su proceso de transformación. Por último, está el plan estratégico a 5 años, con el que la empresa se deberá dotar de un marco estratégico sostenible, con visión y objetivos estratégicos orientados a convertirse en una «Utility of the Future».
