Guardian: aguas recicladas para combatir y prevenir incendios

Guardian: aguas recicladas para combatir y prevenir incendios

Los incendios de sexta generación se están convirtiendo en norma en España. Iniciativas como el proyecto Guardian ofrecen un eficiente cambio de paradigma gracias a la apuesta por la prevención y la sostenibilidad de recursos como el agua, que es obtenida a través de su regeneración en plantas especializadas


Son tres y no cuatro los jinetes del apocalipsis que cada verano renacen en tierras españolas con la promesa de crear un infierno en vida. La literatura estival no falta a su cita como testigo directo de esta venida, advirtiendo en sus escrituras sobre los peligros y estragos de este trío compuesto por el estrés hídrico, las altas temperaturas y el abandono de tierras.

Porque, aunque la virulencia de las temporadas de incendios se achaque a un «cuarto jinete», conocido como irresponsabilidad humana, son los tres primeros quienes aclimatan el terreno a las llamas. Un terreno que, por otro lado, se ha mantenido en relativo control gracias en parte a las mayores inversiones en medios de extinción.

Sin embargo, las proyecciones climáticas están dejando en evidencia que este modelo de lucha está quedando caduco y que llegará un momento en el que los medios de extinción se verán desbordados por la intensidad de los incendios llamados de sexta generación. En el 2018, el informe The Burning Issue, elaborado por la consultora Oliver Wyman, ya puso de manifiesto este fenómeno alegando que, con cada año que pasaba, nuestro país debía destinar una cantidad cada vez mayor de dinero -y agua- para hacer frente a unos incendios voraces.

Son muchos los que, ante este escenario, piden un cambio de paradigma en favor de la prevención en el que se apueste por reducir la vulnerabilidad del territorio, principalmente, a través de paisajes inteligentes que puedan recluir a los incendios en áreas en las que se reduzca el riesgo, a la par que los recursos utilizados en su extinción.

Cada vez son más los recursos, incluidos los humanos, los que se deben utilizar para extinguir las llamas | Foto: EFE / Ramón de la Rocha

Aunque utopía para los escépticos, la realidad es que nuestro país goza de algunas iniciativas que están demostrando la viabilidad de estos paisajes, como es el caso del proyecto Guardian, emplazado en el Parque Natural del Turia, en Valencia.

La idea en la que se sostiene este proyecto en desarrollo es sencilla: crear una infraestructura –en este caso la más grande de Europa y segunda del mundo en su materia- capaz de mantener de forma sostenible una “barrera verde” de especies vegetales resistentes contra incendios, mientras se dispone al mismo tiempo de un sistema de defensa eficaz para acabar con los focos cercanos.

Y sí, aunque la teoría se presenta sencilla, la práctica es mucho más compleja ya que un sistema así requeriría cientos de millones de litros de agua que precisamente no van a abundar con el cambio climático, y menos aun en una zona como el Levante. Para hacernos una idea, en un fin de semana los hidroaviones necesitaron más de 1.700 toneladas de agua para intentar estabilizar los megaincendios de Madrid, Ávila y Toledo del 2019.

Aunque problema, el agua ha servido también de solución en esta suerte de paradoja. Eso sí, no un agua cualquiera, sino agua reciclada, que en este caso se obtiene del efluente que generan las zonas pobladas, en concreto desde la EDAR Camp de Túria II y que después se trata en una Estación Regeneradora de Agua (ERA).

Proyecto Guardian
Un sistema portátil SIDEINFO en funcionamiento | Foto: SIDEINFO

El diseño de esta infraestructura, en la que se desarrolla un tratamiento de agua avanzado para la eliminación de los microcontaminantes, corre a cargo de las empresas Hidraqua y CETAQUA. Estas se encargan de que el agua de las instalaciones tenga la suficiente calidad como para ser redistribuida al embalse de La Vallesa, donde se tratará de restaurar la zona húmeda colindante, y, por supuesto, hasta los 42 cañones de agua o torres SIDEINFO, gestionado por la empresa Medi XXI.

Al mismo tiempo, estas torres se abastecen de datos a partir de una red sensorial inalámbrica, la SIDEINFO NETSense, que monitoriza el estado del parque natural en tiempo real y permite a sus gestores activar el sistema contra incendios en caso de necesidad, tanto con carácter preventivo (para bajar temperatura o incrementar humedad) como para combatir incendios forestales en curso. Asimismo, cabe destacar que se trata de tecnología de producción 100% valenciana con la que se gestionarán 37 hectáreas de carácter estratégico.

“En nuestro ADN está el diseño de soluciones de ingeniería y con este proyecto creemos que podemos mostrar al mundo que la tecnología valenciana puede aportar soluciones sostenibles ante la necesidad de cuidar los bosques que producen nuestra agua, defender a las personas que viven en áreas de riesgo y afrontar con mayores garantías la emergencia climática”, comenta el director de MEDI XXI GSA, Ferrán Dalmau-Rovira, cuya compañía tiene 20 años de experiencia en el área de incendios forestales.

Por si fuese poco, el sistema hidráulico del proyecto, compuesto por más de seis kilómetros de conducciones distribuidas por el entorno natural, está alimentado por una instalación fotovoltaica que aprovecha los recursos del Porque Natural y que garantizan la sostenibilidad del proyecto, al tiempo que se evitan los obstáculos que generaría una instalación eléctrica convencional.

Obras en uno de los depósitos que almacenarán el agua regenerada | Foto: Proyecto Guardian

Caminos como este hicieron ganar al proyecto Guardian el Premio a las Buenas Prácticas por el Clima, certamen que realiza la Red Española de Ciudades por el Clima de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), en colaboración con la Oficina Española de Cambio Climático (OECC) del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).

“El proyecto Guardian fue reconocido entre las 94 buenas prácticas recibidas, propuestas por 55 Entidades Locales, lo que da cuenta que las políticas para favorecer la mejora del clima son cada día más relevantes en el conjunto de las políticas locales”, señalan los responsables de la iniciativa en un comunicado.

Cabe recordar que este proyecto ha recibido una subvención de 4,4 millones de euros procedentes de los fondos FEDER de la Unión Europea, ayuda que representa el 80% de los 5,5 millones de euros que supone este proyecto para los próximos años y cuya financiación completarán las entidades socias que participan en su desarrollo.

Por ahora, se ha puesto en marcha la ERA y el depósito Alpha, primer depósito del sistema hidráulico que recoge el agua procedente de la estación regeneradora y que posee una capacidad de 500 metros cúbicos de agua, o lo que es lo mismo, 500.000 litros. Para sus responsables, este hito “es el primer paso hacia completar las pruebas en el 100% de la infraestructura hidráulica, que podrán empezar a realizarse próximamente”.

Este sistema ha tenido réplicas en otros municipios de Valencia, como es el caso de Torrent, y próximamente también se instalará en el área del Campamento del Pinar de Tamadaba, en Canarias, a través de un proyecto impulsado por el Cabildo de Gran Canaria.

Colaboración con todos los sectores

Además de las empresas mencionadas, este proyecto no hubiese sido posible sin la colaboración de otros agentes públicos, como el propio Parque Natural del Turia, los ayuntamientos de Paterna y Riba Roja, la Universidad de Valencia y la Universidad Politécnica de esa misma comunidad.

Esta última, por ejemplo, se encargó en analizar cómo las características del suelo y las condiciones atmosféricas actúan sobre el estado hídrico de la vegetación. De hecho, durante el verano pasado, la institución instaló sensores terrestres, atmosféricos y en árboles en zonas seleccionadas de La Vallesa para cuantificar las relaciones hídricas y estudiar el efecto de los riegos mediante las torres Sideinfo.

La reforestación es una acción esencial para la prevención y la posterior recuperación de los ecosistemas

Del mismo modo, colaboró en el estudio y plantación de más de 2.000 unidades de especies mediterráneas autóctonas de menor combustibilidad, como el fresno y el durillo, que serán las responsables de dar vida a la barrera verde.

Porque los incendios también se combaten con armas verdes, armas que el proyecto “Sembrando Oxígeno” de la Fundación Aquae lleva plantando desde que un incendio en 2015 calcinase 1.700 hectáreas en Pego, el peor en 20 años en la provincia de Alicante.

Objetivos del proyecto ‘Sembrando Oxígeno’ en Beneixama | Foto: Fundación Aquae

Desde entonces han plantado más de 10.000 árboles a lo largo y ancho de la geografía española, los últimos de ellos previstos en la localidad de Beneixama, en Alicante. Para finales de este año se pretenden recuperar hasta dos hectáreas de superficie forestal dentro en el paraje natural El Puntal.

Del mismo modo, esta plantación, que contempla 800 árboles y que se realiza junto a Hidraqua y el Ayuntamiento de la localidad, permitirá compensar hasta 76 toneladas de dióxido de carbono en los próximos 30 años.

“Para finales de año, Beneixama contará con un nuevo espacio verde con especies de árboles autóctonos: 360 especies de pino carrasco, 200 acebuches, 120 almendros y 120 cipreses mediterráneos. Su objetivo es reforestar la masa arbolada de la zona”, señalan los responsables.

Por ahora, han podido compensar más de 720 toneladas de CO2 que han sido sustituidas por un necesario soplo de aire fresco para estas zonas azotadas por el cambio climático. Aunque la lucha de los ecosistemas continúa, al igual que la nuestra, demostrando con estas iniciativas que, más que la adaptación, la victoria contra este apocalipsis calor e incendios pueda ser una realidad.



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