Los municipios malagueños de Jubrique y Genalguacil, dos de los afectados por el incendio forestal de Sierra Bermeja que ha arrasado cerca de 10.000 hectáreas, están analizando el agua que abastece a los pueblos por si pudiera tener restos de combustible o cenizas



Después de que se haya dado por controlado el incendio de forestal de la malagueña Sierra Bermeja, el primero de sexta generación de España, que ha calcinado cerca de 10.000 hectáreas, y tras dos días desalojados de sus viviendas los vecinos de Genalguacil y Jubrique regresan a sus viviendas sin poder beber agua del grifo.
Los resultados no llegarán hasta este fin de semana, por lo que la Diputación de Málaga ha donado a los vecinos de la localidad 4.000 litros de agua embotellada para abastecer a los afectados, cantidad que asciende a los 22.000 litros de agua donados por otras empresas.
Otro de los municipios afectados es Genalguacil, donde también se está analizando el agua, aunque su alcalde, Miguel Ángel Herrera, ha comunicado que el agua «debería estar bien», pero «por precaución» prefieren que no se consuma.Los equipos de gobierno de los dos ayuntamientos afectados por el incendio forestal en Sierra Bermeja y que tuvieron que ser evacuados el pasado domingo, han mantenido una reunión para valorar los daños ocasionados por el fuego y comenzar a diseñar una estrategia conjunta que haga resurgir el Valle del Genal, entre ella la petición al Gobierno de ser declarados como zona catastrófica y que esta sierra se incluya en el Parque Nacional Sierra de las Nieves.
El incendio, que está controlado pero no extinguido, ha calcinado casi 10.000 hectáreas, por lo que han considerado «de urgencia» adoptar medidas para que «no vuelvan a ocurrir situaciones semejantes».