Ni en infraestructura hidráulica, ni en economía circular, ni en energías renovables. El agua no encuentra su nicho de impulso a la reconstrucción del país en el Plan España Puede. Quizás quepa algo de esperanza en movilidad sostenible y digitalización, pero toca esperar para ver los planes del Gobierno



El Gobierno busca proyectos de movilidad eléctrica, de economía circular, de impulso a las energía renovables, de digitalización, y hasta para avanzar en saneamiento y gestión de recursos hídricos con el fin de garantizar nuestra resiliencia frente al cambio climático.
En todos estos ámbitos el sector del agua urbana es pionero y punta de lanza nacional e internacional, tanto por el conocimiento y la innovación adquiridos a lo largo de su basta experiencia, como por su especialización en la ejecución de proyectos de envergadura en los que la colaboración público-privada es el eje del buen desarrollo y garantía de éxito.
Con este ánimo y conscientes de que España necesita de la ayuda de todos los sectores para reconstruir nuestra maltrecha economía tras el devastador paso de la pandemia, los operadores del agua urbana ya prepararon un dossier con más de 500 proyectos por un montante de inversión superior a los 12.400 millones de euros.
Resiliencia, transición ecológica, gestión de sostenible de recursos hídricos, biodiversidad, economía circular, digitalización, Smart cities, empleo, crecimiento y adaptación al cambio climático: reconstrucción para mejorar con el agua como combustible de todos los proyectos tractores.
Sin embargo, las expresiones de interés que los distintos Ministerios han abierto estos días en busca de ideas para identificar proyectos y nuevas líneas de actuación que “contribuyan a diseñar y dimensionar las ayudas y los mecanismos que desarrollen el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española” no han dejado sitio para el agua urbana, generando una gran preocupación entre los operadores del sector que no contemplan una reconstrucción de espaldas al agua, máxime en un contexto de cambio climático.
La buena noticia es que estas expresiones de interés no son vinculantes, si bien marcan las líneas estratégicas de cada departamento ministerial para la reconstrucción, no serán ellos quienes convoquen los PERTES para la ejecución de los proyectos elegidos.
Quien decidirá los proyectos que impulsen la reconstrucción será la Oficina de Asuntos Económicos del Gabinete de Presidencia, para centralizar y gestionar los fondos europeos.
Pese al desánimo que alimenta la ausencia del agua como elemento transversal en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española, no hay que perder la esperanza de formar parte del resurgir español buscando el camino para elevar el potencial de los operadores a promover el cambio que España necesita.
Habrá que esperar casi un mes para que Moncloa habilite la ventanilla única para la presentación de proyectos y, habida cuenta del papel que querrán tener las comunidades autónomas y la oportunidad de buscar consorcios supramunicipales para ejecutar proyectos adaptados al territorio, el agua tiene todavía opciones de ser el motor de la reconstrucción.
La digitalización pone el foco en el 5G
Estas manifestaciones de interés en el ámbito de la digitalización aspiran a alcanzar, en el ámbito de la conectividad y del 5G, una serie de objetivos que afectan a un ámbito territorial muy similar: las zonas rurales y las áreas de población dispersa.
Para ello, se quiere diseñar uno o varios instrumentos que permitan conseguir cada uno de los siguientes objetivos, para los que será imprescindible el impulso de la iniciativa privada y el apoyo público:
- 100% de cobertura de banda ancha que ofrezca un acceso de 30 Mbps en movilidad en 2023.
- 100% de la población con cobertura de 100 Mbps en 2025.
- Acelerar los despliegues de red para ofrecer cobertura 5G en zonas rurales y de población dispersa.
En este sentido, se espera que mediante las manifestaciones de interés se señalen qué instrumentos se considerarían los más adecuados para alcanzar dichos fines, en qué condiciones y, en su caso, el interés de los agentes en participar en dichos instrumentos.
El modelo que se despliegue debería permitir que sobre la infraestructura desplegada se pudiesen ofrecer en zonas rurales y áreas despobladas los diferentes servicios minoristas de acceso que se plantean, básicamente banda ancha con velocidades de acceso 30 Mbps en movilidad, accesos fijos con velocidades de 100 Mbps o superior y servicios 5G.
Adicionalmente a las zonas rurales los proyectos deberían facilitar que se mejorase la cobertura territorial y se cubriesen otros elementos relevantes como, por ejemplo, carreteras de ámbito autonómico, provincial y local, facilitando la cobertura a zonas en las que, si bien no reside población, sería conveniente que hubiese acceso a las redes de banda ancha en movilidad. Esta infraestructura debería estar completamente desplegada antes de 2025.
Expresiones de interés para la energía renovable
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha lanzado una convocatoria de expresiones de interés con el objetivo de identificar proyectos o iniciativas que faciliten la definición de las líneas de actuación en el ámbito de las comunidades energéticas, así como entidades con interés en desarrollarlos, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Según informó el Ministerio, la aceleración de la transición energética constituye «un elemento principal» del Plan y, en este sentido, para acelerar la recuperación económica, el Gobierno trabaja para anticipar el cumplimiento de los objetivos marcados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, que marca un camino de crecimiento de la generación renovable, que alcanzará un 74% de presencia en el sector eléctrico en 2030, en coherencia con la trayectoria hacia una presencia del 100% antes de 2050.
En la senda para adelantar el cumplimiento de estas metas, el Plan de Recuperación identifica como «componente esencial» de la política palanca de «transición energética justa e inclusiva» el despliegue del parque de generación renovable, un instrumento en el camino hacia la descarbonización de la economía, la integración de las energías renovables en los sectores de consumo energético (residencial, industrial, servicios y agricultura), así como el uso de energías renovables térmicas y eléctricas.
También busca identificar proyectos e iniciativas que contribuyan a mejorar la flexibilidad del sistema energético de forma competitiva y sostenible, así como a dar apoyo y mejorar la integración de la generación renovable prevista en los próximos años.
A este respecto, la integración de grandes cantidades de energías renovables no gestionables y distribuidas requiere una transformación del sistema energético para pasar de un modelo centralizado y unidireccional, a uno distribuido, multidireccional, inteligente y flexible.