Los embalses esperan como agua de mayo la llegada de la nueva borrasca atlántica que mantiene avisos por fuertes lluvias en el noroeste peninsular para empezar a recuperar la reserva hidráulica que sigue en el 31,4%



No llueve bien. La torrencialidad que caracteriza los episodios de lluvias de las últimas semanas, intensos en cantidad y concentrados en poco espacio de tiempo, hace que el agua no pueda ser aprovechada por los suelos, extremadamente secos, ni llegue a los acuíferos y a los embalses que sólo atesoran una reserva hídrica del 31,4%.
Según el último boletín hidrológico elaborado por el Ministerio de Transición Ecológica los embalses almacenan actualmente 17.599 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, disminuyendo en la última semana en 148 hectómetros cúbicos (el 0,3% de la capacidad total actual de los embalses).
Los datos reflejan que en este momento los embalses están un 36,13% por debajo del volumen media del último decenio y un 20,05% menos que en las mismas fechas del año pasado.
Para encontrar una cifra inferior de agua embalsada en esta misma semana del año, la número 42, hay que remontarse hasta 1995, cuando la reserva estaba al 25,52% de su capacidad. Excepto en ese año, los embalses no han guardado nunca menos agua desde que hay registros, por lo que 2022 se sitúa como el segundo año con menor reserva hídrica desde 1990.
2022 se sitúa como el segundo año con menor reserva hídrica desde 1990
Por ámbitos, la reserva hídrica se encuentra al 67,1% en Cantábrico Oriental; al 55,7% en Cantábrico Occidental; al 71,4%, las cuencas internas del País Vasco; Tinto, Odiel y Piedras, al 64,2% y el Júcar, al 52,5%.
Sin embargo, el resto de cuencas hidrográficas se encuentra por debajo de la mitad de su capacidad. En concreto, Miño-Sil está al 41,5%; Galicia Costa, al 47,7%; Duero, al 29,6%; Tajo, al 35,3%; Guadiana, al 23,2%; Guadalete-Barbate, al 22,4%; Guadalquivir, al 18,8%; la cuenca Mediterránea Andaluza al 36,8%; Segura, al 33,8%; Ebro, al 34,6% y las cuencas internas de Cataluña, al 37,1%.
El otoño trae cierto alivio a los cauces vigueses
Esta semana las precipitaciones afectaron considerablemente a la vertiente atlántica y en menor medida a la vertiente Mediterránea. La máxima se ha producido en Lugo con 55,4 litros por metro cuadrado un dato que alivia la escasez de las cuencas gallegas que ven cómo los embalses han empezado la recuperación.
Así Eiras, al 66.18% la semana pasada, recupera casi un punto porcentual y se pone en el 67.16% de su capacidad.
Baiña, el que más preocupaba hasta el momento ya que había caído por debajo del 30% la semana pasada, está hoy al 31,98%, son dos puntos más. Zamáns es el único embalse del área que no registra esta tendencia y cae casi un punto, del 37,18% al 36,50%.
En todo caso se esperan lluvias fuertes en los próximos días, de hecho Meteogalicia ha activado la alerta amarilla por precipitaciones desde este martes, que será naranja además entre las tres de la madrugada y las nueve de la mañana del miércoles, cuando podrían caer más de 30 litros metro cuadrado en una hora.
